Javier Olivares (La botella de Kandor): “Con ‘David El Gnomo’ nos engañaron”

Si conoces el canal de youtube La botella de Kandor seguro que eres un freak de la nostalgia y la cultura pop como su creador, Javier Olivares. Hace muchos años que comenzó un blog para hablar de su personaje favorito: Superman, el que le conquistó cuando era solo un niño.

En 2016 llegaron youtube y las redes sociales y su universo freak fue ganando cada vez más adeptos. Su visión sobre la década de los 80 y los 90 a través de sus juguetes, películas, series, héroes o videojuegos fueron conquistando a una gran audiencia que ahora le permite vivir de esto.

Si perteneces a esa generación o tienes a alguien que recuerda con nostalgia aquella época, Mi universo freak es tu libro para estas navidades. Un viaje en el tiempo y los recuerdos que te emocionará si fuiste testigo de todo aquello.

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Juguetes como las Tortugas Ninja o los Master del Universo. Series como El coche fantástico, El equipo A o El príncipe de Bel-Air y héroes de acción como Schwarzenagger o Stallone. Cine de aventuras como Indiana Jones o videojuegos como Mario o Street Fighter. Todo esto y mucho más llenan las páginas de este recorrido por la nostalgia del que hemos hablado con su autor.

Un libro que tira de la nostalgia, ¿por qué nos gusta tanto recordar?

Todos los que hemos vivido en esa época, los 80 y los 90, tenemos como mínimo algún personaje, juego, juguete o algo, muy impregnado, que nos ha marcado un momento de nuestra infancia. Eso, hoy en día, cuando somos adultos y somos consumidores y tenemos poder adquisitivo para comprar cosas que de pequeño no podíamos, intentamos recuperar todo eso. Y está volviendo todo con mucha fuerza y los que vivimos todo aquello estamos recuperando los recuerdos en modo producto.

Haces la radiografía de una generación, la de los 80-90… ¿mejor o peor que la de ahora?

A nivel cultural, estoy completamente seguro que el tipo de música de aquella época, el tipo de cine, la eclosión de los grandes héroes de acción o el género de comedia de terror que hoy en día está casi extinto, incluso los cómics o juguetes de aquella época… nos hicieron vivir una eclosión cultural que nos ha llevado a lo que tenemos hoy en día. Ahora la cultura evoluciona de otra manera. Se estaba experimentando, se estaban creando los grandes productos, estaban las grandes bandas de música, el cine era mucho más experimental y ahora esas pelis tienen un estatus de culto y creo que a nivel cultural, es algo históricamente irrepetible.

Ahora eres un youtuber consolidado, supongo que te horroriza pensar en aquel pasado sin internet, ¿no?

Lo piensas hoy en día que estamos todos pegados al 4G, youtube, el móvil, el wifi y todo y piensas, ¿cómo narices lo hacíamos en aquella época que tenía que venir tu amigo a llamarte al timbre de casa a ver si bajabas a jugar? Era totalmente distinto, pero nos privábamos del concepto spoiler, que es una cosa bastante interesante. En aquella época el concepto spoiler era muy difícil. Tú comentabas las series y las pelis cuando ya las habías visto, las comentabas con tus amigos que las habían visto también el día anterior. Recuerdo ir al colegio hablando con mis amigos del capítulo que habíamos visto la noche anterior de Expediente X. Hoy en día sabes con una semana de antelación lo que va a pasar en cualquier capítulo, película… es algo que antes no había.

Ahora, ese acceso ilimitado a la cultura ha hecho que se pierda un poco el concepto de comunidad para comentar, ¿no?

Así es, antes había corrillos para hablar de la peli o serie del momento que todos habíamos visto en las tres o cuatro cadenas que había. Pero hoy en día todo es tan a la carta que es imposible no comerte algún spoiler.

La cultura marca las generaciones, este libro es la prueba. La generación actual con este parón cultural, lo va a tener complicado si no cambian las cosas, ¿no?

Toda esa vorágine de la cultura pop que se vivió en los 80 y los 90 ahora mismo no la tenemos. De lo que está apareciendo ahora nada tiene ese estado de culto que tenía antes. Pienso ahora en el universo Marvel en el cine, que en los últimos 10, 12 años lo ha petado muy fuerte y ha generado una legión de fans…

¿Para bien o para mal?

Para bien, para bien… todo lo que haya sido revitalizar el género de superhéroes y darle un empujón y hacer que nuevas generaciones se acerquen a la lectura de cómics a través de esas películas es positivo.

Bueno, hay gente que piensa que se ha contaminado el género.

Sí, hay quien piensa que el cine de superhéroes le ha hecho mucho daño al cine en general y yo creo que es al contrario. A costa de hacer estas grandes películas que ingresan mucho dinero, se pueden hacer otras también. Es un efecto bola de nieve para toda la industria del cine. Pero el efecto llamada es a los cómics, también. Es algo demostrado que cuando se estrena una peli de Marvel de un personaje que funciona muy bien, automáticamente se disparan las ventas de cómics de ese personaje. Así que la gente se acerca a la lectura, aunque no sea al revés.

Empiezas tu infancia con los juguetes: Superman, Tortugas Ninja y Master del Universo… ¿tenías más juguetes de niño o ahora como coleccionista?

Tengo muchos más ahora y no me puedo quejar porque tuve muchos de niño, ya lo comento en el libro. Era otra época y yo los rompía mucho jugando con ellos. Hoy en día mi habitación es prácticamente un museo en el que tengo casi todo lo que podía tener de niño y muchas más cosas que ya son juguetes de coleccionismo de adulto.

Superman ha sido tu personaje por excelencia. Pero, a día de hoy, ¿cuál dirías que es la mejor peli de superhéroes?

Es una pregunta muy subjetiva. Para mí siempre será Superman, la primera, la de Christopher Reeve, porque creo que marcó el camino a seguir en el cine de superhéroes. Pero películas como El caballero oscuro de Christopher Nolan o Vengadores Infinity War que han marcado dos momentos muy fuertes en el cine de superhéroes. La de Batman marcó ese momento en el que el cine de superhéroes se consideró algo más serio, más anclado al realismo y en el que podía convertirse casi en una peli de espionaje y policías y la otra porque marcó un punto de inflexión en el universo Marvel. Hizo una película seria, derrotista, espectacular.

Hablas de los héroes de acción en el cine: Van Damme, Chuck Norris, Steven Seagal, Nicolas Cage, Bruce Willis, Schwarzenegger, Stallone… ¿cuáles serían los de hoy en día?

No tenemos un relevo del todo de esa generación de actores. Los grandes héroes de acción de hoy en día no tienen el carisma, el estatus de culto que tenían esos grandes héroes. Yo no veo un homólogo a Schwarzenegger o Stallone hoy en día. Tenemos grandes héroes de acción, pero ninguno es el Stallone de aquella época. Antes había un poco ese pique de disputarse el trono del gran héroe de acción y ahora no, cada uno hace sus pelis y sus cosas y muchas veces colaboran juntos, pero ninguno llega a ser el gran héroe de acción del momento.

Indiana Jones… ¿el cine de aventuras ha vuelto a ser igual tras Indiana Jones?

No, para nada. Marca un principio y un final en el cine de aventuras. Hubo un intento muy bien con La momia con Brandon Fraser que recuperaba un poco ese personaje de aventurero divertido, con un tono histórico de arqueólogo, pero no llegó a ser igual. Y las secuelas fueron de mal en peor.

El mundo series crea muchos puntos de conexión: V, Twin Peaks, El coche fantástico, El gran héroe americano, El equipo A, Alf, Cosas de casa, Primos lejanos, El príncipe de Bel-Air… Ahora que hay tanta oferta, plataforma… ¿crees que marcan tanto las series como antes?

Creo que alguna sí, como Juego de Tronos o Stranger Things pero la sensación que da es que estos productos se desinflan con bastante rapidez. Juego de tronos sí que ha tenido un boom continuo porque además viene de la saga de libros, pero antes todos recordábamos las series y ese esperar a que se estrenase el capítulo cada semana o cada día y hoy en día, como lo tenemos todo a la carta, y lo podemos ver cuando queramos, se pierde el fuelle. No creo que muchas perduren como han perdurado las nuestras.

Si te tuvieras que quedar con una de todas esas series de aquel entonces…

Le tengo mucho cariño a El coche fantástico. Para mí era espectacular ver a un tío hablando con su reloj casio, llamando al coche y el coche haciendo proezas como saltar, hablar con él o ponerse a dos ruedas que no servía para nada, pero era muy divertido.

Y una de ahora.

Yo me quedaría con Breaking Bad, es la gran serie de esta generación.

Otra cosa eran las series infantiles. Tú aseguras que David El gnomo traumatizó a toda una generación… Pero en general eran como muy dramáticas: Marco, Heidi…

En Marco y Heidi te iban de cara desde el principio. Solo el opening de Marco ya te dejaba claro que el niño estaba desesperado por encontrar a su madre y Heidi, lo mismo, la dejaban ahí con el abuelo y apáñatelas como puedas, ahí, en mitad de Suiza. Pero con David El Gnomo nos engañaron porque es super feliz y super simpático todo, qué maravilla el bosque y en el último episodio te dan ese giro que no te esperas en el que no te ves venir que los vas a perder, no hay secuela de ningún tipo, se convierten en árbol y te quedas desolado, como niño. El berrinche que pillé me duró días.

Si hablamos de cine, haces una lista de pelis que raro es el que no las haya visto. ET, Los Goonies, Cazafantasmas… las nuevas generaciones siguen disfrutando de esas películas. En el fondo ¿no son intergeneracionales?

Totalmente. A pesar de que hoy en día los niños están acostumbrados a imágenes mucho más espectaculares, con animación digital como Frozen, esas películas tenían algo que conecta con tu niño interior. Los Goonies con el barco pirata enorme te conecta con el niño interior. Y los niños de hoy en día siguen siendo ese niño no interior sino exterior y conecta con ese tipo de cine y lo disfruta mucho.

Momento ‘recreativos’, eso sí que no lo van a vivir las nuevas generaciones.

Es una pena enorme porque ahora todo el mundo tiene en casa la videoconsola de última generación con videojuegos espectaculares pero ese momento mágico de meter tu moneda de 25 pesetas en la ranura de la máquina y que te ponga el select player one, es algo inolvidable para los que lo vivimos. Elegir qué juego quieres jugar con tus 100 pesetas del día y el concepto socializar. Ibas a un sitio a jugar con tus amigos y ahora lo haces en tu casa con un auricular y en internet, cada uno en su casa y en diferentes partes de España o el mundo. Está muy bien la conexión que hay online pero el poder ir un recreativo y disfrutar la tarde, eso ya no volverá.

Tú te sigues quedando con Mario y Street Fighter, ¿por nostalgia o porque realmente no se han superado?

El mundo del videojuego ha evolucionado muy bien y hay grandes videojuegos que te lo pasas muy bien. He jugado a muchos de ellos también y evidentemente cuanto más azúcar, más dulce, y cuanto mejor esté hecho el videojuego y más te ofrezca como experiencia inmersiva, mucho mejor. Pero a mí me gustan mucho los videojuegos de plataforma y de lucha, que es lo que explico en el libro y el plataforma definitivo es Mario, y el juego de lucha definitivo es Street Fighter, porque me vuelve a llevar a esos momentos del recreativos, de las primeras consolas, de cómo me gustaba la Nintento y la Super Nintendo y ese momento de tenerla por fin cuando me la regalan. Es volver en bucle a esos recuerdos.

Los profesionales de la nostalgia os recreáis en el coleccionismo. A mí me ha llamado la atención el mercado de coleccionismo de imitación low cost, los bootlegs… ¿realmente hay demanda ahí?

Muchísima. Piensa que una figura buena, en escala 1:6, de unos 30cm, con licencia oficial de la marca o la compañía que tiene los derechos de esa película o ese personaje, con telas, accesorios y demás, te puede costar más de 300 euros y hay imitaciones en Aliexpress que, a lo mejor, por 30, 35, te la llevas. Nunca va a tener la calidad de la original, evidentemente, pero hay muchas de ellas que salen más o menos decentes y que, en la estantería, a la gente le hacen un apaño. Hay que buscar ese equilibrio de, para mis personajes favoritos sí quiero tener la buena, pero a lo mejor para otros me da un poco más igual.

¿De ahí el éxito de tus unboxing?

En parte sí, sobre todo del unboxing del producto deliberadamente feo que busco muchas veces. Busco encontrar el peor bootleg y eso ha sido la clave de que la gente se divierta con mucho de mi contenido y que vean que hay una forma humorística y, al mismo modo un poco crítica, de comentar juguetes.

A día de hoy, ¿puedes vivir de tu universo friki?

Sí, soy de los que tengo la suerte de ser de esos frikis que viven del frikismo. Tanto de youtube como de otras actividades y de los libros.

Me ha faltado en este recorrido nostálgico un repaso musical, ¿esa parte de la cultura pop no te marcó?

Totalmente, pero tuve una larga conversación con el editor en la que pactamos dejar deliberadamente algunas cosas para un posible Mi universo freak 2 que me gustaría hacer, incluso, más participativo. Tengo una idea para una segunda parte que más que Mi universo freak, sea Nuestro universo freak en el que cada persona pueda aportar, estoy pensando cómo hacerlo bien. Y por supuesto tendría que haber un capítulo sobre la música que marcó a una generación. Soy un gran amante de Queen y creo que debería tener un capítulo propio en el siguiente libre, cosas relacionadas con la cultura pop. Hay un componente muy friki en lo que era Queen. En sus conciertos utilizaban gente disfrazada de Superman, gente disfrazada de Darth Vader… hay mucho que contar ahí.

Si miramos en tu museo particular, ¿encontraríamos alguna figura musical?

Tengo los cuatro funko pop de la banda Queen.