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Sacha Baron Cohen dice adiós a Borat: “A veces me preguntaba qué demonios estaba haciendo”
El actor de 'El juicio de los 7 de Chicago' y 'Ali G' explica a Variety los planes que tiene para el periodista kazajo más famoso del mundo
Malas noticias para los seguidores de Borat: Sacha Baron Cohen acaba de confirmar en una entrevista con Variety que no volverá a retomar el personaje salvo que sea estrictamente necesario; es decir, que haya una situación de crisis nacional y división social en Estados Unidos como la provocada por Donald Trump en sus cuatro años de mandato. Algo que llevó al actor de El dictador y Ali G a retomar el papel del polémico periodista kazajo para hacer un retrato de los votantes trumpistas.
Cualquiera que haya visto Borat Película Film Secuela sabe de lo que hablo. Se trata de una comedia irreverente, radical y ácida en la que Cohen se hace pasar por diferentes personajes, la mayoría racistas, machistas y negacionistas, para infiltrarse en los grupos de ultraderecha radical simpatizantes de Trump.
Para los anales de la historia quedarán aquella secuencia en la que Borat, camuflado como un cantante de country, anima a una muchedumbre a corear que algunos periodistas deberían ser "cortados en trocitos como hacen los saudíes" y que a Obama y otros demócratas habría que inocularles el "virus chino".
Sacha Baron Cohen no tuvo intención de rodar una secuela de Borat. Sin embargo, sentía la urgencia ética de mostrar ese retrato de la América profunda donde personajes de toda calaña, que incluyen a negacionistas que le ayudan a matar el coronavirus con una sartén o que consideran que los demócratas son una secta satánica, reflejan a un sector –evidentemente, no todos– de los votantes del ya expresidente de los Estados Unidos. El actor quiso contribuir, a su peculiar manera, a sacar de la Casa Blanca a aquel mismo hombre que alentó las protestas del Capitolio y fragmentó la sociedad.
"La película tenía un propósito"
"Traje a Borat por Trump", explica Cohen en una entrevista con Variety. El actor confiesa que muchas veces improvisaba secuencias o incluso dudó de sí mismo a lo largo del rodaje: "Había momentos en los que me preguntaba: ¿Qué demonios estoy haciendo?. Es ilógico. Piensas: ¿Me he vuelto loco? ¿Hay algo dentro de mí que está completamente mal?".
Sin embargo, el resultado ha sido más que aceptable, y muchos de los fans de Cohen han elogiado su humor negro, sin censuras, a veces de mal gusto, y desde luego políticamente incorrecto, que ha expuesto a cierto sector radical de votantes republicanos.
Sobre el futuro de Borat y una hipotética Borat 3, Cohen descarta posibilidades: "La película tenía un propósito, y no veo que vuelva a tenerlo. Así que sí, el personaje queda recluido en el armario". Por tanto, podemos decir que el momento de Borat se ha acabado. No volveremos a ver al periodista kazajo más famoso del mundo a no ser que vuelva otro Trump.