Mario Casas consigue su primera nominación al Goya y Candela Peña consolida su éxito
El actor español consigue colarse en la lista de candidatos a mejor actor principal por su trabajo en 'No Matarás', mientras que la actriz parte como favorita por 'La boda de Rosa'
Ya era hora. Tras más de una veintena de películas, algunas de ellas las más taquilleras del cine español, Mario Casas consigue su primera nominación al Goya, y encima lo hace en la categoría de mejor actor principal. Todo gracias a su papel en No matarás, el excelente y adrenalínico retrato que hace David Victori de una infernal noche de pesadilla en la que un muchacho inocente se encuentra con una mujer desequilibrada (Milena Smit, nominada a mejor actriz revelación) que lo secuestra en contra de su voluntad.
Caos, violencia, sexo y muerte. La premisa de la película estaba muy manida y en otras manos habría acabado en chapuza. O en algo intrascendente, que a veces es casi peor. Sin embargo, el tándem compuesto por Casas y Victori –con la brillante colaboración musical de un Macaco que se ha quedado fuera de los Goya– ha conseguido sacar a flote esta excelente cinta en la que las pasiones más animales del ser humano brotan con furia en los momentos extremos. Mario Casas entrega una interpretación contenida, sutil, la mejor de toda su carrera, y la nominación es más que merecida.
Frente a él tiene a varios pesos pesados de la interpretación. Este año no están ni Luis Tosar ni Antonio de la Torre, dos de los habituales en la categoría. Sin embargo, se encuentra con Javier Cámara y su descomunal y ácida vena cómica en Sentimental. También está Ernesto Alterio, que le dio alma a Un mundo normal, un hito cinematográfico en la carrera de Achero Mañas que, desgraciadamente, ha pasado desapercibido entre las nominaciones principales. Finalmente, Asas se debe enfrentar a David Verdaguer, quien consigue meter cabeza en la categoría principal por Uno para todos y lo convierte en el tercer rival de facto.
Candela Peña: maestra de actrices
La nominación de Candela Peña por La boda de Rosa no nos sorprende en absoluto. La actriz suma su octava candidatura en categorías interpretativas desde que debutó en 1995 con una nominación doble: a mejor actriz revelación y mejor actriz de reparto por Días contados. Aunque no la ganó y tuvo que esperar a 2004 y 2006 con Te doy mis ojos y Princesas, respectivamente, para alzarse con la estatuilla, la actriz consolidó su talento. En 2013 recibió un tercer Goya por Una pistola en cada mano.
De ganar el premio, Peña se consagraría como una de las tres actrices con más cabezones de la historia del cine español, compartiendo primer puesto con Carmen Maura y Verónica Forqué. En cualquier caso, como su carrera no ha hecho más que empezar –la actriz solo tiene 47 años– y se encuentra en su punto álgido, es probable que si no lo gana este año lo consiga dentro de uno o dos. Proyectos, desde luego, no le faltan; talento, mucho menos.
El principal escollo que debe sortear Candela Peña este año viene de Ane, el durísimo drama sobre ETA que dirige David P. Sañudo. Su actriz protagonista, Patricia López Arnaiz, regala una soberbia interpretación que muchos han considerado ya como la mejor del año. Su papel le ha valido el premio Forqué a mejor interpretación femenina y las alabanzas de críticos muy dispares. También tienen grandes posibilidades la jovencísima Amaia Aberasturi, que podría ganar el Goya a sus 23 años por Akelarre, y Kiti Mánver, que triunfó en el Festival de Málaga tras su estupenda caracterización en El inconveniente.