Especial
La realidad sobre el meteorito que tiñó de verde el cielo de España
Las cámaras registraron el curioso fenómeno, que causó pavor entre los ciudadanos tras ver los extraños colores que dejaba a su paso y el inquietante estruendo posterior
2021 está dando algún que otro susto. No solo es la pandemia, el asalto al Capitolio, las prominentes nevadas de hace una semana o las lluvias que vienen a partir del miércoles, sino que, además, tenemos meteoritos aterrorizando el planeta. Ayer mismo, los ciudadanos de Galicia, León y parte de Portugal se fueron a la cama con el corazón a mil por hora.
Gracias a Dios, no hemos tenido que lamentar ninguna tragedia, pero más de un vecino se ha debido llevar un buen susto. Todo comenzó alrededor de la 1:00 de la madrugada. Al asomarse a la ventana, algunos vieron cómo el cielo se teñía de verde, un enorme objeto extraño resplandecía como una bola de fuego en el firmamento y finalmente desaparecía, desintegrado, antes de tocar el suelo, dejando a su paso un sonoro estruendo que algunos asimilaron al de un trueno o una explosión. Una estampa de película que Orson Welles podría haber aprovechado para otra Guerra de los Mundos.
La delegación de OndaCero en El Bierzo, León, una de las localidades en las que mejor se vio el suceso, fue de las primeras en informar. "Nuestras cámaras de vigilancia, en el centro emisor del Pajariel, han grabado perfectamente el destello que se produjo en el cielo esta madrugada y que muchos bercianos y gallegos achacan a un meteorito", explicó en un tuit en el que compartía el vídeo del fenómeno.
Otros dan testimonios dignos de Cuarto Milenio: "En Ponferrada lo escuche a esa hora [entre las 01:18 y las 01:25] y, en Cacabells, un pueblo a unos 20 minutos, mi suegra también. Un amigo mío estaba durmiendo y lo despertó el ruido y dice que vio una luz". "Yo oí una explosión y vibraron las ventanas, en zona alta de Ponferrada", explica otro vecino de la ciudad. "En Ponferrada se ha oido una explosión bastante fuerte", remata un tercero.
Algunos científicos apuntan a que este tipo de fenómenos no son habituales pero, desde luego, no son peligrosos. Principalmente porque el meteorito, que debía tener un metro de diámetro, no tocó el suelo. De hecho, la mayoría de estos asteroides se desintegran tras entrar en contacto con la atmósfera. De no haber sido así, el estruendo habría sido mucho más severo e incluso habría provocado un pequeño seísmo.