Especial
‘Entre dos tierras’, 30 años del nº1 definitivo de Héroes del Silencio
Es uno de los himnos del rock español, un grito de toda una generación en esa España postfranquista que destilaba rabia
A finales de la década de los 80, la Movida había sacudido cultural y socialmente a medio país. Los grupos de pop más comerciales inundaban el plano musical con enorme éxito, alentados por esas ganas de apertura, de libertad y de experimentación de los más jóvenes. Durante esos años, en la ciudad de Zaragoza, cuatro jóvenes de entre 23 y 25 años se unieron para dar un vuelvo a la escena musical nacional. Habían nacido los Héroes del Silencio.
La banda, capitaneada por Enrique Bunbury y Juan Valdivia, comenzó a captar la atención de los medios regionales a partir de su primer LP, publicado en 1987. Para entonces ya habían sido teloneros de La Unión y habían participado en el concierto de despedida de Alaska y Dinarama en Zaragoza. Pero fue con El mar no cesa, publicado en 1988, cuando alcanzaron una relevancia que les dio a las para moverse por toda la península.
Sonando ya con fuerza en los circuitos rockeros a nivel nacional, Héroes del Silencio se disponían a grabar su segundo disco. En ese momento se cruzó en su camino el productor británico Phil Manzanera, también guitarrista de Roxy Music. Este quiso lanzar al grupo a lo más alto del panorama musical, diferenciándose de otros grupos tan exitosos como Los Secretos o Duncan Dhu. El productor quería grabar un disco recopilatorio en España, y finalmente se convirtió en artífice del éxito internacional de los Héroes.
A finales de 1990 llegó el álbum que cambiaría para siempre su carrera. Senderos de traición es considerado como el mejor disco de su historia, y les abrió dos puertas importantísimas: la de Europa y la de Latinoamérica. Lo mezclaron en el Metropolis Studios de Londres, algo atípico para una banda de rock española. Endurecieron su estilo y se dejaron llevar hacia lo introspectivo, tomando como referencia los sonidos más cercanos al rock gótico y el hard rock. The Cult, The Cure, Led Zeppelin o New Model Army se podían escuchar en cada uno de los acordes de la banda en este importante disco.
Abriendo este ya clásico del rock español estaba Entre dos tierras, además elegido el primer sencillo promocional del álbum. Con ello consiguieron crear una introducción poderosa, contagiosa, en la que se la batería de Pedro Andreu se fusionaba perfectamente con los solos de guitarra de Valdivia y la voz de Bunbury. El disco llegó a ser número 1 en España y se coló clandestinamente en Alemania, llegándose a emitir en las radios underground del país suponiendo el arranque del éxito de Héroes del Silencio en este país y en Europa. Llegó a ser número 1 en l lista de LOS40 en enero de 1991.
Lo cierto es que las letras de las canciones de la banda nunca fueron demasiado fáciles de interpretar. Entre dos tierras, al igual que escucharíamos luego en Maldito duende o Hechizo, están rodeadas de esa atmósfera oscura, enigmática, sombría. Algunas interpretaciones hablan de las drogas, aunque otros hablan de una declaración de intenciones de la banda posicionándose como dueños de un sonido y un estilo muy personales. En la biografía de Enrique Bunbury escrita por Josep Blay Boque, llamada Lo demás es silencio, se clarifica esta cuestión: "Entre dos tierras es una lucha interna, la duda ante la decisión vital de gran importancia, apostar por ser uno como es, como quiere ser, o como debe ser. Bunbury sintió como músico y melómano en su propia piel ¿Hasta qué punto estaba dispuesto a vender su obra para llegar a la cima?".
En el videoclip de la canción, podemos ver a una pareja discutiendo, hasta que llegan al punto de tirarse los trastos a la cabeza. Después de esta tensión, terminan haciendo el amor en un suelo cubierto de barro, momento en el que se puede escuchar uno de ls grandes solos de guitarra de Valdivia. A pesar de las críticas de ciertos sectores de la sociedad, rápidamente se convirtió en uno de los himnos imprescindibles del rock español, y un grito de toda una generación adolescente en esa España democrática que destilaba rabia por todos lados.
Según palabras del propio Bunbury en el libro Diván. Conversaciones con Enrique Bunbury (Javier Losilla, 2000), su segundo álbum fue "un disco que refleja exactamente cómo éramos en ese momento y, en este sentido, creo que es perfecto. En Senderos de traición están las canciones más emblemáticas de nuestra carrera, y es un disco que nos ha dado muchas satisfacciones. Precisamente por Entre dos tierras, que en Europa ha vendido muchos singles y muchos elepés, y que hoy todavía se sigue escuchando en discotecas y clubs de Europa Central. La saben cantar hasta los alemanes".
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic