Especial
La rapera Sara Socas emociona en Anda Ya con la historia de Dua, una perrita a la que rescató
Historias como esta nos devuelven la fe en el ser humano
Foto / Getty Images
Hoy en Anda Ya, hemos abierto un melón que nos ha hecho conocer una historia preciosa que no devuelve la fe. Mientras hablábamos de las cosas más emocionantes que nos han ocurrido con animales, hemos conocido la historia que ha vivido la rapera Sara Socas.
La freestyler, la primera mujer en batallar en la Liga Profesional de Freestylers, amiga del programa, ha vivido un momento muy especial con una perrita. Mientras paseaba por las calles del centro de Madrid, se encontró con este animal asustado y lleno de garrapatas.
Sin dudarlo ni un solo instante, la artista cogió al animal, se lo llevó a su casa y después a Canarias. Ahora le ha buscado un hogar con una familia que la cuida y la quiere. Tras este subidón, hemos querido conocer más relatos que nos sacan una sonrisa en momentos tan complicados como estos.
Os queremos hablar de otra historia que se ha hecho viral. En Nueva York, una trabajadora que se encontraba en paro, fue a limpiar uno de los pisos del edificio donde había estado trabajando durante 20 años, hasta que apareció el coronavirus, y cuando llegó se llevó la sorpresa de su vida.
Rosa, que así se llama ha sufrido las consecuencias de la crisis económica provocada por la pandemia. Perdió su empleo y se había tenido que mudar a casa de su hermana. Para tratar de animarla, un grupo de vecinos se unieron para sorprenderla y pagarle el alquiler de un ático durante dos años. Querían reconocer su labor y cariño durante las dos últimas décadas.
No nos vamos de Estados Unidos para hablar de otro gesto que nos emociona, el detalle que ha tenido Lavonda Wright, una mujer de Georgia, con Jaydeen Sutto, un estudiante de 18 años que diariamente caminaba 11 kilómetros para llegar hasta su trabajo.
La razón detrás de caminar del trabajo a la universidad era única y exclusivamente para no gastar y poder ahorrar para comprarse un coche. El joven llegaba a andar durante 6-8 horas para ir de un lado a otro.
Uno de esos días, bajo la lluvia, Lavonda se cruzó con el joven y tras conocer su historia, puso en marcha un deseo: regalarle un coche. Para lograrlo, creó una cuenta de crowdfunding y compartió la historia con el reto de conseguir 4.000 dólares. En otra demostración de los que los seres humanos somos buenos, en tan solo un mes consiguió 7.000 dólares, de los cuales ella puso casi mil.
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