Clubhouse: qué es, cómo funciona y cómo entrar en la nueva app de moda

Si has entrado a Twitter estos días, seguro que has leído más de un comentario hablando sobre Clubhouse. Se trata de una nueva red social, orientada exclusivamente al audio, por la que muchos creadores y creadoras de contenido están apostando. Y es que no para de ganar usuarios durante este 2021.

La red social se describe a sí misma como “un espacio para conversaciones casuales y directas”. Y en este principio se fundamenta el contenido de Clubhouse, apostando por ciber salas donde las personas se reúnen a charlar o a escuchar en directo.

De este modo, la red social se basa en audios de voz en streaming cuyo contenido dura solo un tiempo determinado. Para fomentar que las conversaciones sean totalmente naturales, la aplicación coge directamente el audio desde el teléfono o desde los auriculares que tengas conectados en ese momento. Y es que la app, a diferencia de otras, no premia la calidad del audio.

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¿Cómo puedo entrar a ClubHouse?

Entrar a Clubhouse no es tan fácil. De hecho, necesitas una invitación para poder ser usuario o usuaria de la app. Para crear un ambiente de mayor privacidad, para entrar necesitas que te invite un usuario ya registrado. Esto ha hecho que se cree un hype aún mayor de la app. Y es que parece que lo exclusivo vende más. Los usuarios nuevos cuentan con dos invitaciones nuevas. Si quieren más, tendrán que realizar acciones dentro de la aplicación. Es una forma que tiene Clubhouse de fomentar la actividad dentro de la app.

Además, de momento la aplicación, que sigue en su versión beta, solo está disponible para iOS. Es decir, solo puedes acceder si tienes un iPhone o un iPad. Suponemos que en los próximos meses, la app dará el paso a Android para el resto de usuarios.

¿Cómo funciona?

Aunque siempre da vértigo enfrentarse al uso de una nueva aplicación, la interfaz de ClubHouse es bastante sencilla. La app se organiza en salas que crean los usuarios. Aquellos que lo han creado pueden conversar solos, con los invitados que ellos quieran o animando a los oyentes a participar.

Si la sala que hemos creado no es privada, cualquier usuario puede entrar para escucharnos. De esta manera, en cada sala existen dos tipos de usuarios: el stage, formado por moderadores y personas que intervienen; y el stall, donde están los usuarios que escuchan. Lo bueno es que las personas del stall pueden pedir la palabra e intervenir si el moderador acepta. Clubhouse anima de este modo a la interacción entre oyentes y locutores en todo momento.

Sin duda, todavía es pronto para saber hasta dónde llegará esta red social y qué alcance tendrá a largo plazo. De momento solo podemos ver un buen comienzo y un mundo lleno de posibilidades.