Ashley Judd: 55 horas de dolor y miedo en la selva antes de ingresar en una UCI sudafricana

La actriz sufrió un aparatoso accidente mientras hacía excursionismo por las selvas congoleñas

La actriz Ashley Judd posa durante el Festival de Sundance de 2006 / Mark Mainz (Getty Images)

Recuerda: si vas de expedición a la selva en el corazón de África no olvides cargar las baterías de tu linterna. De lo contrario, podrías acabar como Ashley Judd, la mítica actriz de Heat y Doble traición, quien tuvo que ser ingresada de urgencia después de un aparatoso accidente en pleno corazón del Congo africano.

Judd iba de expedición acompañada de varias personas cuando la falta de visibilidad le hizo tropezar con las ramas de un árbol caído. La visibilidad era mala y su linterna "no funcionaba del todo bien", según explicó en una entrevista con el periodista Nick Kristof para The New York Times.

"Había un árbol caído en mitad del camino que no pude ver, me tropecé y al caer me rompí la pierna", relata la actriz desde lo que parece una habitación de hospital. "Mientras aún me estaba cayendo, en lo más profundo de mí sabía lo que significaba necesitar una evacuación por un accidente en mitad de una selva tropical. Lo que vino después fueron 55 horas desgarradoras".

Las primeras 5 las pasó con la pierna completamente rota, parte de su tibia fuera de la carne, tirada sobre el suelo, mordiendo un palo para paliar los alaridos y asistida por sus compañeros de expedición. "Gritaba como un animal salvaje", confiesa la actriz. "Sabía que esto era el principio de algo que tardaría horas [...] Solo podía pensar: el dolor es terrible, mis dientes se están rompiendo, tengo un sudor frío, creo que voy a vomitar, quiero beber agua, el Señor es mi pastor", explica a la cámara visiblemente conmocionada por los hechos.

Después de cinco horas de sufrimiento intenso llegaron varios de sus "hermanos congoleños" y la pusieron en una hamaca, donde la llevaron durante horas y media a través de la selva hasta el campamento, que se encontraba, obviamente, en una aldea remota donde no llegan las ambulancias. Allí se separó, entre lágrimas, de su equipo expedicionario. "Entonces vino una motocicleta [...] Me tenían que sujetar. Uno conducía y otro estaba detrás de mí, y era ese quien me sujetaba la pierna mientras yo tenía que sostener con una de mis manos parte de mi tibia destrozada. Fueron otras 6 horas en las que yo me encontraba en el límite".

Ashley Judd se sincera: sabe que a pesar del dolor y lo aparatoso de la caída ella fue una privilegiada. Su seguro pagó a los conductores para que fueran a buscarla, algo impensable para un ciudadano congoleño medio. "La mayoría de la personas a las que conozco no habrían tenido acceso a todo esto, habrían sido tratadas en la aldea y quién sabe su hubieran sobrevivido". Finalmente Judd fue transportada a Kinsasa, la capital de la República Democrática del Congo, y de allí la metieron en un avión directo a Sudáfrica, donde fue internada en una UCI. Fueron 55 horas de terrible sufrimiento. Esperemos que pronto pueda volver a caminar.