Arantxa Sánchez Vicario relató su dura infancia: “Los castigos eran tan firmes que no me salió a cuenta”
La deportista desveló el "control" que ejercieron sus padres sobre su vida
Arantxa Sánchez Vicario reapareció en televisión para la nueva entrega de Palo y Astilla en laSexta.
La ex tenista repasó su vida tanto personal como profesional que, en sus primeros años de infancia, juventud y adolescencia, fueron casi de la mano.
Explicó que ella quería jugar al tenis como sus hermanos y que, cuando con 14 años ganó el campeonato de España, su vida dio un giro radical: "Hasta entonces era una niña normal que iba al colegio y a la piscina con amigos, pero tras el campeonato tenía que separarme de ellos para pegarme entrenos de 5 o 6 horas diarias y preparación física y mental. Para aguantar todo lo que conlleva ser una deportista de alto nivel".
"Me escapaba del Internado"
Al meterse entre las 100 mejores del mundo le dieron una beca para estar en un internado con los mejores jugadores alemanes. Pero allí lo pasó mal por no hablar el idioma y estar alejada de su familia: "Los primeros meses lloraba, por estar sola, lejos de mi casa (...) Cogía la moto y conducía hasta Marbella para hablar español con cualquier persona que podía. Necesitaba ese calor pero los castigos eran tan firmes que no me salió a cuenta".
Confesó que cuando joven no entendía cómo su madre ejercía tanto control sobre ella, cómo no le dejaba ser una niña normal, aunque ahora que es madre entiende que solo quiso lo mejor para ella. Durante esa época de rebeldía escribió un libro denunciando la juventud que le habían obligado a vivir, pero que ahora se arrepentía y reconocía las bellas personas que habían sido sus padres.
La tenista se echaba a llorar al recordar el fallecimiento de su progenitor y no quiso responder a una única pregunta que le lanzó Mamen Mendizábal: "¿Te has sentido el motor económico de tu familia?".
Paula Hergar
Periodista, redactora de LOS40 y mocatriz. Crecí creyendo que vivía en una serie de televisión y todo...