Gwyneth Paltrow desvela que el coronavirus le ha dejado unas inquietantes secuelas crónicas

La actriz pasó el COVID-19 en enero y la situación le ha obligado a cambiar de dieta para reforzar sus defensas

Gwyneth Paltrow acude a una gala de arte en mayo de 2019 en Nueva York, Estados Unidos / Theo Wargo (WireImage vía Getty Images)

Uno de las grandes inquietudes que genera el coronavirus tiene que ver con sus secuelas. Muchas personas que han pasado la COVID-19 han experimentado algunos síntomas persistentes después de haber superado la enfermedad. Pérdidas de olfato interminables, cansancio generalizado, palpitaciones, malestar general, pitidos en los oídos e incluso fiebre repentina son más comunes de lo que parece. Si no, que se lo digan a Gwyneth Paltrow, quien lo ha vivido en sus propias carnes.

La actriz ha desvelado en un post de su página web, Goop, cómo le ha afectado a ella el coronavirus. "Tuve la COVID-19 a principios de enero", confiesa. "Eso me dejó con algunos síntomas persistentes, entre ellos fatiga y una suerte de niebla mental". Ambos son síntomas muy inquietantes y molestos porque provocan bloqueos, mareos y malestar general. Y, además, son relativamente comunes. 1 de cada 10 personas los padece.

"En enero me hice varios test que desvelaron que tenía unos altos niveles de inflamación en mi cuerpo, así que contacté con algunas eminencias en este campo, entre ellas el doctor Will Cole. Después de hacerme varios análisis, me explicó que a veces el camino de la recuperación total es mucho más largo de lo habitual".

La actriz de Los Vengadores y, paradójicamente, Contagio, confiesa que una de las formas más eficaces para reforzar el cuerpo tras pasar el coronavirus es a través de una dieta equilibrada sin azúcares ni alcohol en la que se potencie el consumo de verduras. Después ha comenzado a dar una serie de pautas de cocina 'detox' que podéis leer en este enlace.

Paltrow, Cole y otros muchos médicos recomiendan que las personas que hayan pasado el coronavirus –y, por supuesto, esto se aplica a quienes no estén infectados– sigan una dieta equilibrada y nutritiva que fomente el consumo de vegetales, legumbres, lácteos, huevos e incluso carnes y pescados, aunque estos con mayor moderación.

La propia Sociedad Española de Inmunología pide que se fomenten estos hábitos de consumo saludables, así como hacer ejercicio entre tres y cuatro veces a la semana y dormir 7 u 8 horas al día y que, además, se eliminen de nuestros vicios todo resquicio de alcohol y tabaco.