¿Aún no te has hecho millonario comprando Bitcoin?
Yo tampoco. Pero ya que estamos… Hablemos de criptomonedas.
Raro será que a estas alturas no hayas oído hablar de la 'Blockchain' o que no conozcas todavía el mercado de las criptomonedas. Todos aquí hemos oído hablar de un modelo de transacciones descentralizado en el que los usuarios son los que certifican en cada transacción un histórico inalterable del mismo. Esa es la definición que tienes que dar para quedar 'como dios' cuando alguien te pregunte.
A esas blockchains (es una tecnología, pueden crearse tantas como vengan en gana) se pueden vincular lo que conocemos como NFT (Non Fungible Token); moneda de pago para los usuarios que mantienen y hacen crecer la red usando sus ordenadores y consumo de luz (lo que se conoce como "minar"). Ahí es donde nacen Bitcoin, Ethereum, DogeCoin y el resto de las cientos de “monedas digitales” que se ofertan en el “CryptoMercado” como "símbolos" de sus respectivas tecnologías y que se convierten no sólo en el pago tecnológico para aquellos que "minan" sino en un producto nuevo para un mercado de valores.
Así pues, el hecho de que estos tokens tengan un valor en dólares o euros es algo que depende enteramente de la comunidad y que ha crecido con inercia propia como símbolo de que un futuro con crypto-monedas es el camino a seguir.
Actualmente, existe un potente mercado de valores cuyo valor asciende al de 1.6 Trillones de dólares. Y eso, amigos, es dinero de verdad.
Lógicamente, se espera que todo esto tenga un giro de guion en algún momento y que este mercado imparable tenga un gran ajuste de cara al futuro. De momento, el pueblo habla; y Bitcoin y Ethereum quieren considerarse “el oro y la plata” de un futuro con blockchains y pagos descentralizados pero, aunque así fuera (que está por ver), algo tendrá que ocurrir con los valores que conforman la interminable lista de criptomonedas que cada uno de sus creadores vende como el proyecto del siglo.
Aquí es donde surgen todos esos nombres raros (Litecoin, Verge, Stellar, Cardano... la lista es interminable) por los que la gente apuesta y que responden a estímulos de mercado totalmente independientes de la bolsa de Wall Street. Un mercado que se mueve por tweets, habladurías y videos de youtubers que prometen convertirte en millonario en poco tiempo.
Videos como este: miles, todos los días. Pero lo verdaderamente divertido es que todas esas monedas podrían haberte convertido en millonario de verdad, porque todas ellas nacen con un precio estúpido y del pueblo depende que crezca la locura y que su valor suba como la espuma; pero claro, hay que saber en qué momento comprar y en qué momento vender para salir victorioso de la jugada. Vaya, que técnicamente aún estás a tiempo de comprar alguna monedita que tenga un valor de chiste para acabar riéndote del día en que leiste este artículo desde tu yate chapado en oro dentro de 2 años (altamente improbable).
Aquí entran los tweets y promesas de futuro de ‘gurús’ como los gemelos Winklewoss (co-creadores de Facebook, para algunos) o John McAffee, el archiconocido dueño del famoso antivirus (que ingresaba en prisión hace poco), que crean estímulos de mercado de horas de duración y que contagian la locura entre aquellos que andan metiendo y sacando dinero del cripto-mercado. Promesas que prometen valores determinados para una moneda a tres meses vista y que pueden acabar drenando tu cuenta bancaria casi sin que puedas darte cuenta y descentralizándote a ti; sumiéndote en una temporada de locura e insomnio.
Al final, para que tengáis claro el concepto; en el cripto-mercado todo gira en torno a crear un proyecto ligado a la tecnología ‘blockchain’ para crear una moneda que de un símbolo a tu proyecto y permita a los usuarios “apostar por él” comprando tus moneditas. Que los usuarios presten atención al trasfondo del proyecto o que tiren su dinero a ciegas para comprar la monedita y especular, es donde puede crecer el problema.
Quizás el famoso caso de DogeCoin sea el símbolo para dar forma a toda esta locura intangible, posiblemente la razón por la que cada vez hay más dudas dentro de este mercado descentralizado. Una moneda creada por un ingeniero informático para hacer la gracia a partir de la imagen del famoso del perro Shiba utilizado para hacer memes en internet.
La moneda, que como veis no brilla por la propuesta de su proyecto, ha registrado uno de los mayores crecimientos del crypto-mercado multiplicando por 10 su valor en cuestión de horas, en parte gracias a los tweets de celebridades y personalidades del mundo tech como Elon Musk, (que habrán visto clara la posibilidad de multiplicar su dinero a base de tweets utilizando el ansia de la gente por convertirse en millonario) que la llevaron en días de un valor de 0,008$ al de 0,08$.
La gente se pregunta si DogeCoin llegará algún día “al dólar”, como la respuesta a una vida de lujos y frenesí. De ser así, amigos, tendremos una nueva e interesante redistribución de la riqueza en internet. Recordemos que ya ha habido una redistribución de la riqueza con Bitcoin, que empezó usándose para pagar una pizza (10.000 bitcoins por un pizza en 2010) y hoy se cotiza en un valor que sobrepasa los 50.000 dólares (salió cara la mozzarella).
Sabiendo esto, sería divertido llegar a un futuro en el que DogeCoin se convierta en “la moneda de internet” y que su valor tenga que ser reconocido por las entidades institucionales.
Dicho esto, dejamos por escrito que este artículo busca saciar vuestra curiosidad (si la hubiere) y aportar un puntito de cultura digital a los que estén más desconectados. Entrar a formar parte del cripto-mercado tiene un riesgo importante y debéis saber que la volatilidad de cualquiera de sus activos es extremadamente alta. Si algún día decidís comprar alguna de esas monedas, tened siempre muy claro, que en mercados como este, no hay que invertir más de lo que estés dispuesto a perder.