Armie Hammer cae en un pozo oscuro: parafilias, canibalismo, despidos y una esposa “devastada”
El actor se ha mudado recientemente de su mansión en Los Ángeles, que ha vendido por más de 5 millones de dólares, y trata de mantener un perfil bajo
Armie Hammer acude a un evento celebrado en París, Francia, en diciembre de 2018 / Stephane De Sakutin (AFP via Getty Images)
Armie Hammer acaba de caer en un pozo oscuro y sin fondo. La carrera del actor está prácticamente acabada después de que se diera a conocer que durante un tiempo el protagonista de Call Me By Your Name acostumbró a escribir a fans diciéndoles toda clase de barbaridades obscenas y parafílicas entre las que se encontraban perversos deseos de mutilación, canibalismo, sexo duro y violación.
Al principio se dudó mucho de la veracidad de estas acusaciones. Al fin y al cabo, se trataba de una serie de pantallazos compartidos por una persona no identificada que podrían haber sido fácilmente manipulables o simplemente estar descontextualizados. Sin embargo, poco a poco más mujeres confesaron haber sido contactadas por el actor, que seguía una especie de patrón. Aunque , evidentemente, no podemos asegurar al cien por cien que Hammer sea responsable de todo lo que se dice de él, algunas productoras y hasta su exmujer han dado por válidas las acusaciones y desviaciones del intérprete y han decidido desmarcarse de su figura.
Sobre él no pesa ninguna acusación oficial ni nadie lo haya demandado en los tribunales: todo se trata, de momento, de fantasías nunca cumplidas, mensajes obscenos y reprobables y algún que otro comportamiento inadecuado que nunca pasó de ser, según algunos amigos cercanos a Hammer citados por Vanity Fair, "bromas perversas" o "actos estúpidos" que, realmente, no representan a la persona real que hay detrás.
Sin embargo, Armie Hammer ha perdido ya a su agencia de representantes y dos rodajes importantes: Shotgun Wedding, donde iba a rodar con Jennifer López y en la que ha sido sustituido por Josh Duhamel, y la película The Offer (La Oferta), que se centraba en el proceso de producción y rodaje de la emblemática cinta de Francis Ford Coppola, El Padrino. Hammer ha sido despedido de ambos rodajes –él alegó que para estar cerca de su familia en estos tiempos complicados, aunque la razón parece ser bien distinta– y su futuro en Hollywood pende de un hilo que está a punto de romperse.
La última en sumarse al desmarque generalizado de la figura de Hammer es su exesposa desde 2020 y madre de sus dos hijos, Elizabeth Chambers, quien se divorció del actor tras sus reiteradas aventuras extramatrimoniales. Ella al principio pensó que todas estas acusaciones le parecían infudadas o exageradas pero ahora parece ver las cosas de otra forma. "Desde hace semanas he tratado de procesar todo lo que ha trascendido", explica en su cuenta de Instagram.
"Estoy en shock, con el corazón roto y devastada. Más allá de los lamentos, estoy escuchando y seguiré escuchando para educarme a mí misma en estos asuntos tan delicados. No era consciente de lo que mucho que no sabía. Apoyo a cualquier vícitma de acoso o abuso e incito a cualquiera que haya experimentado este dolor a buscar ayuda para curarse. Durante un tiempo no me volveré a pronunciar sobre este asunto. Mi único foco de atención estará en nuestros hijos, mi trabajo y en recuperarme del dolor que me ha producido esta situación tan difícil".
Recientemente Hammer ha vendido por más de 5 millones de dólares la mansión que compartía en Los Ángeles junto a Elizabeth Chambers. Para que los medios no lo acosaran, ha realizado el traslado durante la madrugada. Una acción que arroja aún más incertidumbre sobre la situación por la que pasa esta estrella del cine que ascendió tan rápido al cielo que, como Ícaro, acabó quemándose con los rayos del Sol. ¿Será dura la caída? El tiempo y los hechos dirán.
