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Karlos Arguiñano se calienta contra los políticos: “¡Hasta el moño! Son unos moñosos y unos gorileros”
El cocinero, cuchillo en mano, estaba preparando un suculento guiso cuando empezó a coger carrerilla: primero, los franceses; después, la gestión política de la pandemia
Karlos Arguiñano se ha convertido por unos minutos en el máximo representante del malestar social provocado por la pandemia. No es solo que la gente esté cansada de la situación provocada por el coronavirus, la crisis económica consecuente, la incertidumbre sobre el futuro y las interminables restricciones de movilidad y trifulcas políticas, sino que existen una serie de incongruencias provocadas por la gestión de los gobiernos que tan solo consiguen empeorar un caldo de cultivo social bastante complejo.
Entre ellas está la que ha señalado Arguiñano en su programa de cocina: la llegada masiva de turistas todas las semanas. Mientras que muchas Comunidades Autónomas tienen cierres perimetrales que impiden la movilidad de los ciudadanos en plenos festivos, turistas franceses pueden venir a campar a sus anchas en la Comunidad de Madrid.
Una situación que ha mosqueado a muchos ciudadanos, independientemente de su ideología, que no entienden por qué un manchego no puede ir a la capital a ves a sus padres pero un extranjero sí puede venir a disfrutar de los placeres de la Gran Vía, tomarse unas cervezas e incluso enfrentarse a la Policía cuando les piden que se calmen o abandonen las terrazas.
"Sobresaliente les van a dar a nuestros gobernantes. Nos tienen locos, ¿verdad?", señala Karlos Arguiñano en su programa de cocina. "Hay una cosa que no entiendo. Yo soy guipuzcoano y no puedo ir a La Rioja, que está aquí al lado. Fíjate si a mí me gusta La Rioja, ir a comer a La Alameda, en Fuenmayor. Tengo unas ganas... Pues yo no puedo ir. Y sin embargo los franceses vienen como locos a España, que entran por Barajas la mayoría de ellos. ¿Eso cómo es? ¿Me lo podéis explicar?"
Mientras sostiene un cuchillo y corta los ingredientes de su delicio guiso, el cocinero empieza a calentarse y coger carrerilla: "Nosotros no podemos ir a saludar a nuestros abuelos con todos los cuidados pero los franceses vienen y se maman como osos, porque se maman como osos, los hemos visto: 'pogque aquí hay juegga, aquí mucho bonito, venimos aqui a disfgutag, todos contentos de venig a espana a mamaros como osos'", satiriza.
"Con la mascarilla por aquí, enseñando el culo a las cámaras. ¿Qué tiene que venir, Macron? ¿Los de aquí qué? ¿En lugar de ponerse a mandar? Vamos a controlar un poquito el país, porque bastante tienen los políticos con sus rollos. Porque tienen sus rollos que son insufribles. ¡Estamos los españoles ya hasta el moño de los políticos! ¡Hasta el moño!".
"Cuando no hay un moño solo, parece ser que moños llevan casi todos. Porque se comportan casi todos como unos moñosos. Qué gorileros son. Qué barbaridad. Qué ganas de estar sentados en unos asientos... ¡Es que mientras discuten no están gobernando! Si hubiese 100 buenos... ¡Pero tenemos 10.000 malos! 100 buenos nos bastaría para que España fuese un país líder. Somos el hazmerreír del resto del mundo".