Miquel Montoro, el chico de ‘Hòstia, pilotes!’, cuenta su historia como influencer rural
Un adolescente que siente amor por la vida de campo… sin duda, diferente

Miquel Montero publica su primer libro. / Foto cedida por Planeta Editorial
En un mundo globalizado donde vemos tanto artificio y copia, la autenticidad y lo diferente llaman la atención y si hay alguien que posee ambas cualidades es Miquel Montoro. Puede que su nombre no te suene de primeras, pero seguro que la cosa cambia si hablamos del chico del viral: ‘Hòstia, pilotes!’. Un adolecente que, en pleno siglo XXI, declara que quiere ser payés y no duda en divulgar contenido sobre las labores del campo, la agricultura y las costumbres de nuestros antepasados.
Así es como se muestra en sus redes sociales y es que, pese a su corta edad, se ha convertido en uno de los mayores divulgadores de la vida rural. Ahora da un paso más y cuenta sus historias en un libro.
“No es un libro cualquiera. Es un manual de instrucciones para conocer el planeta del que ha llegado Miquel Montoro..., es decir, ¡yo mismo! Si quieres saber de dónde vengo, quién soy y qué rumbo toman mis aventuras, este es tu libro. Aquí voy a contarte mis mejores historias: las de mi día a día en el campo mallorquín, otras entre cámaras y platós y muchas otras historias extraordinarias rebosantes de imaginación. Si vienes conmigo, descubrirás animales increíbles, amigos invencibles, curiosidades de mi vida personal y una invitación a probar recetas que están para chuparse los dedos. Ya huelo les pilotes...Mmmm, ¡qué ricas están!”, empieza.
LOS40
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Un viral que surgió sin muchas pretensiones, pero disparó su popularidad. “Lo colgué en las redes sociales solo para hacer la gracia, para que todo el mundo pudiese ver aquellas pilotes de carne tan ricas que cocina mi madre y la salsa de tomate que hace que las preocupaciones se queden por unos instantes en otra dimensión”, confiesa en el libro.
Inicios amateurs
Ahora es un fenómeno de las redes sociales y suma seguidores a su canal de youtube cada día. Y todo empezó de casualidad cuando unas compañeras de clase le preguntaron por qué no abrían él y su amigo un canal de youtube para hablar del campo si tanto les gustaba. No tenían ni idea de cómo hacerlo, pero se pusieron manos a la obra y empezaron de la manera más rudimentaria. Recuerda cómo fabricaron un trípode con ramas de olivo.
“Quizá estábamos muy lejos de la sofisticación de las grabaciones de todos aquellos influencers, pero la inocencia, el ingenio y las ganas de reír nos dieron la oportunidad de registrar momentos únicos que compartimos en la red con los primeros suscriptores”, recuerda.
Ahora podemos considerarle un influencer aunque él lo ve de otra manera. “Algunos dicen que soy payés, otros que soy youtuber. También he oído que dicen que soy famoso, y es cierto que, a veces, la gente me pide fotos por la calle, pero en realidad yo me veo de una forma diferente a como me ven los demás. Lejos de sentirme reconocido, vivo mi vida de la forma más sencilla que puedo: me considero un adolescente de catorce años que ama el campo y siente devoción por las tradiciones mallorquinas”, asegura.
- fragmentos del libro
Primer viral
Antes del ‘hòstias, les pilotes!’, tuvo otro vídeo viral, el de Ses taronges. El éxito de aquel vídeo llamó la atención de los medios de comunicación que se interesaron por conocerle. “Yo me sentí un poco Astérix, como si fuese una isla desierta que resiste en medio del mar. ‘¿Por qué lo haces, Miquel?’, ‘¿Realmente quieres ser payés?’, ‘¿Cómo sabes tanto sobre la cosecha, las fases de la luna, los tractores o los nombres de las herramientas y los trabajos antiguos?’”, le preguntaban en aquel entonces.
En este libro cuenta cómo comenzó su aventura en YouTube y cómo ha llegado a ser quién es hoy. También ofrece recetas, cuenta su experiencia con el bullying y reflexiona sobre temas como el cambio climático o el futuro de la agricultura. Finalmente se incluye un capítulo final de preguntas y respuestas en el que Miquel aborda temas como el amor, la libertad, la justicia o la tauromaquia, de la que se declara detractor.












