Especial
‘La Isla de las Tentaciones 3’: La desesperación de Lucía y Manuel frente a las lágrimas de Fiama
Sandra Barneda llegó a insinuar que podría haber sentimientos candentes aún
Cualquier espectador de La Isla de las Tentaciones lo sabe: Manuel no tuvo la manita relajá. Pese a empezar el programa de lo más sensible por separarse de su novia, su comportamiento cambió radicalmente al entrar en Villa Montaña.
Inaugurando la primera infidelidad de la edición con dos solteras distintas, el 'Maluma de Cádiz' acaba prendado de la repetidora Fiama. Lucía, buscando explicaciones, le pidió una hoguera de confrontación en la que dio un paso al frente y acabó con la relación y con su paso por el programa.
Ella abandonó sola la isla, mientras que él lo hizo junto a Fiama para empezar una nueva relación. Sin embargo, parece haberles cambiado mucho la vida en tan sólo seis meses.
Lucía empezaba su charla con Sandra Barneda dejando claro que es otra. Le parece una locura pensar que necesita un hombre para estar completa, y afirma no haber tenido apenas -más que dos encuentros esporádicos por el pueblo- con Manuel.
Pero lo fuerte vino en el vuelo de 9 horas de vuelta a España: Según ella, él no paró de arrepentirse de la decisión que tomó e incluso llegó a haber beso en el avión. Eso sí, nada más bajarse del avión él se quedó en Madrid en vez de bajar a Cádiz para quedarse conociendo a Fiama.
La versión de Manuel
El Jesulín de Ubrique de Puerto Real llegaba al reencuentro con varias diferencias en su historia. Tremendamente enfadado, contó que fue Lucía la que en todo momento se acercó a él para poder volver. Hasta el extremo que intentó ir al cuarto de su ex para "oler su ropa" mientras éste estaba en Madrid.
Sin embargo, su estancia en Madrid para conocer a Fiama no acabó del todo bien. Aunque muy dispuestos a conocerse bien, al final no encajaron y terminaron quedando de amigos. Ella, que entró en escena, confirmó que su caracter fuerte no tenía mucho que ver con el del gaditano -quien, por cierto, no le contó el episodio de los besos en el avión-.
Comienza la bronca
Mientras Lucía entraba en la charla, Manuel entraba en cólera y llegaba a gritar exigiéndole que contase los cuernos que su ex le había puesto a sus anteriores novios. Sandra Barneda, con los ojos como platos, intentaba relajar la situación pidiendo empatía por Fiama.
La discusión llegó a tal nivel que la presentadora obligó a la expareja a ponerse de espaldas para evitar miradas que provocasen cualquier tipo de problema. Con ello, llegó una distendida conversación en la que Fiama y Lucía acabaron dialogando de manera pacífica y apoyándose en sus argumentos. De hecho, se dieron dos besos a la salida de la canaria de plano.
¿Aún hay sentimientos?
Los gritos y reprimendas de ambos sólo dejaron clara una cosa a Sandra Barneda: Aún había algo entre ellos. Aunque aparentemente sólo había rencor, tanto odio sumado al tonteo entre gritos indicaba que ninguno de los dos lo había superado.
Por ello, la presentadora les instó a decirse una última cosa agradable. Aunque siguieron las pullas, Lucía confesó que nunca tuvo problemas con el trato directo de su ex hacia ella. Él, sólo le deseó encontrar a un chico que la quisiese bien, de manera recíproca y que no basase su relación en prohibiciones para dejarla ser ella misma.