Vivir con un OnePlus 9 Pro en el bolsillo
¿Tiene algún punto flaco la nueva bestia china?
Oneplus 9 Pro / Soujiro
Largo tiempo hemos estado esperando. Como siempre más de 6 meses de rumores y dientes largos para llegar a este momento en el que ponemos por fin las manos encima del nuevo OnePlus 9 Pro y salimos de dudas. ¿Cuán cerca queda el nuevo buque insignia de OnePlus de ser el móvil perfecto?
Vamos a empezar por lo básico: el diseño.
El último 'Pro' de OnePlus. / Soujiro
Nadie va a poner en entredicho a OnePlus ahora mismo. Desde que llegaron como los “flagship killers” han lanzado teléfonos que rezuman I+D y saber hacer. OnePlus 9 Pro no es una excepción.
OnePlus 9 Pro es un teléfono muy equilibrado, es grande pero sin romper costuras en los bolsillos. Este modelo Pro llega con una ligera curva en la pantalla (no presente en el modelo normal) que ayuda a perder los bordes laterales casi por completo, y reduce también los bordes inferior y superior a la mínima expresión.
Como marca ya la costumbre, aísla la cámara selfie en su propio orificio y podrá quedar completamente enmascarada si escogemos el fondo de pantalla apropiado.
El perímetro metálico del teléfono alberga el botón de encendido y el clásico slider de tres posiciones para cambiar el modo del teléfono (silencio, vibración y sonido) sin tener que encender la pantalla a un lado y los botones de volumen al otro.
El panel trasero ha sido pulido de forma especial. El modelo ‘Morning Mist’ (que es el que tenemos entre manos aquí) tiene un pequeño degradado en el pulimento que hace que la capacidad de ‘reflejo’ se pierda poco a poco, conservando el mismo tono “plata” o “gris” para toda la pieza. Personalmente soy más fan de los acabados ‘mate’ que, además, no son imanes de huellas dactilares, aunque esto siempre es cuestión de gustos.
El modulo de cámaras es sobrio, bien organizado y muy poco prominente, imperceptible si le ponemos funda al terminal. Y, por supuesto, lleva grabado el logotipo de Hasselblad (hablaremos luego del tema).
El resumen de todo esto es que no hay posible queja en este apartado. El diseño y la construcción del último Pro de OnePlus son impecables.
Encendamos el móvil
Muchas cosas llaman la atención al encender este OnePlus 9 Pro por primera vez. Sobretodo si lo haces después de un par de años sin actualizar terminal.
Ya sabéis que la experiencia de OnePlus es, casi de forma indiscutible, la más limpia y fluida de todo el territorio Android; su sistema operativo tiene ‘nulo nivel de intrusismo’; no hay apps pre-instaladas, software redundante ni publicidad.
Este año, OnePlus ha equipado su Pro con un Snapdragon 888 y con 8 (o 12) Gb de RAM, lo que garantiza que Oxygen OS funcione como nunca (o como siempre, realmente, según se mire).
Del resto se encarga la pantalla; luminosa (aunque puede dar algún problema de visibilidad bajo un sol castigador) y con refresco adaptativo de hasta 120 Hz. Esto quiere decir que la pantalla elegirá el refresco que más se acomode al uso que estéis dando al teléfono. El más bajo para mostrar la hora y el más alto para navegar y abusar del scroll, dejando por medio refrescos intermedios para jugar y ver videos. Una manera impecable de dar siempre lo mejor, tratando de salvar miliamperios de batería.
Y es que la batería es uno de los poquitos puntos críticos de este OnePlus 9 Pro. Un uso moderado y juicioso de vuestro teléfono asegura terminar el día con un 30% de energía remanente, pero el uso prolongado y exhaustivo del terminal bien podría pediros un pinchacito a la corriente antes de que acabe el día. Hablo de problemas para pasar el día encendiendo el teléfono mucho para poner las cámaras a prueba, viendo videos de vez en cuando, con el GPS encendido, atendiendo WhatsApp sin parar… ya sabéis, una vida basada en el apartado que tenéis entre manos (que no debería ser así, por salud…).
La buena noticia es que la carga rápida de OnePlus es más rápida que nunca. El teléfono se carga de 1 a 100% en 29 minutos si lo hacéis a través del puerto USB-C y con el cargado original (que viene en la caja) y no tarda mucho más si lo cargáis de forma inalámbrica usando el cargador oficial de 50W de OnePlus.
Se pueden hacer cositas para intentar alargar la vida del teléfono durante el día. Hay modos de ahorro de batería dedicados a ello y opciones como disminuir la resolución de la pantalla (de QHD a 1080p) o devolver el glorioso refresco adaptativo a los clásicos 60Hz; pero he probado todo y he sacado muy poca batería a cambio.
El resumen sería algo así como: “OnePlus 9 Pro consume batería con ganas si haces méritos, pero una parada técnica muy cortita (de pocos minutos) basta para obviar el problema”.
Dicho esto, parece buen momento para saltar a…
Las cámaras
Mucho se ha hablado del apretón de manos que ha habido entre OnePlus y Hasselblad para convertir al OnePlus 9 Pro en el rey de la fotografía. No es un trabajo fácil, pero con los precios disparatados del mercado Pro actual y con Huawei fuera de juego por tener a Google de espaldas, parecía un buen momento para hacerlo.
El modulo de cámaras es elegante y luce el logo de 'Hasselblad'. / Soujiro
Como siempre, nos damos de frente con el problema del ‘hype’. La emoción de los fans que dejan volar la imaginación y un CEO incendiando Twitter con fotografías y declaraciones crean expectativas que luego son difíciles de cumplir. Y es una lástima, porque tengo la sensación de que, de haber moderado un poquito el impacto en redes, las cámaras de este teléfono estarían siendo mucho más alabadas.
No nos entendamos mal, dejemos claro desde ya que de las cuatro cámaras que tiene este teléfono, hay dos que son (posiblemente) las mejores del mercado. Y se puede decir sin tartamudear.
El gran angular de OP9 Pro quita el hipo. / Soujiro
La cámara principal de OnePlus 9 Pro sólo encuentra rival en teléfonos con etiquetas mucho más altas que la suya. Y el gran angular del teléfono es, simplemente, el mejor de su categoría hasta la fecha. El primero en incorporar una lente correctora para eliminar la distorsión de ‘barril’. Ambas cámaras impresionan con un manejo excepcional de la luz que te hace obviar por completo el modo HDR y una cantidad de detalle abrumadora.
Luego llegan las otras dos cámaras. Una lente ‘zoom’ de 8MP que nos da 3.3 aumentos, que brilla con luz pero que agradece la ausencia de detalle (demasiado detalle puede llegar a enseñar las vergüenzas del sensor). Pide a gritos un ‘extra’ de megapíxeles para futuras revisiones (12, por favor) y ese f2.8 adolece la iluminación pobre.
El 'zoom' cumple pero cuando hay mucho detalle puede defraudar. / Soujiro
Por último, un sensor de 2MP para conseguir mejores fotos en blanco y negro que, directamente, podría no estar. Cualquier mejora en el sensor 3x habría sido mejor inversión que la adición de una cuarta cámara que nadie va a utilizar.
La intervención de Hasselblad en este conjunto de cámaras se limita a ‘tunear’ la experiencia. El mayor distintivo llega con el color, que ha sido estudiado y tratado por los suecos para despedir por fin las fotografías cantarinas hiper-saturadas del panorama movilístico y dar la bienvenida a los colores que pintan la realidad. Además, añaden detalles como el sonido del obturador al echar la foto, pero queda claro que la inversión de 150 millones de dólares que OP ha hecho con la marca, dará mejores frutos en el futuro, cuando los suecos empiecen a tocar el hardware.
Luego están los ‘modos’. Del retrato diremos que “cuando acierta, lo hace muy bien”, aunque a menudo hemos encontrado fallos en la detección entre planos y el sujeto fotografiado puede parecer “recortado con tijeras”. El “modo noche”, por su parte, es todo lo que pido para la fotografía noctura; una ayuda cuando falta la luz; no que me iluminen la foto como si fueran las cinco de la tarde cambiando el color del cielo, que es lo que vienen haciendo todos los móviles hasta la fecha. Y por último el modo Pro, que permite tirar fotos RAW de 12bits y tiene detalles como ‘focus peaking’ para manejar el enfoque de forma manual y visual.
Noche OFF / Noche ON / Soujiro
El modo noche hace "lo que tiene que hacer". Sin pasarse. / Soujiro
Una curiosidad; el modo noche y el modo ‘Pro’ no pueden utilizarse con la lente ‘zoom’. Y no tiene pinta de ser algo que vaya a arreglarse en actualizaciones futuras de software.
El video, por su parte, permite grabar en 4K hasta 60 frames por segundo y tiene un modo super-estable que funciona en situaciones calmadas y contraladas. Echar a correr con ese modo activado provocará temblores en la imagen que prefieres no tener. Y la cámara selfie cumple con su cometido, tiende a exponer al sujeto olvidándose del entorno y puede acabar quemando cielos, pero no deja de ser una cámara selfie que yo, personalmente, sólo uso para el desbloqueo facial (que funciona como un rayo, igual que la huella).
Sinceramente, para que nos entendamos (y dejando el logo ‘Hasselblad’ a un lado), hay dos cámaras en este teléfono (angular y gran angular) que son ‘dieces redondos’; sensores luminosos que buscan y encuentran el detalle. La tercera cámara es un ‘7’; un sensor que pide 4 megapixeles más de los que tiene y una lente que quiere olvidarse del f2.8 para poder sacar algo más de luz. En situaciones ideales puede daros ‘fotazas’, pero no siempre será así.
Perdonad que insista, pero el gran angular... / Soujiro
Conclusión
Como ya sabíamos antes de hincarle el diente: el móvil perfecto no existe; pero OnePlus va estrechando la lista de ‘faltas’ para acercarse a esa utopía. Vivir con OnePlus 9 Pro en el bolsillo sólo te hace echar en falta un mejor ‘zoom’ y ‘una de esas baterías que duran dos días’ con la idea de poder olvidarte por completo de las cargas en un viaje o similar (para el día a día, siempre encontrarás un enchufe en algún lado).
Por lo demás, la experiencia es inmejorable y, como siempre con OnePlus, 200 euritos por debajo de la competencia directa. Si estás pensando en cambiar de móvil y quieres saltar al mercado ‘Pro’, la opción de OnePlus es una de las mejores del mercado.
