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Con ‘Waterloo’ nació el fenómeno ABBA hace 50 años
Waterloo proporcionó a Suecia su primer triunfo en Eurovisión y para ABBA supuso “la única ruta que tenía un grupo sueco para triunfar fuera de Suecia”
El 6 de abril de 1974, un desconocido cuarteto sueco que acababa de estrenar su nombre artístico, ganó el XIX Festival de la Canción de Eurovisión. La victoria disparó al grupo en su camino a la fama mundial. Waterloo proporcionó a Suecia su primer triunfo en Eurovisión y para ABBA supuso “la única ruta que tenía un grupo sueco para triunfar fuera de Suecia”. Lo que hoy nadie duda es que con Waterloo nació el fenómeno ABBA.
El primer intento: Ring Ring
No era la primera vez que Björn & Benny, Agnetha & Frida (como se llamaban entonces) intentaban ganar Eurovisión. Ya el año anterior, en 1973, se habían presentado con la canción Ring Ring. Y estuvieron cerca, pero acabó tercera en el proceso de selección.
Ring Ring, que formó parte del debut homónimo del grupo, fue sin embargo un gran éxito e impulsó una gira por Suecia. El cuarteto decidió presentarse como grupo y prepararse para la siguiente edición de Eurovisión. El único problema era su nombre: necesitaban algo menos complicado, más directo y eficiente. Al parecer, fue Stig Anderson, su manager, quien encontró la mejor solución: simplemente, mezclarían las primeras letras de cada de uno de sus nombres. Y así nació ABBA.
Eurovisión: “la única ruta de un grupo sueco para triunfar fuera de Suecia”
Probaron de nuevo en 1974. Según Björn: “Sabíamos que el Festival de Eurovisión era la única ruta que tenía un grupo sueco para triunfar fuera de Suecia”. Por eso, cuando entraron en el Metronome Studio, en Septiembre de 1973, su principal objetivo, además de preparar su segundo álbum, era componer una canción para Eurovisión.
Björn y Benny se retiraron a su casa de la isla de Viggsö, en el archipiélago de Estocolmo, y rápidamente crearon toda una ristra de nuevos temas. Uno de ellos, tenía un ritmo ‘uptempo’ y parecía ser el correcto para impresionar al público eurovisivo. Grabaron una demo en un cassette y Stig Anderson trabajó en la letra. La canción era contagiosa. Stig sabía la importancia de hacer una letra igual de contagiosa, y sobre todo, era vital encontrar el título adecuado.
Lo que nació como Honey Pie y se convirtió en Waterloo
Al principio, la llamó Honey Pie, pero no terminaba de gustarle. A primera hora de la mañana de un sábado, hojeando un libro de citas famosas, finalmente encontró la palabra que estaba buscando: Waterloo.
El concepto, por supuesto, hacía referencia a la legendaria derrota de Napoleón Bonaparte por parte de las fuerzas británicas y prusianas en la batalla cercana a la ciudad belga, el 18 de junio de 1815. Stig utilizó ese acontecimiento histórico como metáfora de una mujer que compara la forma en la que ha caído rendida a un hombre del que está enamorada, con la manera en la que el famoso líder militar francés cayó rendido en la legendaria Batalla de Waterloo. Ella se refiere al hombre como “su Waterloo”.
Waterloo empieza: "My, my, At Waterloo, Napoleon did surrender. Oh yeah, And I have met my destiny in quite a similar way." (En Waterloo, Napoleón se rindió. Y he encontrado mi destino de un modo similar). Es una de las frases más insólitas en la historia del pop.
Primer álbum de ABBA como ABBA
Las sesiones de grabación empezaron el 17 de diciembre de 1973, en el Metronome Studio. Benny Andersson y Björn Ulvaeus estaban convencidos de que era la llave del éxito internacional. Además de componer la música, se encargaron de la producción.
El 4 de marzo de 1974, pocas semanas después de que la banda finalmente hubiera conseguido sus billetes para viajar a Brighton (donde se celebraba ese año el Festival), salió a la venta en Suecia su segundo álbum, titulado Waterloo. Era el primero que mostraba al grupo como una entidad unificada, porque realmente fue el primero del cuarteto con su nuevo nombre ABBA.
“Es un auténtico calvario”
El 6 de abril de 1974, Waterloo sumó 24 puntos y ganó fácilmente el Festival de Eurovisión. Sus rivales más cercanos fueron Gigliola Cinquetti, representante de Italia con Si (nº2 con 18 ‘points’) y Mouth and MacNeal, de Países Bajos, con I see a star, que obtuvo el puesto nº3 con 15 puntos. Ese año también participaba Olivia Newton-John por Reino Unido con Long live love (nº4). Peret representaba a España con Canta y sé feliz, y quedó en el puesto nº9 (con 10 puntos).
El proceso de espera, hasta que conocieron el veredicto final del jurado, fue terrible. Björn estaba tan nervioso que no paró de morderse las uñas y al final se tuvo que apartar de sus compañeros que estaban pendientes del monitor. "Nadie puede imaginarse la tensión de un evento como ese. Tu piel se eriza, tu estómago se hace un nudo y tu garganta se reseca. Quieres salir de allí corriendo, y al mismo tiempo estás allí clavado, embobado. Créeme, es un auténtico calvario. Solo Frida pudo mantenerse tranquila: "Me sorprendí a mí misma porque creo que estaba fría como el hielo", recuerda. "La reacción llegó después. Era difícil creer que habíamos ganado este importante certamen".
“No eres compositor, no has entendido esto, ¡eres un sueco tonto!”
Stig corrió al escenario a recoger el premio como compositor y repetía 'thank you' en los idiomas de varios países participantes. Lo había ensayado por la tarde. Cuando Björn y Benny intentaron alcanzar el escenario, fueron retenidos por los guardas de seguridad que insistían "solo se permite que los compositores accedan al escenario durante la ceremonia”. "Los guardas decían 'no eres un compositor, no has entendido esto, ¡eres un sueco tonto! Tienes que esperar", recuerda Björn. "La forma en la que estaba vestido le llevó a pensar 'no puede ser el compositor'".
Un vestuario rompedor
Efectivamente. El vestuario del grupo, diseñado por Inger Svenneke, era rompedor. ABBA ofreció al público algo que no se había visto antes en Eurovisión. Sobrepasó los convencionalismos… hasta con su indumentaria. Los llamativos y estrafalarios atuendos con los que los cuatro aparecieron sobre el escenario del Brighton Dome son inolvidables. Desde las botas plateadas hasta la rodilla de Björn Ulvaeus, pasando por collares, brazaletes, cadenas, trajes de terciopelo, altas plataformas y tacones… Agneta se puso una cazadora azul cobalto a juego con pantalones pirata de satén con volantes y un gorro brillante; Anni-Frid una falda amplia hecha de paneles blancos y naranjas con una chaqueta blanca y largo pañuelo naranja rodeado al cuello. La actuación de Waterloo lo tenía todo… y el público quedó deslumbrado.
La mejor canción en la historia de Eurovisión
ABBA se llevó a casa el premio y empezó entonces su implacable ascenso al top de las listas internacionales. Porque Waterloo es la mejor canción en la historia del Festival de Eurovisión. Así lo decidieron en 2005 los espectadores de 31 países de Europa que participaron en un show especial celebrado en Copenhague para conmemorar el 50º aniversario del concurso.
Waterloo fue el primer nº1 de ABBA en varios países. Vendió seis millones de copias, uno de los singles más vendidos en la historia, y se grabó en varios idiomas además del sueco y el inglés.
Examinándolo con perspectiva, resulta curioso que el grupo tuviera el convencimiento de que Eurovisión les proporcionaría el éxito mundial. Históricamente, el concurso ha fracasado en lanzar las carreras de los participantes. Muy pocas estrellas consolidadas han querido entrar en la competición, y pocos artistas emergentes han triunfado internacionalmente gracias al Festival. ABBA sí lo consiguió. El Festival de Eurovisión fue la plataforma que les disparó al estrellato. Después de 10 años gloriosos (desde 1972 hasta 1982), las parejas se separaron y el grupo se fracturó.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop