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El consejo de Miguel Ríos a Maná cuando “Álex ya no tenía ni para desayunar”
"Fueron años terribles", pero justo en esa etapa en la que les faltaba el trabajo, el dinero y la ilusión, apareció Miguel Ríos. Esta es la impactante historia de los inicios de Maná.
Los comienzos no suelen ser fáciles para nadie. Al menos, para Maná no lo fueron. Aunque siempre mantuvieron la esperanza y se esforzaron en alcanzar el reconocimiento, hubo momentos en los que los mexicanos estuvieron a punto de abandonar. Fueron “años terribles”, como ellos mismos reconocen. Justo en esa etapa en la que les faltaba el trabajo, el dinero y la ilusión, apareció Miguel Ríos por Guadalajara.
Durante más de 10 años (al principio con el nombre de Sombrero Verde), el cuarteto mexicano intentó ‘pegarla’ sin éxito. Su propuesta, una combinación de sonidos rock con ritmos latinos y caribeños, encontró muchas puertas cerradas. En 1987, recién estrenados como Maná (en polinesio, energía positiva) publicaron su primer álbum, llamado también Maná. Vendió pocas copias. Además, el sello Polygram no estaba interesado entonces en la música latina y les dio la carta de libertad.
“Álex ya no tenía ni para desayunar”
Continuaron tocando en bares y en pequeños antros alternativos de Guadalajara, pero cundía el desánimo. Desde 1987 hasta 1989 Maná atravesó años “terribles”. “No teníamos trabajo, no teníamos dinero, estábamos todos decepcionados”, recuerda el batería Álex González. Fher Olvera lo explicaba en LOS40: “Pues era un poco frustrante, porque llevábamos muchos años trabajando y no podíamos pegarla ni aquí ni allá, y tocábamos mil puertas y era una cosa que decías '¿qué vamos a hacer?'. Ya estábamos a punto de tirar la toalla, me acuerdo una vez que Alex ya no tenía ni para desayunar, y yo llevé ahí un poquito de víveres, pero cuando estaba comprando los víveres en el super dije 'no, esto ya tronó' porque llevábamos ya muchos años, y a veces es la suerte o las condiciones del momento. Pero bueno, aguantamos, aguantamos y ahí seguimos”.
Cuando Miguel Ríos se puso en contacto con Fher Olvera, quería saber lo que se cocía en la escena musical mexicana
“No te muevas de México, esto tarde o temprano va a estallar”
Y en esto que apareció Miguel Ríos y su providencial consejo. En Abril de 1988, el rockero granadino visitó México por primera vez y presentó 'Rock & Ríos' en una abarrotada Plaza de México. Al parecer, nunca antes una estrella del rock había llenado el coso taurino como él lo hizo.
Miguel Ríos se puso en contacto con Fher Olvera, quería saber lo que se cocía en la escena musical mexicana, y comieron juntos en Guadalajara. Lo que pasó entonces lo cuenta Álex González en LOS40: "Sí, me acuerdo que ninguna casa disquera en México nos quería firmar. Inclusive hay una anécdota bien bonita de parte de Miguel Ríos, que Fher estaba tan desesperado con la situación en México que dice 'voy a agarrar la banda y nos vamos a ir a Madrid', porque veíamos todo el movimiento que había de rock en España y era decir, 'oye, ve las bandas, Nacha Pop, Radio Futura, Mecano, Miguel Bosé, Miguel Ríos, Tequila, Barón Rojo... o sea, es que había de todo y decíamos '¿por qué allá sí y aquí no, si hablamos exactamente lo mismo y nos comunicamos igual?'. Y Miguel Ríos buscó a Fher en Guadalajara, porque él quería saber qué estaba pasando también con la escena rock and roll. Y Fher y él fueron a comer y Fher, ahora sí, le contó su desesperación de la situación y Miguel le dijo, 'no te muevas de México, esto tarde o temprano va a estallar, ustedes sigan haciendo lo que están haciendo".
“¿No les da vergüenza?”
Pero Miguel Ríos fue más allá. No solo aconsejó a Fher que se quedaran en México, sino que se enfrentó a los programadores musicales que asistían a la comida: "Y fue un buen consejo. Nos ayudó, nos ayudó, porque estábamos en una comida con varios programadores y decía '¿Cómo es posible que me programen a mí y no puedan programar a alguien de aquí? ¿no les da vergüenza?'. O sea, bien fuerte el Miguel Ríos ¿eh?"
Con ‘Rayando el sol’, Maná “deja de tocar en barecitos”
Fher decidió intentarlo de nuevo, y compusieron Rayando el sol. Un amigo escuchó la demo y pensó ‘esto está increíble’. Con su ayuda, Maná firmó con Warner México y publicó el álbum Falta amor en 1989. Al principio, cuando lanzan Rayando el sol, “no pasa absolutamente nada”, y el grupo sigue tocando en “barecitos para 50 ó 100” personas, “nada de radio”.
Es la gente la que llama a las emisoras y pide que pongan la canción. Un año después de la salida del disco, Rayando el sol se convierte en la llave que les abre las puertas del mercado mexicano. Durante un mes y medio permaneció en el primer puesto de las listas y “Maná deja de tocar en barecitos y empieza a tocar ya en discotecas”.
Admiración mutua
Hoy Maná es historia de la música latina e internacional. Atrás quedaron esos años de hambre y frustración que no han olvidado. Como no olvidan a Miguel Ríos, con quien han seguido en contacto a lo largo de los años.
La admiración es mutua. De ahí que el rockero español llamara a Fher Olvera cuando grabó Miguel Ríos y las estrellas del rock latino (2001) y cantó con él Cuando los ángeles lloran. Por su parte, el cuarteto tapatío contó con Ríos en su gira Revolución de amor a su paso por Madrid. Fue en Junio de 2003, en su concierto en Las Ventas, cuando salió Miguel Ríos al escenario y cantó con ellos Vivir sin aire.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop