Especial
Ernesto Alterio, crítico con la prensa del corazón: “Me he sentido invadido y manipulado”
Con motivo del estreno de 'Crónica de una tormenta', el actor reflexiona sobre el periodismo, los contrapoderes y el techo de cristal en los medios de comunicación y el cine
Crónica de una tormenta hace una reflexión profunda sobre el oficio del periodismo. Es crítica con la manipulación de los hechos que practican descaradamente algunos medios de comunicación. También con la excesiva influencia que puede llegar a tener un periódico sobre una campaña política. No en vano uno de los temas centrales oscila en torno a cómo El Imparcial, un periódico ficticio que es recreado desde las oficinas reales de El Diario de Navarra, fuerza unas elecciones a través de la tergiversación y el engaño.
Ernesto Alterio interpreta al director de este polémico medio de comunicación. Clara Lago es su subalterna, una prestigiosa y ambiciosa periodista que desea hacerse con el cargo de directora cuando el personaje de Alterio contrae una grave enfermedad y debe buscar a un sucesor. Ambición, deseo, manipulación, mentiras, machismo sistemático y un diálogo de hora y media que pone contra las cuerdas al supuesto Cuarto Poder son los elementos esenciales de esta pequeña joya dirigida por la cineasta argentina Mariana Barrasi que se presentó en 2020 en el marco del Festival de Málaga y que llegará a los cines este viernes 30 de abril.
En LOS40 hemos tenido ocasión de charlar con Alterio sobre su papel en la película. El actor nos recibe al otro lado de la cámara desde Argentina. Se toma su tiempo en macerar las preguntas y responder con su habitual tono pausado, profundo, reflexivo.
Crónica de una tormenta habla de las relaciones de poder, de la conspiración, del chantaje. El periodismo debería ser el Cuarto Poder, pero a veces se convierte en cómplice de los otros poderes; en una herramienta para manipular a la opinión pública. ¿Crees que es una representación fiel de lo que son las relaciones de poder en el mundo?
Yo no sé si es un reflejo pero sí que pone la atención en ciertas cuestiones que nos atañen a todos y que tienen que ver con el mundo del periodismo, como el tema de la verdad. Te das cuenta de que los medios de comunicación responden a intereses económicos y políticos donde la verdad o la objetividad pasan a un cuarto plano. Siento que el periodismo cumple una labor social importantísima, pero de repente a los lectores nos toca hacer un trabajo de decodificación de la información que recibimos para encontrar la verdad. Todos estos temas se dirimen en la película, así como todo lo que tiene que ver con luchas de poder internas y hasta dónde está dispuesto a llegar uno para conseguir lo que quiere.
La película también representa ese techo de cristal al que se tienen que enfrentar muchas mujeres en su carrera profesional. ¿Lo estamos haciendo bien?
Siento que hemos avanzado en este asunto, pero queda mucho camino por recorrer. Yo cada vez veo a más mujeres como cabezas de equipo en los rodajes. Te lo digo por hablar de mi ámbito cercano. Nunca me había pasado que, como en este rodaje, tenga a dos operadoras de cámara que son mujeres y llevan las riendas. Me parece muy importante que se avance en ese sentido para llegar a una paridad. Lo necesitamos. Pero cuando de repente abres el periódico y ves casos de mujeres que mueren a manos de hombres... Queda mucho por trabajar al respecto. Luego tengo esperanza en las nuevas generaciones.
¿En qué sentido?
Tengo una hija de 15 años y está muy avanzada y me alecciona mucho en el uso del lenguaje inclusivo. Hay cosas en las que yo me creía el más 'pro-igualdad' pero bueno, me doy cuenta de que debo revisarme en otros aspectos.
Como actor que interpreta a un personaje que es director de un periódico, quería saber tu opnión sobre la situación que vive actualmente el periodismo. Parece que la gente ha perdido la confianza en los medios de comunicación. ¿Podemos confiar en ellos?
Puf, yo no confiaría en un medio cien por cien. Llega un punto en el que nos toca hacer un trabajo de decodificación importante de lo que nos están contando, más ahora que la información llega vía Twitter o Facebook. A mí particularmente me molesta mucho cuando descaradamente quieren dirigir mi opinión, esos momentos en los que lo notas claramente y resulta tendencioso. ¡Que la información sea tendenciosa para un lado u otro: eso me molesta! Por eso a los lectores nos toca trabajar. El periodismo cubre una labor social importantísima y no está de más revisar la ética. Habría que hacer un juramento hipocrático para los periodistas, como con los médicos, porque tienen una responsabilidad social.
Tú eres un personaje público. Tu familia también lo ha sido. ¿Te has enfrentado alguna vez a alguna situación de manipulación mediática sobre algo que hayas dicho o hecho?
De repente alguna entrevista donde el periodista escribe más lo que le apetece a él que lo que he yo he dicho, pero en muy contadas ocasiones. Donde sí me he sentido invadido es con la prensa del corazón. Invadido y manipulado. Pero me lo tomo con deportividad. Espero que algún día legislen eso y pongan un límite a esa invasión de la privacidad de la gente. Además, es responsabilidad de todos, porque hay un público que lo consume y gente que vive de eso. Quienes no lo hacemos creemos que debería tener un límite.
¿Qué podemos aprender de Crónica de una tormenta? ¿Cuál es el mensaje que trasciende, con el que crees que deberíamos quedarnos como espectadores?
Por suerte es una película muy rica en el sentido de que cada uno sacará sus propias lecturas. No creo que haya una sola. Pero si me lo preguntas... Lo primero que te diría es que tiene que ver con dónde pone uno la ambición y con que no está de más revisar la ética en el trabajo, sobre todo si cumple una labor social como el periodismo.