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El último baile de Donna Summer
Donna Summer tenía una obsesión: ella también había sido una víctima del 11-S
LaDonna Adrian Gaines, reina indiscutible de la música disco de los 70's, llevaba un año luchando en silencio contra un cáncer de pulmón. Estaba convencida de que se lo había ocasionado el humo tóxico de los atentados del 11 de Septiembre de 2001. Sus amigos, fans y algunos miembros de su familia, no sabían que estaba enferma. Por eso, su fallecimiento el 17 de Mayo de 2012, fue totalmente inesperado. Donna Summer tenía entonces 63 años. Ese día perdimos a una de las grandes innovadoras musicales del siglo XX.
Conocida como Reina del Disco o Primera Dama del Amor, su carrera alcanzó niveles estratosféricos desde de sus primeros días, cuando Georgio Moroder produjo el primer single de 12" de la historia, Love to love you baby, a finales de 1975. El maxi single fue prohibido por la BBC por "simular 23 orgasmos". En los 70's logró otros hits inmortales: Last dance, MacArthur Park, Hot stuff, Bad girls o No more tears (Enough is enough), un dueto con Barbara Streisand que nunca cantaron juntas en directo.
En los 80's, ya sin Moroder, tuvo algunos éxitos más como She works hard for the money, que se convirtió en un himno para el movimiento de los derechos de las mujeres. Sin embargo, no volvería a igualar el nivel alcanzado en los 70's. El último álbum que grabó, Crayons (2008), era también el primero que publicaba en más de una década... y permaneció poco tiempo en las listas.
Summer continuó activa hasta poco antes de su muerte. Mantuvo su voz de forma extraordinaria y su energía sobre el escenario apenas disminuyó, teniendo en cuenta los estragos del tiempo. Así lo demostró durante su concierto en la entrega del Premio Nobel de la Paz a Barack Obama, celebrado en Oslo (Noruega) el 11 de Diciembre de 2009.
Víctima del 11-S
Donna Summer contrajo un cáncer de pulmón fatal contra el que luchó en silencio durante un año. Ella aseguraba, y estaba convencida, de que se lo había ocasionado el polvo tóxico de los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York. La artista estaba entonces en un hotel, a pocas manzanas del World Trade Center, cuando la nube letal que contenía abestos, plomo y mercurio, llenó el cielo. En 2008, la cantante recordaba cómo se sintió aquel día: "Yo estaba realmente asustada por las terroríficas experiencias de ese día. No podía salir. No quería hablar con nadie. Tuve que bajar las persianas y permanecer en mi dormitorio. Fui a la iglesia y la luz regresó a mi alma. Esa pesadumbre se había ido".
Su paranoia se intensificó, estaba traumatizada, y entró en una depresión que duró dos años. Deney Terrio, un amigo de la artista, recuerda cómo colgaba sábanas de seda en su vestuario para prevenir que entrara el polvo. Donna Summer tenía una obsesión: ella también había sido una víctima del 11-S.
En el documental Autopsy: The Last Hours Of...' de 2019, el relevante patólogo norteamericano Dr. Michael Hunter, aseguraba: "No hay duda de que una experiencia terrorífica. Le dijo a sus amigos y a su familia que creía que había inhalado el humo y las cenizas que caían del cielo. Tampoco hay duda de que había sustancias peligrosas... pero no creo que su exposición fuera lo suficientemente larga como para sufrir ningún daño a largo plazo, como sí fue el caso de bomberos, por ejemplo"
El Dr Hunter dice en el documental que en la muerte de la artista se acumularon una serie de factores, incluida su adicción al tabaco en los inicios de su carrera y, después de dejar de fumar, de su exposición pasiva al humo durante sus actuaciones en los clubes. Además, había una predisposición genética: el certificado de defunción de la madre de la artista y de su hermana pequeña, mostraba que también habían fallecido de cáncer de pulmón.
"Feliz de vivir de nuevo como una persona real"
En los últimos años, "Donna dejó de preocuparse por mantenerse delgada y sexy, y se entregó a los placeres de la comida, de los que se había privado durante tanto tiempo", dice el biógrafo de la estrella Josiah Howards. "Simplemente, era feliz. Era feliz de vivir de nuevo como una persona real".
A pesar de la felicidad que le producía la comida durante sus años finales, su salud no se benefició: "Está claro que la actitud más relajada respecto a su imagen y el no sufrir la presión de sentirse en el centro de los focos, hizo que Donna tuviera sobrepeso hasta el punto de llegar a la obesidad", dice Michael Hunter.
Gloria Gaynor: "El cielo está bailando felizmente por su llegada"
El 17 de Mayo de 2012, nos sorprendía la noticia de su inesperada muerte. Los testimonios de condolencia por la pérdida de la gran diva fueron numerosos. Desde Barbra Streisand ("tenía una voz sorprendente"), a Aretha Franklin ("Una buena artista y una buena persona") pasando por Elton John ("Sus discos suenan tan bien hoy como siempre. Es una magnífica amiga ... la echaré mucho de menos").
La otra Reina del Disco, Gloria Gaynor, lamentó así la pérdida de quien había sido, sobre todo, su amiga: "Estoy profundamente apenada por la pérdida de mi querida amiga. Fuimos amigas durante mucho tiempo, ambas éramos conocidas como Reinas del Disco, pero Donna siempre se refirió a mí como Primera Dama del Disco. Una mujer magnífica y humana. La echaremos de menos sus colegas, amigos y familia. No solo me llegó al corazón, como a otros, sino que también cambió para siempre la manera de bailar de América y de disfrutar. Debería haber tenido su 'Último Baile' aquí, en la tierra, pero el 'Cielo Sabe' que está 'bailando felizmente por su llegada'".
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop