Especial
Karla Imbert, una voz muy personal que ha llegado para quedarse
La cantante de Sopela presenta sus nuevas canciones
Karla Imbert nace en Sopela, Bizkaia, y es un buen ejemplo de que la música no entiende de fronteras. Con 25 años ya ha tocado en ciudades como Madrid y lugares tan dispares como Finlandia e India. La música es su mejor forma de evasión y una manera de expresarse creativamente, por eso sus letras reflejan el caos de sus pensamientos y nacen de la nostalgia. Se mueve como pez en el agua en los formatos cercanos, acústicos, donde la atmósfera suave le permite conectar con su público y crear un ambiente mágico.
En 2016 Karla publicó su primer EP Lost and found con 6 temas y 2020 ha sido el año del cambio y de la experimentación de nuevos sonidos, sin perder ni un ápice de su esencia. Así, podemos disfrutar de 'Black and blue' y 'Estoy bien', canciones que se pegan al alma con una personalísima voz, de esas que dejan huella. Karla está preparada para continuar su andadura y ha presentado estos nuevos temas en Cara A de LOS40 Euskadi.
Cara A: La música lleva mucho tiempo presente en tu vida, ¿en qué momento sientes que esto es lo tuyo?
Karla Imbert: Yo creo que todo el mundo empieza un poco en su habitación, a su rollo y llevándolo un poco en secreto porque al principio da como mucha vergüenza. Fue a raíz de mis amigas que de repente me escucharon y dijeron "uy pues esta persona parece que canta bien". Grabé algún tema, estos temas al final se van compartiendo y me invitaron a un festival que hacían aquí en Sope, en mi pueblo. Mi primer concierto fue en el bar El Peñón, que casi me caigo de la silla de los nervios que tenía encima.
Cara A: Además compones tú los temas, ¿cómo es el proceso?
K: Me encantaría tener una respuesta. A día de hoy el proceso creativo es puro caos y voy a trompicones. A veces puedo componer una canción del tirón como me pasó con 'Prague' y con alguna más. 'Black and blue' fue la primera canción que fui capaz de componer después de 5 años de parón y esa salió en un día de sentarme y ponerme a ello. A 'Estoy bien' le costó un poco más pero prácticamente también fue una sentada. Muchas veces es improvisar al momento y la melodía va con la letra, pero hay muchas canciones que se quedan a medias así que ahí las tengo en las notas de voz.
Cara A: Has convertido la melancolía en el sello de identidad de tus canciones... ¿pero quién te inspira?
K: Yo siempre había compuesto en inglés porque era con lo que me sentía más cómoda, lo que había crecido escuchando y me gustaba la sonoridad que tenía mi voz en ese idioma. Pero también era porque componer en castellano me imponía mucho, me parecía muy difícil no caer en tópicos, hacer metáforas quizás demasiado empalagosas... y además es una manera de exponerte mucho más heavy. Estuve un año viviendo en Madrid y hay un círculo de cantautoras que es maravilloso y crean una música que es una gozada de escuchar. Empezar a escuchar artistas como Alice Wonder o letras como las de Natalia Lacunza o Zetazen me han quitado un poco ese miedo y la manera de encontrar lo que puede ser mi escritura en castellano. Musicalmente me muevo por ahí. Personalmente, tengo gente muy potente en mi vida que me inspira cada día. Mismamente mi hermana pequeña, mi madre, mi abuela, mi padre... tengo la suerte de estar rodeada de gente que es maravillosa.
Cara A: Ese apoyo te ha ayudado a traspasar fronteras: Finlandia, India... ¿Cómo has vivido esas experiencias?
K: En Finlandia una amiga y yo organizamos un pequeño concierto acústico. En India fue un berenjenal en el que me encontré metida sin buscarlo. Aparecimos en un festival, era un market y había un escenario, habría entre 700 y 1000 personas ahí. Mis amigas me dijeron "si conseguimos que cantes ¿te subes?" Y yo dije "pues vale... tampoco lo vais a conseguir". Se acercaron al técnico de sonido y sin pedirles ningún tipo de referencia me dijo "ala, mientras el otro calienta puedes subir". Me encontré sin comerlo ni beberlo delante de 700-1000 personas cantando canciones y fue una de esas experiencias que no se olvidan.