Especial
Rocío Carrasco asegura que su hija, Rocío Flores, sigue siendo la misma de aquel día que le propinó una paliza
En cambio, con su hijo sí estaría dispuesta a hablar
Rocío Carrasco ha vuelto al plató de Telecinco para cerrar un ciclo. Su docuserie ha llegado a su fin, por lo menos una primera parte, que ya ha anunciado que habrá continuación para hablar de sus hermanos y sus tíos.
Y en ese cierre de una etapa ha vuelto a hablar de sus hijos, Rocío y David Flores. A él no le hemos escuchado, pero ella ha ido dejando alguna que otra opinión sobre lo que ha visto en los programas donde es colaboradora. Está claro que su posicionamiento está al lado de su padre. Ha habido un momento en el que Rocío se ha bloqueado y es escuchándola a ella.
“Cuando Rocío dice, ‘es que queréis ver donde no hay’. Ahí tenía razón, no se ha emocionado porque dijeran mi nombre. Me he quedado un poco con esa historia”, le confesaba a Carlota Corredera sobre ese momento.
Su hija, la misma de siempre
En cuanto a todas esas apariciones en televisión, Rocío asegura que “procuro no verlo porque no me hace bien. No me aporta tranquilidad, no me aporta bueno y procuro no verlo”. Pero las pocas veces que lo ha hecho, confiesa que “me transmite que, para mi desgracia, es la misma persona que era el 27 de julio de 2012. Muy a mi pesar, por desgracia. Eso es lo que veo”.
No ha perdido la esperanza de algún día recuperar a sus hijos, pero está claro que lo ve como algo cada vez más lejano y eso no es fácil de asimilar. “¿Cómo lo voy a vivir? Con dolor, con mucho dolor. Con resignación se puede decir porque creo que eso es lo que va a seguir siendo”, aseguraba.
“La esperanza no se pierde y el querer auto convencerse una a sí misma de que ahí hay posibilidad y de que ahí hay algo de fondo que en algún momento va a emerger, eso no puedo resignarme a creer que eso no pueda existir, porque entonces no creería en el ser humano y yo en el ser humano, creo”, añadía, dejando claro que todavía hay esa mínima esperanza.
Eso sí, es realista, y es consciente de que es muy difícil que su hija cambie de opinión. “Yo creo que eso es muy difícil que ocurra porque para que eso ocurra ella tendría que estar aséptica del entorno en el que está y eso, hoy por hoy, es imposible”, explicaba.
Asegura que no está preparada para ver cómo su hija la niega y eso que hay rumores de que la joven estaría negociando su propia intervención para dar su versión. “Para eso no se está preparado nunca, es anti natura, no se está preparado nunca. ¿Por qué lo dices? ¿Lo va a seguir haciendo?”. No le sorprendería que lo hiciera, pero asegura que “si lo hace, aquí estamos”.
La llamada de su hijo
Si ya aseguró en su anterior visita al plató, que no estaba preparada para hablar con su hija y que sus psicólogos le habían recomendado que no lo hiciera, el caso de su hijo, es diferente. Para él sí que está preparada. “Claro que sí. Te voy a decir una cosa, por una parte, no creo que suceda, y aunque suceda, aunque yo esté preparada y fuera lo que más deseara del mundo, esa llamada nunca se produciría desde la pulcritud, siempre tendría un trasfondo. No sería que él cogiera el teléfono y dijera, voy a llamar a mi madre, tendría un por qué”, admite sobre esa posible llamada que podría recibir de su hijo.
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También ha hecho referencia a Olga Moreno que, desde Supervivientes, ha revelado que en cuanto vuelva a España le gustaría bautizar a David. “De Olga ya he dicho lo que tenía que decir, sigue siendo, todo, una consecución de provocaciones y de cosas hirientes y de suplantación. Creo que cuando vuelva ya se dará cuenta de lo que ha pasado aquí si no lo sabe ya”, expresaba Rocío.
Quedan muchas cosas que contar, quedan muchas reacciones por ver, y lo haremos, porque esto no ha acabado.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...