Armie Hammer entra en rehabilitación y culmina su declive personal y profesional
El actor de 'Call Me By Your Name' ha tocado fondo, ha perdido todos sus proyectos cinematográficos y se ha visto obligado a entrar en un centro de rehabilitación
La espiral de decadencia en la que lleva inmerso Armie Hammer desde hace casi un año parece no tener límite. Primero fueron unos mensajes en los que hacía gala de unas fantasías sexuales sadomasoquistas y caníbales con las que, supuestamente, acosaba a mujeres a las que no conocía a través de sus redes sociales. A raíz de la polémica, que él siempre negó, el actor comenzó a perder todos los proyectos cinematográficos que tenía. Su ruptura con Elizabeth Chambers, su esposa, con quien tiene dos hijos, y quien dijo sentirse «en shock» tras conocer estas acusaciones, marcó un antes y un después.
Desde entonces Armie Hammer se ha quedado sin agente que lo represente en Hollywood, ha perdido todos los proyectos que tenía agendados –entre ellos un rodaje en República Dominicana con Jennifer López y un drama sobre la producción de El Padrino– y, desde hace casi dos meses, el actor había desaparecido por completo del foco mediático, salvo por algunas fotos tomadas por algún que otro fan en las Islas Caimán, donde llevaba varios meses recluido.
Lo último que sabemos de la estrella de Call Me By Your Name es que ha entrado en una clínica de rehabilitación en Florida hace justo una semana para tratar sus adicciones al sexo y, al parecer, también al alcohol y las drogas. Según una fuente cercana a Vanity Fair, Hammer no solo tiene extrañas tendencias sadomasoquistas, sino que además es un alcohólico empedernido y consume ingentes cantidades de drogas, especialmente marihuana.
«Puede llevar a beberse una botella de vodka sin percatarse y hasta tomarse cinco hamburguesas sin ponerse malo. Bebe mucho, fuma marihuana y consume todo tipo de drogas», relataba una fuente que se define como «amigo» del actor. Otra fuente, una ex-pareja, decía que «salvo heroína» consumía prácticamente de todo. Esa misma persona dijo a la revista que «todo lo que ha hecho el actor ya lo llevaba diciendo en sus tuits y en entrevistas. No lo mantiene en secreto. Llevaba a punto de explotar desde hace mucho tiempo, pero todo el mundo se reía».
Según aquel amigo del actor, entrar en una clínica de rehabilitación es una buena señal para Armie Hammer, ya que el intérprete lleva acarreando problemas psicológicos toda su vida fruto de sus traumas personales, lo que en cierto modo explicaría sus extraños comportamientos sexuales y sus adicciones, que serían una vía de escape de sí mismo. Entrar en este proceso de rehabilitación sería «una señal de que quiere recuperar el control de su vida».