La histórica visita de Paul McCartney que inmortalizó el "estudio invernadero” de LOS40
El 9 de junio de 1989 la Gran Vía madrileña aparecía empapelada con carteles de “Bienvenido Paul McCartney”
El 9 de junio de 1989 la Gran Vía madrileña aparecía empapelada con carteles de “Bienvenido Paul McCartney”. Habían pasado 24 años de la anterior visita pública a España del artista de Liverpool, desde que en julio de 1965 los Beatles ofrecieron sus dos conciertos únicos e históricos en Las Ventas de Madrid y en la Monumental de Barcelona. Fue una visita fugaz de tan solo 12 horas. Y su primer cometido, poco después de descender de su avión privado, fue la inauguración de los estudios de Los 40 Principales.
Paul McCartney voló directamente a Madrid desde su residencia en Ascott, al sur del Reino Unido. Cuando apareció en la Gran Vía, metido en un Mercedes azul y flanqueado por motoristas de la Policía Municipal, se encontró con grupos admiradores, que le recibieron con camisetas y carteles de 'McCartney, por fin', ‘Bienvenido Paul McCartney’ o ‘Bienvenido a Madrid’. A Paul le llamó la atención esa inesperada acogida: “It’s great, lovely”. No venía solo. Le acompañaban su mujer, Linda Eastman, su mánager y cuatro guardaespaldas.
Su primera cita le esperaba en la 8ª planta del nº 32 de la Gran Vía. Llegó sonriente, repartiendo saludos y simpatía. Tenía una misión que le hacía feliz: inaugurar los nuevos estudios de LOS40, que a partir de ese día llevarían su nombre. Y es que, como diría después, “la radio me lo ha dado todo”.
"Ohhh eso se lo dices a todas las chicas"
Antes de la inauguración, McCartney estrenó el emblemático estudio acristalado, donde charló con Joaquín Luqui, Luis Merino (ambos beatlemaniacos y “nerviosos como flanes”) y José Antonio Abellán, que estaba en directo en ese momento narrando lo que ocurría fuera de la pecera. Sonaba de fondo How many people, una de las canciones del nuevo álbum del artista, Flowers in the dirt, que había salido cuatro días antes.
“¡Ya está aquí, ya está aquí, ya está entrando!” anunciaba Abellán, según vio aparecer a la estrella, que había elegido para la ocasión un ‘look’ muy casual: camisa blanca, chaleco y vaqueros. A las 14:15 horas empezó la entrevista emitida para toda España. Abrió el fuego Joaquín Luqui, que no podía ocultar su inmensa felicidad: "Yo quiero decir una cosa. Me siento feliz. Siempre me acuerdo del año 66, yo dije que Paul era el Mozart de nuestro tiempo. Algunos me llamaron loco, yo me siento feliz, cada vez más, ahora todos de acuerdo: eres el más grande del siglo". Paul McCartney respondía al halago: "Ohhh eso se lo dices a todas las chicas". Y Luqui remataba: “Estamos felices de que estés aquí, estamos felices de que vengas a España”.
“Es como un invernadero”
A lo largo de los 20 minutos escasos de entrevista, Paul McCartney respondió, de manera distendida, a preguntas sobre el nuevo álbum ("Creo que es un LP variado, pero tiene más canciones melódicas porque soy un amante de la melodía y obviamente se refleja en los discos") o sobre su necesidad de continuar actuando en directo: “No lo hago por dinero, pero incluso en los años sesenta, cuando éramos unos chavales de Liverpool, que lo hacíamos por dinero, lo hacíamos también por la magia... ese momento mágico cuando sales al escenario, es lo que me hace seguir tocando”.
Y había una pregunta obligada. No podía faltar. Era el objetivo principal de la visita: ¿Qué te parece nuestro estudio? “Es magnífico, es como un invernadero. Precioso. Aquí se pueden cultivar muchas flores”.
“Los auténticos fans se quedaron fuera de la Plaza de Toros”
Nada menos que 24 años habían pasado de la anterior visita de McCartney a España. Un acontecimiento señalado en rojo en nuestras Efemérides Musicales que apareció hasta en el NO-DO: los días 2 y 3 de julio de 1965 los Beatles ofrecieron sus primeros y únicos conciertos en nuestro país. En Madrid y Barcelona. Ambos en Plazas de Toros.
Paul, que entonces tenía 23 años, recordaba perfectamente esas actuaciones junto a Ringo, George y John. “Sí, sí. En la Plaza de Toros, recuerdo. Lo más importante que advertimos entonces, fue que parecía como si todos los auténticos fans estuvieran fuera de la Plaza de Toros. Todos los chicos jóvenes no pudieron conseguir entradas. Había multitud de gente. Cuando entramos dentro, estaban las madres con toda su familia, las autoridades civiles. Esperábamos que hubiera un poco más de gente normal y corriente en el concierto. Pero fue un momento excelente, fue un buen concierto. En cualquier caso, amo a España, es la cuna de la guitarra".
¿El mejor recuerdo de España?: “la guitarra española”
Joaquín Luqui, sabedor de que a Paul le gustaba Mallorca o Benidorm, donde había pasado sus vacaciones en alguna ocasión, quería saber cuál era el mejor recuerdo de España que el ex Beatle guardaba en su corazón. La respuesta de McCartney no era la esperada:
“Lo más importante para mí, personalmente, porque soy músico, es la guitarra española. Para mí significa mucho, porque gran parte de nuestra música se basa en la guitarra y sin España, posiblemente, la guitarra no se habría inventado. Así que, para mí es el lugar en el que la guitarra nació".
“Conejos en un árbol, tocando el tambor”
En aquella visita, historia de LOS40, Paul McCartney dejó una perla final. Una demostración más de su encanto, de su afecto a España y de su gran sentido del humor. Algo inesperado que provocó las carcajadas en el estudio. Así recitaba en español Sir James Paul, una canción que había aprendido en el colegio: "Sí señor. 'Conejos en un árbol/ tocando el tambor/ que sí, que no/ que sí lo he visto yo'. Lo aprendí en la escuela".
A las tres de la tarde, Paul McCartney se marchaba. Fugaz, pero inolvidable. Una hora escasa que quedó inmortalizada en la placa que preside la entrada al estudio ‘invernadero’ de LOS40. También en el libro de honor de la emisora, en el que marcó su rúbrica, 'Buenos días, amigos', acompañado de un dibujo de un muñeco sonriente.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop