‘En un barrio de Nueva York’, el musical que necesitabas este verano (y aún no lo sabías)

Una excelente película inspirada en una idea original de Lin-Manuel Miranda, director de 'Hamilton'

Corey Hawkins (2d) y Anthony Ramos (d) en una escena de 'En un barrio de Nueva York', el nuevo musical de Lin-Manuel Miranda dirigido por Jon M. Chu / Imagen promocional (Warner Bros.)

En un barrio de Nueva York es una explosión de color y ritmo, espectaculares números musicales y personajes entrañables. Sin embargo, su mayor virtud no está solo en sus brillantes canciones y sus aún mejores coreografías, ni siquiera en las correctas interpretaciones de sus protagonistas –algunos de ellos darán mucho de qué hablar en el futuro–, sino en que coge el tópico del sueño americano y lo retuerce, dándole la vuelta, tratando el asunto desde una óptica inédita que se siente original en todo momento.

En la película, cuyo título original es In the Heights, el paraíso soñado, ese lugar de esperanza que antaño representaba Nueva York, otrora símbolo de libertad y autorrealización, aquí es transformado en un lugar caluroso, pegajoso, asfixiante, donde el tráfico es la única banda sonora oficial y los 'dreamers' forman una generación de excluidos sin demasiadas expectativas vitales. El sueño de los protagonistas no está puesto en la 'tierra de las oportunidades' sino en sus raíces, los orígenes, en volver a aquellos lugares de los que sus antepasados emigrantes decidieron escapar en busca de un lugar mejor. Lin-Manuel Miranda da la vuelta al tópico y convierte la patria quisqueyana en objeto de deseo.

Aunque critica las desigualdades del sistema estadounidense, la película no implica una condena, sino que abre una reflexión sobre la condición de los sueños y el peligro de su idealización, ya sea este 'el sueño americano' o cualquier otro tipo. Lo que busca es enseñarnos que aunque el motor del espíritu humano puedan ser los sueños, debemos tener claras nuestras limitaciones (y las propias limitaciones de nuestro entorno) para no desalentarnos y perdernos por el camino. Por eso En un barrio de Nueva York es una película que nos enseña a ser resilientes, a adaptarnos (que no conformarnos) y a tratar de cumplir nuestros objetivos y fantasías sin engañarnos con esperanzas imposibles ni quimeras que nos lleven al fiasco una vez nos enfrentemos a la dura realidad de la vida.

Más allá de las espectaculares coreografías –ese magistral homenaje a Cuba en el metro con la abuela o la escena de la piscina– y de la reinvindicación de las comunidades latinas como parte indisociable de la sociedad neoyorquina, En un barrio de Nueva York es una carta de amor a todos esos soñadores, dreamers, que saben que por encima de cualquier sueño existen unos valores –los de la familia, el amor, la amistad y la comunidad– que son fundamentales en nuestro camino a la autorrealización. Y, por supuesto, más allá de sus implicaciones sociales es un excelente musical lleno de vida y energía que demuestra que se puede ser entretenido instruyendo en valores. Contiene momentos muy poderosos que traspasan la pantalla y ponen la piel de gallina. Al salir del cine uno sale transformado, lleno de vida, tonificado, y eso la convierte en una pieza imprescindible para este verano de desescalada.

En un barrio de Nueva York se estrena en cines el viernes 18 de junio de 2021. La película está protagonizada por Anthony Ramos, Corey Hawkins, Melissa Barrera, Leslie Grace y Jimmy Smits.