Mischa Barton, sobre su paso por The O.C.: “Sentí presión para perder mi virginidad”
La actriz cuenta cómo ha sido crecer siendo un personaje público
Durante nuestra infancia, ocurren algunas de las cosas más extraordinarias de nuestra vida. Vista la vida desde una perspectiva más natural e inocente, podemos tener disfrutar de las primeras sensaciones como si se tratara de algo único, valioso y perfecto. La misma sensación tenemos años más tarde, durante nuestra adolescencia, cuando nos empiezan a gustar algunos de nuestros amigos o amigas, así como cuando llega el momento de darnos el primer beso.
Hasta aquí podemos decir que es perfecto, pero se puede decir también que tiene cierto tono utópico y, en especial, si hablamos de personajes famosos que han pasado estas etapas tan importantes de sus vidas bajo los focos. Es el caso de Natalie Portman, Macaulay Culkin, Britney Spears o Miley Cyrus. De todos hemos sabido cómo se han enfrentado a diferentes episodios polémicos, pero no todos han dado el paso de contar cómo se sintieron en el pasado. Pero Mischa Barton sí.
La actriz, que prácticamente desapareció de la pequeña pantalla tras su salida de la serie The O.C. ha confesado cómo se ha sentido durante todos estos años en una carta biográfica publicada en Harper’s Bazaar, donde reconoce algunos episodios traumáticos relacionados con su sexualidad y cómo se ha sentido siendo un rostro permanente en los medios de comunicación.
Desde una perspectiva cronológica, hace un repaso de su trayectoria profesional desde sus comienzos en Inocencia Rebelde (Lawn Dogs en inglés) y Pups donde, a pesar de su corta edad, ya tuvo que interpretar papeles estrechamente relacionados con la sexualidad y la madurez. “Mi primer beso fue en la gran pantalla, frente a un equipo. Mi personaje tuvo su primer periodo en una escena, algo que no había experimentado aún. Además, la película explotó en Asia y me convertí en un extraño símbolo sexual. Tenía 13”, reconoce.
Además, en esta carta Mischa también asegura que el hecho de encarnar personajes muy diferentes a su propia personalidad e, incluso, varios años más mayores que ella, le hicieron sentirse insegura y presionada por ponerse en su piel de un modo más realista. Así, empezó a preocuparse por su virginidad, puesto que su icónico papel como Marissa Cooper.
Al contrario que Mischa, Marissa era una chica totalmente independiente y sola en la ciudad de Nueva York que disfrutaba de su sexualidad con las personas que deseaba. Debido a que no se veía reflejada en ella, la actriz se pregunta: “¿Alguna vez me sentí presionada para tener relaciones sexuales con alguien? Bueno, después de ser perseguida por hombres mayores de 30 años, finalmente lo hice. Me siento un poco culpable porque dejé que sucediera. Sentí mucha presión para perder la virginidad, no solo de él, sino de la sociedad en general”.
Por último, y una vez más, vuelve a hacer referencia al modo en que se ha tratado su sexualidad por parte de los medios de comunicación, así como por el entorno que le rodeaba. Su trauma personal llegó hasta su punto álgido cuando una de sus exparejas filtró un vídeo íntimo con el objetivo de lucrarse. “En 2017, mi cuerpo volvió a convertirse en un producto comercializable. Luego, los vídeos se vendieron por internet”, recuerda.
A su vez, pone en valor movimientos feministas como el Me Too y anima a compañeras y mujeres que hayan sentido algo similar a contar sus casos para que cuando antes “podamos proteger a nuestras jóvenes y aprender de nuestros errores como sociedad”. Esperemos que testimonios como el suyo formen parte de las noticias de actualidad para que no ocurra nada similar y, desde luego, debemos felicitar a Mischa por mostrar su pasado con tanta valentía y poder.