‘Luca’ y la polémica de sus mensajes: ¿Es una película gay o una fábula sobre la inmigración?
El director, Enrico Casarosa, tiene algo que decir, aunque cierto sector de la crítica especializada no quiera escucharle
Ya sabemos que el cine está siempre sujeto a interpretaciones que muchas veces no se corresponden con el mensaje original que quería transmitir su creador. Grandes artistas como Oscar Wilde o Andrei Tarkovsky siempre defendieron que en el momento en el que su obra llegaba a otras personas, esta dejaba de pertenerles como creadores y comenzaba a formar parte de quienes la consumían. Por eso todo sentimiento o interpretación que pueda suscitar una película es completamente legítimo, aunque no siempre se acerque demasiado a la realidad que quería retratar su creador.
El caso de Luca, lo nuevo del estudio Pixar, es bastante paradigmático. Muchas personas que han visto la película han sacado intepretaciones muy distintas, concretamente tres que son predominantes. La primera, la más sencilla, y probablemente la que tenía en mente el director Enrico Casarosa a la hora de dirigir el proyecto, es que se trata de una historia sobre una amistad inquebrantable entre dos niños inocentes que descubren la magia de la aventura. Nada más.
Sin embargo, hay otras dos visiones contrapuestas que incluso podrían llegar a ser complementarias con este primer mensaje. La primera es que Luca se trata de una fábula sobre la inmigración. Al fin y al cabo, los protagonistas son dos peces que vienen del mar, dejando a su familia atrás, y se convierten en seres humanos a la hora de salir del agua, lo que metafóricamente implica un nuevo renacer. Llegan a una costa de un pequeño pueblecito de la Riviera italiana en la que deben pasar desapercibidos para que nadie descubra su condición real: son peces y no humanos, extraños que no pertenecen a esa comunidad. La parábola sobre la inmigración (y el miedo que despierta el ser "descubierto", especialmente cuando hablamos de sociedades xenófoboas) es bastante evidente.
Por otro lado, hay críticos especializados que consideran que Luca, utilizando esa misma metáfora sobre el "ser diferente" y venir de un lugar al que uno no le comprenden, le sirve a Enrico Casarosa y a Pixar para elaborar una alegoría sobre la homosexualidad descubierta durante la infancia. Esta interpretación LGTB no es para nada absurda, y hasta algunos han sacado comparaciones con Call Me By Your Name: el pequeño poblacho italiano en el que dos jóvenes pasan un verano juntos, los viajes en moto, el tratar de escapar de las miradas de los demás, y hasta el nombre de la película, igual que el de Luca Guadagnino, director de la popular cinta italiana, se antojan como referencias poco fortuitas.
«Yo debatiría que la cinta no es una simple historia sobre “extranjeros”, sino sobre personas que sienten la necesidad de hacerse pasar por algo que no son realmente porque el mundo los mirará como monstruos», reflexionaba el crítico de Collider, principal defensor de esta teoría. ¿Oculta la trama de Luca una relación gay sobre dos niños que se redescubren? Desde luego, según Enrico Casarosa, esa no era su intención principal, y cuando yo mismo le pregunté por el significado de la película en ningún momento dio esa sensación. Sabiendo que él está casado desde hace varios años años con Marit Casarosa y que la película la hizo como homenaje a su mejor amigo de la infancia, sus palabras parecen bastante reveladoras.
Luca Casarosa: «Mi infancia está ahí»
«Mucha de mi infancia está ahí metida: yo era tímido y muchas de mis relaciones se inspiran en la que yo tenía con mi mejor amigo cuando eran joven», reflexiona el director. «Fue hermoso retrotraerme a mis memorias de infancia: recordar aquellos veranos que pasaba en la Riviera, retratar a esos personajes que hacían tan auténtico estos lugares, la vida en comunidad, la encantadora vida provincial en torno a la Piazza con la que creo que mucha gente se sentirá identificada. Quisimos capurar esa esencia y proyectarla de forma lírica y poética», explica Enrico Casarosa.
«Hay diferentes forma de acercarse al corazón, pero la esencia de la película es la relación que Luca establece con Alberto y que le permite a Luca salir de su concha y ser él mismo», añade el cineasta. «Alberto es un elemento que lo empuja a reencontrarse consigo mismo. [...] El corazón de Luca brota de esa sesnsación de madurez y de sentimiento de empoderamiento. Me pregunté a mí mismo: ¿Sería yo igual sin haber tenido a mi lado a mi mejor amigo? ¿Cómo de importantes son las amistades? Creo que su influencia es enorme, y me entristece pensar que muchas veces debemos dejarlos atrás y llevarlos en nuestro corazón el resto de nuestra vida, aunque en realidad siempre se quedan con nosotros y podemos volver a ellos a través de una llamada telefónica», bromea.
Su productora, Andrea Warren, explica que a la hora de preparar la historia se inspiraron en muchos cuentos populares y en el folclore tradicional de un sinfín de culturas. Entre ellos los changelings o cambiantes, seres con rostro infantil que han sido sustituidos por hadas; los «zorros de japón que pueden transformarse en humanos», o incluso guiños a cuentos populares sobre «focas que pueden convertirse en hembras». «Es divertido pensar en todo esto, imaginar que siempre hay algo más, pensar en hadas y otros mundos. Es una combinación única, con una gran herencia italiana en la que se entretejen recuerdos tan traviesos. Es una combinación deelementos que se juntan y combinan lo mejor de los cuentos populares», remató Warren.
Luca se estrenó en Disney+ el pasado viernes 18 de junio de 2021.