Azul místico: La azafata youtuber comparte sus viajes más surrealistas y los consejos para evitar el jet lag
Ha publicado ‘Postales desde el aire’ un libro sobre su etapa de vuelos
Llevamos ya demasiado tiempo en pandemia haciendo sacrificios y privándonos de muchas cosas. Una de ellas es la de viajar con la libertad a la que algunos estábamos acostumbrados. Unos, lo han sentido más que otros. Ana Hérnandez, más conocida como Azul místico, es una de esas youtubers que han triunfado con sus relatos sobre su experiencia como azafata de vuelo. Ahora, ha tenido que adaptarse para no dejar de recorrer mundo, aunque sin moverse de casa, que ahora está en Granada.
Se fue a Dubai a convertirse en azafata y poder así recorrer mundo, una de sus grandes pasiones heredada de su madre. Pero fue más duro de lo que se había imaginado y al cabo de un tiempo cambio de rumbo. Los viajes siguieron siendo protagonistas, pero a partir de ese momento, a través de los vídeos que compartía en redes sociales.
Ahora vive de su trabajo como creadora de contenidos en este sector y acaba de publicar su primer libro, Postales desde el aire, en el que cuenta su etapa de vuelo con anécdotas que nos harán desear coger un avión cuanto antes y disfrutar de un montón de aventuras.
Antes de nada, vamos con el nombre: Azul místico. El título viene de una canción del rapero Elphomega, ¿cómo fue?
Cuando abrí mi blog de moda, antes de tener mi canal, no sabía qué nombre ponerle, y como el mío es tan típico, Ana Hernández, el nombre más repetido de España posiblemente. En ese momento escuchaba mucho Elphomega y tenía esa canción y me gustaba el título y dije, ‘le pongo Azul místico’, era una idea temporal. ‘Le pongo Azul místico y luego ya lo cambio’, dije, y ya se quedó así.
¿Qué te transmite esa canción?
Me transmite misterio, es difícil decir qué transmite. No elegí el nombre por la canción en sí, sino por el propio título que me resultaba curioso y, sobre todo, inquietante.
¿Tienes tus playlist para viajar?
Ahora mismo estoy a tope escuchando chillhop, pero tengo playlist, sobre todo, para road trips.
Postales desde el aire, un libro sobre viajes en una época en la que viajar es algo complicado, ¿cómo has llevado el tema de la pandemia?
Ha sido duro, pero al final viajar es un privilegio, y no ha sido tan complicado y lo asumes. El mundo está pasando por un mal momento y viajar, ahora mismo, no es una prioridad. Se trabaja en otras cosas. Ha sido duro, pero creo que lo he sabido llevar bien.
Ahora vives con Tom en Granada, pero en el libro llegas a afirmar que Granada se te quedaba pequeña, ¿qué ha pasado?
No soy la misma persona que cuando escribí el libro, igual que cuando lo escribí no era la misma persona de la que estaba hablando en él. Notaba que narraba las cosas y no las sentía de la misma manera que cuando las viví. Y ahora me ocurre igual, leo el libro y digo, ‘hace un año no era la misma persona que soy ahora’. Y Granada no es que ya no me parezca pequeña, es que me he dado cuenta de que el mundo es tan pequeño que, si necesito cualquier otra cosa, me subo a un avión y me voy a donde necesite irme. No necesito tenerlo todo en Granada.
Por cierto, que tu historia con Tom, tal y como la cuentas, es la prueba de que las primeras impresiones no son las que cuentan, ¿no?
Sí, totalmente. Fue raro porque yo decía ‘no sé si esto va a ir a algún sitio’ y al final resultó ser el match perfecto. No existen los flechazos como tal, no existen los encuentros maravillosos perfectos, sino que, poco a poco, vas aprendiendo de la otra persona y vas encontrando ese punto.
¿Eso te ha pasado con algún país? Lo de que la primera impresión no fuera la buena.
Me ha pasado con China. La primera vez lo pasé muy mal, no me gustó nada y tuve una impresión muy mala del país. En general fue una experiencia muy mala. Pero claro, tampoco podía basar mi opinión sobre un país en 24 horas que había estado allí. Volví a viajar a China hace un par de años y fue uno de los mejores viajes. Fui con mi madre y nos reímos un montón y conocimos el país más en profundidad porque estuvimos tres semanas y me encantó.
Además de viajar físicamente lo has hecho mucho a través de la lectura, ¿cuál se disfruta más?
Es difícil, yo creo que lo que más se disfruta es leer estando de viaje. Con los dos se disfruta un montón y con los dos se aprende mucho. Son dos cosas sin las que no podría vivir o por lo menos, no como ahora, igual de contenta. Son dos cosas esenciales.
Cuentas que tu primer viaje fue con 5 años a Marruecos, ¿cuál es el mejor recuerdo que tienes de aquella experiencia?
El mejor recuerdo es la gente que conocimos allí porque me chocó mucho. Yo no había salido nunca de España y no me esperaba ese choque cultural. Tampoco es que estuviésemos viajando a Portugal o a Francia, sino que Marruecos es muy diferente y, además, hace veintipico años lo era más todavía. A mí me chocó mucho esa diferencia cultural y también el ver a gente que vive con menos o de una forma tan diferente.
¿El idioma ha sido alguna vez una barrera?
Yo creo que no. Al final, hablando inglés siempre te entiendes. Sí es verdad que en algunos países a los que he viajado, como Japón, allí casi nadie hablaba inglés y eso nos chocó bastante porque yo pensé que íbamos a poder comunicarnos más y no pudo ser, pero no me supuso una barrera.
Tienes una madre viajera e independiente, ¿eso ayuda a abrir la mente?
Sí, cien por cien. A mí lo que me hizo ser quién soy ahora. Es algo que intento transmitir y ahora mi hermana intenta coger eso de mí y aplicarlo a su vida. Viajar y conocer gente, es algo importante y no se aprende tan rápido si la gente de tu alrededor no te lo intenta inculcar.
Uno de tus hermanos es miembro de la selección española de lanzamiento de disco, está claro que en tu familia sois de todos menos convencionales.
En mi familia son todos deportistas menos yo. Mi madre es profesora de educación física. Mi padre y mi hermana, también lanzadores y mi otro hermano, esquiador. Yo era la mala esquiadora de la familia, aunque competía y eso, ni punto de comparación con todos ellos que son muy deportistas.
Tú hiciste de tu afición por viajar una profesión cuando decidiste convertirte en azafata ¿qué fue lo más duro de esa etapa?
El cansancio, sin duda. Fue lo más complicado, algo a lo que no te puedes acostumbrar. Puedes acostumbrarte a los pasajeros impertinentes, puedes acostumbrarte a volar a un sitio diferente cada noche, pero al cansancio no te acostumbras.
¿Lo de azafata de larga duración es complicado entonces?
Par mí lo es, pero creo que sí hay gente que está hecha para ello y que lo aguanta mejor. Yo no podía adaptarme bien, sobre todo cuando tenía un vuelo nocturno y tenía que dormir por la tarde, no podía. No era capaz de dormir a una hora que no fuese la hora a la que yo solía dormir.
Viviste en Dubai, un país con una cultura muy diferente a la nuestra, ¿qué es lo que más te costó?
No me resultó difícil, en general no fue difícil, me lo esperaba mucho peor. Pensaba que iba a ser un choque cultural enorme y que me iba a costar un montón adaptarme, pero la verdad es que no. Es un lugar que invita mucho cuando eres extranjero, está hecho para los extranjeros realmente. El ochenta y pico de la población son extranjeros y no me costó. Pero lo más difícil fue el no tener el estilo de vida que hay en Europa que tú puedes salir por la calle a pasear por el centro de la ciudad. Eso allí no existe. Allí cuando sales vas a un club de playa, o a un centro comercial, o a un restaurante, o a un hotel, pero no vas simplemente a pasear.
¿Muchas limitaciones por ser mujer en un lugar como Dubai?
Al final la discriminación existe en todas partes. Sí es cierto que hay unas reglas que hay que seguir porque no puedes llevar minifalda, no puedes llevar tirantes, pero yo a eso me acostumbré. Además, ya fui con la mente de ‘bueno, esto es otra cultura diferente, tengo que respetarla, tengo que acostumbrarme y ya está’. A mí esa parte fue la que menos me costó.
En esa época visitaste muchos países, ¿cuál es el lugar que más te ha sorprendido?
Al final todos los lugares te acaban sorprendiendo de alguna forma, pero a mí, Asia en general siempre me pilla un poco por sorpresa. La primera vez que viajé a Japón yo creo que fue una de las experiencias más sorprendentes. No me esperaba ese choque cultural y ver cómo la gente puede ser tan distinta entre un país y otro, la arquitectura, todo, me chocó bastante.
¿El que te ha proporcionado la vivencia más extraña?
Yo creo que China que estaba llena de sorpresas. Y aunque mi primer viaje no fue como me lo esperaba, sí que estuvo lleno de situaciones extrañas, aparte de que hay momentos en los que no te entiendes con la gente. La primera mala experiencia fue porque empezaban a gritarme y yo no entendía muy bien por qué me gritaban cuando a lo mejor solo estaba en una tienda viendo ropa y me echaron y no entendía por qué. Me intentaron robar el taxi. Fue un poco violento. Y la segunda vez con mi madre fue muy sorprendente, pero de una manera mucho más positiva. En Shangai fuimos a un mercado de solteros, que es donde van los padres a anunciar a sus hijos solteros e hijas. Ponen un cartelito, a lo mejor, con ‘mujer de 30 años, con tal altura, tal sueldo’, y entre los padres, se ponen de acuerdo para emparejar a sus hijos sin su conocimiento. Fuimos a ese mercado y nos seguían para hacernos fotos y se hacían corros de gente que nos miraba como si fuésemos animales en un zoo.
Cuál es el destino que crees que todo el mundo tendría que visitar por lo menos una vez en la vida.
Uy, eso sí que es difícil, no sabría decirte uno. Sí es cierto que, para mí, unos de mis favoritos fue Sheychelles que me gustó muchísimo. Pero no hace falta irse tan lejos, creo que tenemos destinos mucho más cerca, ya no sólo en Europa sino en España. Pero si te tengo que decir uno, te voy a decir el Lago de Como, en Italia. Es impresionante. Yo me lo imaginaba un sitio un poco cliché, pensaba que iba a ser una trampa de turistas, pero para nada, me gustó muchísimo y me pareció un sitio mágico y, además, está muy cerquita y es muy fácil de visitar.
Tú lo has dicho, España tiene rincones impresionantes y ahora que parece que tenemos que limitar un poco más nuestra área de viaje, ¿qué lugar recomendarías de nuestro país?
Si tengo que decir un sitio solo, voy a ofender a alguien seguro, porque en España tenemos muchos sitios interesantes, pero si tengo que elegir me quedo con Granada porque tenemos sitios espectaculares. Pero por decir otro lugar, te voy a decir Mallorca, ya he ido tres veces y pienso seguir yendo porque siempre me sorprende y creo que la isla está llena de pueblecitos y de lugares con un encanto brutal.
A bordo de un avión se viven muchos momentos surrealistas, ¿cuál ha sido tu vuelo más extraño?
Fue un vuelo a Luanda que iba muy vacío, era un vuelo nocturno y había muy poca gente a bordo y unos pasajeros decidieron sacar un proyector de bolsillo para proyectar vídeos musicales en la puerta del avión y se montaron un karaoke en el momento del vuelo, fue de los momentos más surrealistas.
Y llegaste tú como azafata y les cortaste el rollo, ¿no?
Yo no quería cortarles el rollo, además había muy poquita gente a bordo y se veía que no estaban molestando a nadie porque estaban ahí, un poco a su bola. Pero, al final, al cabo de unos minutos les tuvimos que cortar el rollo porque las normas son las normas. Pero me dio rabia porque se lo estaban pasando tan bien y, además, a nosotros también nos estaban entreteniendo.
En los aviones coincides con todo tipo de gente, ¿alguna vez has volado con algún cantante?
He volado con cantantes que eran muy famosos en otras zonas del mundo, en Egipto o en Asia. No he visto a ninguno que yo conociese, eran muy conocidos en otros países. Y la tripulación era en plan ‘¿cómo no conoces a este cantante que en Egipto o en Líbano es muy famoso?’.
Lo de Melendi y su miedo a los aviones es de dominio público, ¿entiendes que ocurran cosas como esas?
No, no las entiendo. Creo que todos podemos tener más o menos ganas de volar y pasarlo peor o mejor, pero al final hay que comportarse, hay que saber llevarlo y si tienes miedo a volar tienes que prepararte para por lo menos controlarlo para no interrumpir el vuelo y no causar una escena. No tiene justificación. Puedo entender que a alguien le de miedo volar o esté pasando un mal rato, que haya tenido un mal viaje, pero al final hay que saber controlarse y respetar al resto de personas.
En un momento dado dices que viajar solo puede servirte para encontrarte a ti mismo, pero, ¿crees que es fácil?
No es fácil, pero tampoco es difícil. Creo que es algo que pasa, tú no puedes decir ‘vale, voy a encontrarme a mí mismo’. Pasa sin que te des cuenta y pasa mucho después de que ocurra. Viajar solo puede ser complicado las primeras veces, yo creo que hay gente que no está acostumbrada a no tener a alguien con quien compartir todo lo que ves, pero creo que es un paso que hay que dar y que yo creo que ayuda mucho.
Al final, centraste tu vida en las redes sociales como creadora de contenido, la primera azafata youtuber, ¿cómo llegaste a eso?
Por casualidad. Empecé a hacer vídeos porque quería compartir un poco mis viajes con mi familia, con mis amigos. No quería vivir eso y que la gente no lo viese y entendiese la experiencia y yo no poder recordarlo después. Empecé como un hobbie y cuando salí de la compañía y pude hablar de cosas de las que no podía hablar cuando estaba allí, vi que había mucho interés y que a la gente le llamaba mucho la atención y en ese momento no había nadie en España ni en el mundo, en general, que hablase de eso en español en youtube y generó mucho interés. Tuve suerte porque fui la primera y muchos de ellos acabaron ahí porque vieron mis vídeos.
¿La gente entiende tu profesión como youtuber?
La gente de mi generación creo que sí, luego otras generaciones todavía les cuesta un poco. Creo que es algo tan nuevo que hay personas a las que les cuesta entender que podemos ganarnos la vida hablando y grabando vídeos para internet. Pero el entretenimiento es una profesión muy antigua, solo que la hemos adaptado a otro formato.
A la hora de viajar y tú que has creado mucho contenido y sabes lo que funciona y lo que no, ¿qué es lo que más le interesa a la gente?
A veces es difícil saberlo, incluso para los que llevamos tantos años, pero a veces les interesa más la vida privada de uno o lo que tú has decidido hacer en tu viaje y lo que te haya pasado, que el propio destino. A veces siento que los vídeos en los que más trabajo son los que menos interés generan, y uno que hago un día porque no tenía nada mejor que hacer y, de repente, un millón de visualizaciones.
Ahora llega la época de viajar en vacaciones. Para los que se atrevan con viajes largos, ¿hay alguna fórmula secreta para evitar el jet lag?
No hay forma de evitar el jet lag, pero sí para intentar reducirlo un poco y es poner siempre el reloj a la hora del destino y cuando lleguemos intentar mantener el ritmo del lugar de destino. Si llegamos por la mañana y, en lugar de salir a la calle nos ponemos a dormir, ya se nos descoloca totalmente el horario y hace muy difícil luego dormir por la noche.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...