Ecologistas contra Leonardo DiCaprio por su millonario resort ‘eco-friendly’: “Es un hipócrita”
El actor de 'Titanic', uno de los principales embajadores del clima del mundo, ha comprado una isla que quiere reconvertir en una atracción turística sostenible, pero hay demasiadas lagunas por medio
Nadie duda de los arduos esfuerzos de Leonardo DiCaprio en su lucha contra el cambio climático. Ha sido embajador de las Naciones Unidas por el clima, ha invertido millones de dólares contra la deforestación en Brasil y siempre se ha mantenido firme a la hora de defender lo ecológico como vía alternativa para contrarrestar el salvaje deterorioro del planeta.
Sin embargo, su decisión de demostrar que un turismo más sostenible es posible, aunque a priori sonaba bastante bien, ahora está empezando a pasarle factura. Hagamos un poco de memoria: en 2015 DiCaprio anunció que compraba por casi dos millones de dólares una isla de la costa de Belice para construir en ella un resort ecofriendly de lujo. Su objetivo, en sus propias palabras, era «cambiar el mundo» y demostrar que otro tipo de turismo era posible, aunque este fuera para gente millonaria.
Quizás se viniese un poco arriba con tales afirmaciones, porque tras seis años el proyecto sigue estancado y las imágenes aéreas tomadas de la isla no muestran absolutamente nada. Arena, troncos de árbol, algunos matorrales desperdigados y poco más. El proyecto se le está resistiendo a la estrella del Titanic, en parte por culpa de la presión de grupos ecologistas, pescadores locales y otras organizaciones que consideran este proyecto una trampa contraproducente.
«Mucha gente está iracunda» explicaba un activista al diario The Sun. «Se inquietaron al saber que [DiCaprio] quría 'curarnos' construyendo un resort de lujo para ricos». Otra de las personas que lideran las protestas contra esta construcción, la activista y turoperadora Rebecca Arceo, es aún más contundente: «Es un completo hipócrita, en mi opinión. La pesca con mosca es esencial en Belice para el turismo. Llamar 'verde' a este plan es asqueroso».
Una de las principales quejas contra DiCaprio viene precisamente del mar. Las aguas en torno a la isla que ha comprado DiCaprio atraen a pescadores con mosca de todo el mundo, lo que reporta al país unos 100 millones de dólares anuales. La construcción de casas, un puerto y diferentes elementos necesarios para el mantenimiento de la zona podrían acabar con las zonas de cría de peces y ahuyentarlos, con su consiguiente varapalo a la economía e impacto medioambiental. Así lo cree al menos el Bonefish & Tarpon Trust, un grupo de conservación de Miami, que se ha mostrado muy crítico con el proyecto.
Sin embargo, Leonardo DiCaprio se ha mantenido muy cauto y ante las acusaciones siempre ha afirmado que este proyecto no saldría adelante si realmente no puede certificar al 100% que su construcción no generará daños medioambientales. De hecho, antes de ponerlo en marcha se hizo una investigación de tres años para conocer las condiciones medioambientales, biológicas y geológicas de la isla. «No me iría a Belice a construir esta isla y hacer algo así si no tuviese la idea de que puede ser algo rompedor en el movimiento medioambiental [...] Debe ser un modelo para el futuro», explicó en una entrevista con The New York Times.
En cualquier caso, la presión mediática y las constantes investigaciones para certificar que las construcciones no van a tener un impacto negativo en la economía de Belice ni en los ecosistemas circundantes, han conseguido que el proyecto se retrase una y otra vez. De momento está estancado y quién sabe si finalmente conseguirá salir adelante.