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10 películas que nos hicieron reflexionar sobre el dilema de la eutanasia
El cine siempre ha servido como vehículo de expresión del malestar social, y el problema de 'la muerte digna' se ha llevado a la gran pantalla como denuncia en reiteradas ocasiones
Tras décadas de intenso debate político el Congreso de los Diputados, España ha aprobado al fin una ley orgánica para regular la eutanasia. Hoy, 25 de junio de 2021, entra en vigor en algunas comunidades autónomas. Se trata de una normativa segura y justa que obliga al enfermo terminal a confirmar hasta en 4 ocasiones que quiere recibir asistencia para morir. Además, permite la objeción de conciencia de los médicos que se opongan, por cuestiones éticas o religiosas, a este procedimiento.
Como el cine siempre ha servido de catalizador de las emociones y vehículo de expresión de los malestares sociales, y la eutanasia no ha escapado de su foco de atención, en LOS40 os hemos preparado una selección de películas que hablan de este dilema ético, desde aquellas que lo muestran sin tapujos y debaten sobre sus beneficios, como Mi vida es mía, hasta otras que lo sugieren, sin explicitarlo, solamente con la dureza de su material, como es el caso de Johnny cogió su fusil. Dentro selección:
Mi vida es mía (1981)
Adaptación cinematográfica de una obra teatral firmada por Brian Clark. La historia sigue a Ken Harrison (Richard Dreyfuss), un escultor que un día tiene un accidente de coche y queda totalmente paralizado. Su complicada situación lo desespera hasta el límite de plantearse si es más digno acabar directamente con su vida a través de la eutanasia en vez de resistir rodeado de sufrimiento y cuidados paliativos.
Mar adentro (2004)
Aclamada película española que se llevó el Óscar a mejor cinta extranjera en 2004 y arrasó en los Globos de Oro y los premios Goya. La cinta presenta a Ramón (Javier Bardem), un hombre que lleva tres décadas postrado en una cama y lucha por tener una muerte digna. A su lado tiene a una abogada (Belén Rueda) que lucha por su caso y a una mujer (Lola Dueñas) que le trata de quitar la idea del suicidio asistido de la cabeza. Un drama basado en la historia real de Ramón Sampedro, un hombre tratrapléjico al que se le negó el derecho a morir dignamente.
Un acto de amor (1980)
Adaptación televisiva de un libro de Judith Paige Mitchell que gira en torno a un joven de ascendencia polaca, Joseph Cybulkowski (Mickey Rourke), que queda paralítico tras un accidente de coche. Su hermano Leon (Ron Howard), en un acto de compasión, acaba con su vida y se entrega a las autoridades. La justicia lo acusa de asesinato, dando lugar a un interesante debate sobre la necesidad de tener una ley que regule la eutanasia para evitar casos desesperados de personas que acaban con la vida de sus seres queridos para que dejen de sufrir.
La fiesta de despedida (2014)
Muy pocas películas que reflexionen sobre la eutanasia se lo toman con tanto humor como esta cinta israelí dirigida por Tal Granit y Sharon Maymon. La película sigue a un grupo de amigos de una residencia de ancianos de Jerusalén que idean una máquina para acabar con la vida de los enfermos terminales. Sin embargo, cuando se extiende el rumor de que existe un producto indoloro para acabar con el sufrimiento, el resto de ancianos de la residencia les piden ser eutanasiados, lo que abre un enorme dilema ético y moral.
Corazón silencioso (2014)
Drama dirigido por Bille August centrado en tres generaciones de una misma familia que se reúnen en torno a la figura de la matriarca, enferma terminal, para poner fin a su vida. Sin embargo, ese "último fin de semana juntos" abre viejas heridas y no todos estarán de acuerdo con la decisión de la mujer de partir rumbo al Más Allá. Una vez más, el conflicto sobre 'dejar morir' está servido.
La decisión (2019)
Remake de Corazón silencioso protagonizado por Susan Sarandon, Sam Neill, Kate Winslet, Mia Wasikowska y Rainn Wilson. Sarandon interpreta a la protagonista, una mujer con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que decide acabar con su vida con la ayuda de su marido. Una vez el más, la película abre el debate sobre la necesidad de regulaciones estatales para evitar que la familia intervenga.
No conoces a Jack (2010)
Si no te suena el nombre del doctor Jack Kevorkian... debería. Algunos lo apodaron el 'Doctor Muerte' y otros lo tacharon de héroe. Fue un médico y activista que, ejerciendo como profesional sanitario, eutanasió a 130 pacientes que le suplicaron una muerte digna. ¿Su el lema? «Morir no es un crimen». Fue sentenciado a 10 años de prisión por homicidio, aunque recibió un indulto en 2007. Esta película dirigida por Barry Levinson (Sleepers) y protagonizada por Al Pacino (El Padrino) y John Goodman (El gran Lebowsky) rinde homenaje a una figura que siempre causa polémica.
Johnny cogió su fusil (1971)
Quizás la más brutal de todas las películas que forman parte de esta lista. Johnny cogió su fusil es una cinta incómoda. Presenta la historia de un joven soldado que despierta confundido en un hospital. Está ciego, sordo, mudo y no tiene brazos ni piernas. Por no tener, no tiene ni rostro. Su cuerpo es un trozo de carne cuyo corazón aún late. Él es consciente de todo, pero nadie sabe si está consciente o no, ya que no tiene cómo comunicarse. Malvive postrado en una camilla en completa oscuridad, como si estuviese en una suerte de purgatorio. Tan solo quiere morir, pero la espera es larga y agónica. La película, que también funciona como brillante alegato antimilitarista, se hizo con el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes y encumbró a su guionista, Dalton Trumbo, uno de los hombres más famosos perseguidos por la infame Caza de Brujas de McCarthy.
Cosas que importan (1998)
Melodrama protagonizado por Meryl Streep que muestra la vida de Ellen Gulden (Reneé Zellweger), una periodista que recibe la noticia de que su madre está terriblemente enferma. Ella irá a acompañarla en sus últimos días de vida, ocasión que le servirá para conocer mejor los aspectos del pasado de su familia.
Million Dollar Baby (2004)
Obra maestra dirigida y protagonizada por Clint Eastwood que relata la trágica historia de Maggie Fitzgerald (Hilary Swank), una boxeadora de élite que durante uno de sus combates queda tetrapléjica. Como la eutanasia no entra dentro de los límites legales, ella busca suicidarse por todos los medios. Para los anales de la historia quedará esa durísima escena en la que Maggie se arranca su propia lengua para morir desangrada. Aquí vuelve a aparecer el debate sobre la necesidad de tener leyes regulatorias de la eutanasia.