Especial
Condenado a muerte el ‘Destripador de Hollywood’, el asesino que mató a la pareja de Ashton Kutcher
Michael Gargiulo asesinó en 2001 a una estudiante de diseño llamada Ashley Ellerin pocas horas antes de quedar con el popular actor
Ponía su rostro más afable, llamaba a las puertas de los apartamentos en los que sabía que solo vivían mujeres, les decía que era su vecino o se hacía pasar por un manitas que las ayudara y, al abrirles la puerta, irrumpía en su domicilio y las asesinaba a puñaladas. El modus operandi de Michael Gargiulo era salvaje y brutal. De ahí que se le conociera como el Destripador de Hollywood: un psicópata sin escrúpulos que acabó con la vida de tres mujeres (de diez de las que se sospecha que pudo asesinar) y estuvo a punto de matar a una cuarta.
Su nombre hoy resuena en los medios de comunicación porque un tribunal de California lo ha condenado a muerte por asesinato. Pero si la noticia ha trascendido tanto no ha sido, tristemente, porque al final se haya hecho justicia para las familias de las víctimas, sino porque una de estas, Ashley Ellerin, una joven estudiante de diseño de 22 años, fue durante un tiempo pareja del actor Ashton Kutcher.
De hecho, el popular intérprete fue uno de los perfiles más mediáticos que testificó en contra de Gargiulo. Según recordó Kutcher en una de las vistas orales celebrada en 2019, en 2001 él y Ashley Ellerin habían quedado en el apartamento de la joven para continuar con una serie de citas que habían iniciado hacía semanas. Al llegar a la puerta de su casa –con varias horas de retraso– ella no respondió: él pensó que había salido. Al asomarse por una de las ventanas de su apartamento vio algunas manchas rojas por el suelo de su casa. Ashton Kutcher pensó que eran de vino. Se dio media vuelta y se marchó.
Sin embargo, al día siguiente se enteró por la prensa que Ashley Ellerin había sido asesinada por Michael Gargiulo. 47 puñaladas fatales que acabaron con su vida. «La cagué», llegó a decir Kutcher en el juicio por haber llegado tan tarde a la cita. «Fue el inicio de una vida alterada, desequilibrada y dolorosa», añadió el padre de la joven asesinada. ¿Habría podido evitarse la tragedia? Es difícil saberlo porque Gargiulo llevaba espiando varios días a Ellerin y se había ganado su confianza haciéndose pasar por su vecino. De no haberla matado aquella tarde, probablemente lo habría intentado a la siguiente.
Pero Ashley Ellerin no fue la única víctima del Destripador de Hollywood: María Bruno, de 32 años, una madre de cuatro hijos, también fue asesinada y salvajemente mutilada en 2005 a manos del psicópata. Lo mismo ocurrió con Tricia Pacaccio, de 18 años, en 1993. Michelle Murphy, su vecina, estuvo a punto de correr la misma suerte en 2008, solo que ella se defendió de las garras del asesino y lo hirió, salvando la vida y permitiendo que las autoridades le dieran caza gracias a sus restros de sangre, cerrando así un ciclo de asesinatos en serie de lo más truculentos.
Hoy California condena en Los Ángeles a Michael Gargiulo. ¿La sentencia? Condena a muerte. ¿Aplicable? Improbable, ya que desde el año 2006 este estado, meca de Hollywood, no ejecuta a ninguno de sus presos y el gobernador de la región, Gavin Newsom, es un firme opositor de la pena de muerte. Sea como fuere, hoy María Bruno, Ashley Ellerin, Tricia Pacaccio y Michelle Murphy tienen la justicia que merecen.