Jenny Lee: Hablamos de Olivia Rodrigo, K-Pop, Beyoncé, niños ricos, drogas o la serie que hará HBO de ‘Anna K’
Una mezcla de ‘Gossip Girl’ y ‘Euphoria’ con mucha música
Las series juveniles que tienen como protagonistas a jóvenes ricos que intentan sobrevivir en un mundo de presiones sociales, drogas, engaños amorosos o choques generacionales suelen tener éxito en plataformas como HBO o Netflix. Esta primera plataforma es la que ha comprado los derechos de Anna K, la novela de Jenny Lee que nos recuerda a antecesoras como Gossip Girl y Euphoria.
La autora estadounidense con ascendencia coreana que ha trabajado muchos años como guionista en televisión ha llenado de ritmo una historia que refleja muchos de los problemas que se encuentran estos jóvenes y que se inspira en Anna Karenina, el clásico de Tolstoi.
Muchos de los jóvenes que no se acercarían ni locos al clásico ruso, seguro que se engancharían a la versión que nos ofrece Lee y que merece la pena leer antes de verla en imágenes. Nos lleva a un 2019 donde sonaban grandes éxitos que forman parte de la playlist de esta novela que le da mucho protagonismo a la música.
Hemos podido contactar con la autora a través de mail para poder conocer todas las curiosidades de una historia que estamos convencidos de que lo va a petar.
Con 15 años leyendo a Tolstoi, no sé si es lo más común. Supongo que los jóvenes de ahora preferirán conocer a Anna Karenina a través de tu personaje, ¿no?
Definitivamente no es lo más común, ¡y tampoco lo era cuando yo lo hice! Como estaba castigada y no podía ver la televisión ni ver a mis amigos, tenía mucho tiempo libre, y mi hermana mayor, que estaba en la universidad, me envió un ejemplar del libro. Me dijo que Anna (Karenina) tenía problemas mucho mayores que los míos. Al principio no estaba segura de leer un libro de más de 800 páginas, pero una noche lo empecé y me encantó.
Me encantaría que los adolescentes de hoy en día leyeran Anna K y se enamoraran de la historia, y que luego pasaran a la Anna Karenina original. El original es una gran obra de literatura, mientras que mi libro es un divertido y jugoso culebrón.
Tú la descubriste mientras cumplías un castigo trabajando en el McAuto tras haber cogido un coche sin permiso, ¿en aquel momento eras capaz de imaginarte una Anna de tu tiempo?
Eso fue hace mucho tiempo, así que no estoy segura de lo que sentí al leerlo. Pero lo que recuerdo es que lo que más me fascinó fue el argumento de la condenada relación amorosa entre Vronsky y Anna. Me pareció tan romántico. Era una historia de amor a primera vista. Él la vio en la estación de tren y quedó prendado al instante.
Te casaste con tu Vronsky particular y te lanzaste a escribir la novela porque como bien dice tu marido: “El mejor momento para escribir una historia de amor es cuando estás enamorada”. ¿Crees que, si la hubieras escrito tras tu primer divorcio, hubiera sido igual la historia?
Probablemente no. Después de mi primer divorcio, me desilusioné de las relaciones amorosas y no pensaba volver a casarme. Cuando conocí a mi actual marido, me sentí como una adolescente enamorada. De hecho, nos fugamos a Las Vegas hace cinco años. Definitivamente no habría tenido la misma perspectiva sobre el amor si hubiera escrito el libro después de mi divorcio. Estoy agradecida por haber conocido a mi marido y haber podido recordar lo increíble que puede ser enamorarse.
Anna está metida en un amor fácil de esos que todo el mundo aprueba y envidia… ¿una manera de reivindicar que no existe el hombre perfecto?
Las cosas fueron fáciles con Alexander (el primer novio de Anna en el libro) porque era su primera experiencia en una relación romántica y no sabía qué esperar del amor. Era muy bueno con ella, pero también era un poco aburrido. Sólo al conocer a Vronsky vio lo que le faltaba a su relación con Alexander: ¡pasión!
Guionista de programas como A todo ritmo de Disney Channel, ¿de ahí el ritmo trepidante de la novela?
Sí, utilicé mi experiencia como guionista de televisión para dar formato a la novela. Los capítulos son cortos para que parezcan escenas de un programa de televisión o una película.
Los derechos los ha comprado HBO, ¿te la imaginabas ya como serie?
Sí, siempre pensé en escribirlo primero como novela, pero mientras lo hacía me imaginaba la versión televisiva en mi cabeza. Imaginé que el primer libro podría ser la primera temporada de la serie de televisión. Es difícil escribir un libro con tantos personajes diferentes, pero mis 12 años de trabajo en la escritura de televisión me ayudaron a saber cómo manejar un gran elenco de personajes.
¿Le habías puesto caras conocidas a tus personajes principales?
Tomé prestados detalles de las relaciones de mis amigos, utilicé nombres de personas que conozco y otras características, pero, por supuesto, la mayor influencia fue mi propia experiencia personal en lo que respecta a las relaciones románticas (¡las buenas y las malas! ¡Ja, ja!).
Tenemos referentes en este tipo de series como Gossip Girl o Euphoria, la primera refleja el mundo de los niños ricos con sus problemas. La segunda el mundo de las drogas y los excesos, ¿la tuya en qué se centrará más?
Las primeras experiencias de los adolescentes con el amor: lo maravilloso y lo complicado y horrible que puede ser. La adolescencia ya es una montaña rusa de emociones, así que, si le añades el amor, siempre es un viaje salvaje.
¿Crees que este tipo de series reflejan a la juventud media de este siglo XXI?
Tal vez no sea la media; definitivamente se trata de un subconjunto particular de personas porque se desarrolla en una clase más acomodada. Sin embargo, el mundo de Anna K es bastante diverso y muchos de los problemas a los que se enfrentan los personajes son universales: problemas con los padres, los amigos, que un chico que te gusta se interese por otra.
Habías escrito para niños, ¿cambia mucho hacerlo para el mundo juvenil?
No hay mucha diferencia, pero creo que tuve más en cuenta que las cosas fueran apropiadas para la edad de los niños más pequeños (de 9 a 12 años) que para los adolescentes. Cuando escribí Anna K, simplemente escribí la historia que quería leer, ya que creo que los adolescentes son mucho más maduros de lo que a menudo se les atribuye. Mi libro es definitivamente para un adolescente más maduro, ya que exploro muchos temas diversos. En mi caso, mi adolescencia también fue muy divertida (quizás era un poco salvaje, ya que mis padres eran muy estrictos), así que quería asegurarme de que los personajes adolescentes se divirtieran mucho.
Un mundo en el que las drogas son una constante, la competitividad, la presión social… ¿podemos considerarlos privilegiados?
No estoy segura de estar respondiendo a la pregunta correctamente, así que lo siento. La riqueza hace que ciertas cosas sean más fáciles, pero incluso los adolescentes ricos siguen teniendo problemas similares a los de cualquier otro adolescente: la escuela, los amigos, el amor, etc.
En tiempos de Tolstoi no había redes sociales, lo complican todo mucho más, ¿no?
¡¡¡Sí!!! Hice un pequeño comentario sobre las redes sociales en el libro cuando el personaje de Dustin miró la cuenta de Instagram de Lolly que la mostraba divirtiéndose tanto en una fiesta con Steven y parecían ser la pareja perfecta, cuando en realidad él conocía la realidad de su situación, que distaba mucho de ser perfecta. Creo que los adolescentes deberían saber que lo que se ve en una foto nunca es la historia real.
Lo que no cambia mucho por años que pasen es el concepto del amor, ¿o crees que ahora es muy diferente de los tiempos de Tolstoi?
No creo que el amor sea diferente ahora de lo que era hace cientos de años. El amor sigue siendo complicado, aterrador y sorprendente. El amor es el gran igualador: es una constante. Los altibajos del amor son universales.
¿Cuál es el mayor problema de la juventud de hoy en día?
El cambio climático: un futuro incierto para los jóvenes. Escribo esto mientras estoy visitando la ciudad de Nueva York por primera vez después de la pandemia y ¡hace mucho calor aquí! Lo que admiro de los adolescentes de hoy es lo activos que son en cuestiones sociales. Definitivamente, cuando yo era adolescente no era consciente de estas cosas y mi visión del mundo era más estrecha y egoísta.
Aparece la cultura coreana y lo diferente que es de la estadounidense en algunos aspectos, ¿cuál es la mayor diferencia a tu parecer?
Piedad filial: las culturas coreana y asiática se centran en la importancia de la familia por encima del individuo, mientras que en la cultura estadounidense existe una mentalidad de elección individual y de ‘¡puedes hacer cualquier cosa!’. En la cultura coreana se espera que se respete a los mayores por encima de todo (y que se les escuche, cosa que a mí no se me da muy bien, sólo hay que preguntarle a mi madre), pero en la cultura estadounidense los jóvenes son más independientes y se les anima a ser ellos mismos.
La cultura coreana cada vez está más presente en el entretenimiento estadounidense, ¿cómo lo valoras?
Soy una gran fan del K-pop desde hace años, así que me emociona que hoy en día haya tanta gente que lo ame como yo. Me emociona ver más cultura coreana en el entretenimiento en la televisión, en el cine y en la música. También me entusiasma cómo la cultura estadounidense está influyendo en Corea, como el movimiento feminista es popular entre las jóvenes de Corea. Eso es muy emocionante para mí.
En tu libro hay mucha música y muy de actualidad, ¿por qué no hay alguna referencia a BTS o Blackpink?
La hay en la secuela de Anna K, y en ese libro sabía que ella iría a Corea, así que guardé mucho de todo esto para ese otro libro. Además, Anna K está ambientada en 2019 y el K-Pop acababa de comenzar su ascenso de popularidad.
Hay mucho Hip Hop, ¿qué ha aportado a la juventud este género musical?
Gran parte del Hip Hop de los 90 vino dado por mi marido, que adora ese género. Eligió todas las canciones de la fiesta: realmente a él le marcó como adolescente en los 90. Él escucha principalmente hip hop, mientras que yo tengo un gusto musical pop mucho más femenino. Ahora mismo mis dos cantantes favoritas son Olivia Rodrigro y Billie Eilish. Casi siempre he escuchado exclusivamente cantantes femeninas.
Hablas de Drake y dices que su popularidad hace que se considere guay ser afroamericano criado como judío, ¿cómo se encajan las referencias raciales en un momento tan sensible con este tema?
La música siempre influye en la cultura. Me encanta que la música popular sea ahora más diversa y esté cambiando la forma de ver el mundo. Creo que la música es realmente líder en ayudar a formar la visión del mundo de los jóvenes. La música y el arte son universales y atraviesan todas las barreras lingüísticas.
Hablas de Beyoncé, pero en esta ocasión no sacas su lucha como afroamericana sino como icono de las mujeres engañadas gracias a Lemonade, ¿realmente crees que la juventud la reconoce por eso?
Sí, creo que se defendió con ese álbum y tomó el control de la narrativa. Es muy potente.
Conviertes California Gurls de Katy Perry en Cannabis Gurls… Con el sentido del humor que tiene, supongo que le encantaría, ¿no?
Espero que sí, ¡yo era un gran fan de Teenage Dream! Y también me parecen divertidos los nombres de la hierba... También me gustan los nombres de los esmaltes de uñas. Sería un trabajo de ensueño para mí poder nombrar los colores de los esmaltes de uñas o, ahora, ¡los nombres de la hierba! Ja, ja.
Nos paseas por Coachella, el Festival por excelencia de los niños ricos, ¿has vivido alguno en primera persona?
Sí! Investigué sobre Coachella a través de mi asistente Eleanor, que había estado dos veces antes y me enseñó muchas fotos, pero después de que Anna K se vendiera, tuve la oportunidad de asistir a Coachella en abril de 2019 por mí misma (Scooter Braun nos dio a mi marido y a mí un pase de artista para que tuviéramos acceso al backstage) e hice reescrituras basadas en mi propia experiencia de ir allí y verlo de primera mano. Coachella por la noche con todas las luces y las multitudes fue mágico. Me encantaron todas las instalaciones artísticas gigantes.
Lo único que cambié fue que en el libro Billie Eilish actuó el viernes por la noche, pero en realidad la vi tocar el sábado por la noche. A veces hay que cambiar pequeños detalles en una obra de ficción.
¿Qué criterio has elegido para seleccionar la música que suena en tu libro?
Recibí muchas recomendaciones de mi marido John y de mi ayudante Eleanor, y todo lo que elegí eran canciones que podrían escucharse de forma realista en 2019, cuando se ambienta el libro.
¿Escuchaste mucha música mientras escribías?
Sí, mi marido me hizo una lista de reproducción con todas las canciones del libro y las ponía mientras escribía. También pusimos las canciones durante la fiesta que celebré en Los Ángeles cuando se publicó por primera vez la novela.
Si tuvieras que sacar un single para presentar la novela, ¿cuál sería?
Definitivamente cantado por una mujer, algo con un fuerte mensaje femenino. Algo alegre, como el K-pop o el pop.
Para acabar, una curiosidad. Tu protagonista tiene terranovas igual que tú ¿cómo es la vida con un animal que parece más un caballo que un perro?
¡Muy baboso! Pero maravilloso. Es muy divertido tener un animal gigante paseando por tu casa. Mi Terranova se llama Gemma y pesa 60 kilos. Sólo tengo uno, pero en el libro le di a Anna dos … porque espero tener algún día dos perros gigantes.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...