Especial
M. Night Shyamalan y ‘Tiempo’: ¿Cuáles son los mayores miedos del director de ‘El sexto sentido’?
Conversamos con el director de 'El Sexto Sentido', 'El protegido' y 'El bosque' sobre su nueva película, un thriller con componentes de terror y ciencia-ficción ambientado en una playa paradisíaca
undefinedLuis M. Ortiz
Tiempo, la nueva película de M. Night Shyamalan (El Sexto Sentido), es un thriller que coge de aquí y de allá componentes del género de terror y de la ciencia-ficción y los amalgama, creando una experiencia única y transversal en cuanto a temáticas y tonos que ya es marca de la casa de este director. El cineasta se encuentra en plena forma y podemos decir que esta es su mejor película desde El Protegido.
La historia de Tiempo sigue a un grupo de turistas de diferentes nacionalidades que van a pasar sus vacaciones a un resort paradisíaco. Todo va bien hasta que deciden viajar a una playa virgen cercana a su alojamiento y empiezan a sufrir una extraña transformación: sus cuerpos envejecen rápidamente y los niños se convierten en adultos. ¿Qué está ocurriendo en aquella cala paradisíaca perdida en mitad de la nada? ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Podrán escapar de los efectos insoportables del avance del tiempo? Los interrogantes se agolpan y al terminar la película uno sale con la sensación de haber visto algo diferente, inédito.
En LOS40 pudimos charlar sobre M. Night Shyamalan de su nueva película, sobre qué fue lo que le inspiró para crear esta historia y de la novela gráfica en la que se inspira. Por supuesto, también le preguntamos qué elementos debe tener una buena película de terror para trascender.
El núcleo de Tiempo es el concepto del tiempo y cómo a veces este se nos escapa de las manos, como si tuviésemos un puñado de agua entre manos. ¿Trataba de hacernos reflexionar sobre el paso del tiempo, sobre la idea de dejar de ser niños y darnos cuenta de que ya somos ancianos? ¿Cuál es la lectura simbólica de la película?
El lugar del que vengo y el concepto de movimiento del tiempo definitivamente han sido cosas que han estado en mi cabeza desde hace años. Supongo que cuando era más joven todo parecía mucho más permanente, y eso era una ilusión, mi percepción de ello. Estos son mis padres, y estos mis familiares, y estos mis hijos. Y todo parecía muy permanente. Hoy mis padres son extremadamente frágiles, muy mayores; mis hijos son adultos, y ahora tengo esta extraña sensación de que no hay nada permanente en todo esto. Incluso la percepción que tengo de mí mismo ha cambiado. Tengo miedo inmediatamente al pensar en eso. Y cuando soy sano pensando en ello, y pocas veces lo soy, entonces reflexiono sobre que eso es lo bonito: hoy pude tomarme un té con ellos y ojalá termine siendo un buen día; mis hijos tienen ya vidas de adultos. Esto será diferente mañana y pasado mañana. Eso hace que el presente me resulte muy especial.
Una de las cosas que más me gusta de Tiempo es que es aterradora sin dar miedo. Es como rebobinar hacia delante una cinta de vídeo de nosotros mismos sintiendo la impotencia de que el mando se ha quedado sin baterías. Otras películas como El resplandor, Psicosis, El Más Allá o La mujer de la arena, o incluso las que usted ha dirigido, como El sexto sentido, El bosque o Tiempo, usan los miedos más profundos de los personajes para hacernos pensar en aquello que nosotros más tememos. ¿Qué cree que necesita una buena película de terror para trascender?
Cuando pienso en los géneros… Lo primero es que no sé muy bien si mis películas son solamente de terror. Definitivamente sí que tienen muchos elementos de terror, pero el género en sí mismo es como un divertido y emocionante paseo en una montaña rusa que sirve para hablar sobre cosas importantes. Cuando veo La noche de los muertos vivientes o la primera de La invasión de los ladrones de cuerpos me invade una paranoia y un miedo que me hacen pensar que en realidad no me importan los zombis o que el planeta sea invadido, sino la terrorífica idea de sentirme solo, separado, aislado, de tener miedo hacia otras personas, o despertar la paranoia sobre las intenciones del resto de gente. Ese es el colorido tornasol de emociones que nos puede llegar a transmitir el género. Con Tiempo tuvimos esta especie de Twilight Zone como marco, y el viaje era ese, pero de lo que habla es de cosas de las que, genuinamente, cuando estamos solos, tanto tú como yo tenemos miedo.
El libro se inspira en una novela gráfica llamada Sandcastle. Imagino que es difícil hacer que una adaptación luzca original. ¿Cómo lidias con ese proceso de transformación de algo que ya existe en otra cosa completamente nueva? ¿Qué nuevos elementos añadiste a la historia, o qué cosas personales introdujiste para que Tiempo fuera original?
Hay tantos formatos tan diferentes que me sentí en la libertad de inspirarme en ello. Todo la inspiración viene de la novela gráfica, y es algo que hago habitualmente: cuando hago una película original miro un cuadro, o leo un libro, o las líneas de un poema, y eso me inspira para crear una historia del tipo ‘eh, qué pasa si un tío pierde la fe en una invasión alienígena’. Todo viene de algo que he visto, y esto fue así. Me inspiré mucho en esa novela gráfica, y cuando ensamblas sus diferentes piezas para crear una película tienes que ir cogiendo todos los movimientos, todos los personajes, y añadir muchas cosas mías, personales, que tienen una especie de extrañeza. Hago mucho eso: traigo cosas de casa o alguna interacción que he tenido con algún amigo y las traslado a la película.
Tiempo llega a los cines el 30 de julio. Gael García Bernal (Amores perros) y Vicky Krieps (El hilo invisible) son los encargados de dar vida a los protagonistas de esta truculenta historia que entremezcla terror, ciencia-ficción, supervivencia y conspiraciones. A ellos también se les suman Ken Leung (Perdidos), Rufus Sewell (El padre), Thomasin Mckenzie (Jojo Rabbit) y el baterista y actor Alex Wolff (Hereditary).