El fin de los Eagles: Un cruce de insultos y “patadas en el culo” entre Glenn Frey y Don Felder

La mítica banda californiana sentenció su final en pleno concierto y con un mal rollo tremendo

EAGLES. De izquierda a derecha: Joe Walsh, Don Henley, Don Felder, Glenn Frey y Randy Meisner. / Ellen Poppinga - K & K/Redferns

Años de tensiones contenidas se desataron sobre el escenario del Long Beach Arena aquel 31 de Julio de 1980. Glenn Frey y Don Felder tuvieron una tremenda bronca en el último concierto de su gira The long run. Entre canción y canción se intercambiaban amenazas y soltaban pestes uno del otro. El broche final fue una guitarra estampada contra una columna de hormigón. Fue el fin de los Eagles. Al menos, hasta 14 años después.

Las tensiones previas

Los Eagles habían empezado a trabajar en el que sería su sexto álbum, The long run, en 1977. Tardaron dos años en completarlo y según contaba el batería Don Henley, la banda estaba “absolutamente quemada” y “exhausta a nivel psíquico, emocional, espiritual y creativo” tras el largo tour que acababan de concluir cuando emprendieron la tarea de grabar el disco. No obstante, pudieron reunir 10 canciones y contaron con la ayuda de J.D. Souther y Bob Seger para co-escribir Heartache tonight, uno de los éxitos del álbum junto a The long run o I can't tell you why.

Pero el día que ofrecieron el último concierto de la gira, todo estalló… la gota colmó el vaso

Ya entonces, el desgaste de los miembros de la banda hacía que, entre bastidores, no reinara la paz y la armonía. Bajo la extraordinaria venta de sus álbumes subyacía una tensión que había ido creciendo y circulaba entre ellos cuando, en Junio de 1979, emprendieron en Japón su larga gira ‘The Long Run Tour’.

Durante más de un año, Glenn Frey, Don Henley, Don Felder, Timothy B. Schmit y Joe Walsh mantuvieron el tipo. Pero el día que ofrecieron el último concierto de la gira, todo estalló… la gota colmó el vaso. Incluso se le puso nombre: ‘Long Night at Wrong Beach’

Eagles Heartache Tonight -HD

“Encantado de conocerla… supongo”

El 31 de Julio de 1980 el grupo ponía el punto final a ‘The Long Run Tour’ en el Long Beach Arena, cerca de Los Ángeles (California). Era un show a beneficio del senador de California, Alan Cranston. Así lo había decidido y dispuesto Glen Frey. Pero no todos sus compañeros estaban de acuerdo en mezclar música con política. Don Felder había puesto objeciones, no le gustaba que el concierto sirviera para recaudar dinero para la re-elección del senador del Partido Demócrata. Así que el ambiente estaba ya caldeado antes de empezar.

En el ‘meet-and-greet’ previo, Felder conoció a la esposa del senador, Norma Cranston, con quien se mostró cordial. Después de saludarla con un “encantado de conocerla”, cuando ella ya se había dado la vuelta y se marchaba, no pudo resistirse y añadió: “supongo”. Por casualidad, Glenn Frey escuchó ese comentario y se enfadó mucho. Ambos mantuvieron un acalorado enfrentamiento justo cuando el concierto empezaba… y se lió.

Según transcurría la noche, ambos nos íbamos irritando más y empezamos a insultarnos el uno al otro en voz baja

Intercambio de “patadas en el culo” e insultos

“Salimos al escenario y él se me acercó cuando tocábamos ‘The best of my love’ y me dijo ‘que te jodan, voy a darte una patada en el culo en cuanto salgamos del escenario’”. Así lo recordaba Don Felder y así lo escribió en ‘Heaven and Hell: My Life in the Eagles’, su libro de memorias de 2008. “Realmente, ninguno de los dos queríamos estar allí esa noche”.

Por su parte, Glenn Frey recuerda "Estábamos en el escenario, y Felder miraba hacia atrás y me decía ‘Solo tres canciones más hasta que te dé una patada en el culo, amigo’. Y yo respondía ‘Magnífico, estoy deseando’. Estábamos cantando, pero interiormente pensábamos ‘en cuanto esto acabe, te voy a matar’. Y ahí fue cuando supe que me tenía que marchar”.

Paralelamente, mientras el show proseguía, la tensión y el rencor acumulados entre Felder y Frey se hacía más evidente: “Según transcurría la noche, ambos nos íbamos irritando más y empezamos a insultarnos el uno al otro en voz baja”, continua Felder. “Los técnicos de sonido temían que el público pudiera escucha nuestros exabruptos, así que bajaron el sonido del micrófono de Glenn y lo subían cuando tenía que empezar a cantar. Él se me acercaba después de cada canción para despotricar, insultar, maldecir, y me hacía saber las canciones que faltaban antes de que empezara nuestra pelea”.

“En este momento no hay banda”

Después de terminar la actuación con Life in the fast lane, el grupo salió dos veces más al escenario e hizo dos bises. La última canción que los Eagles tocaron antes de su ruptura fue All night long, de Joe Walsh. Cuando se cerró el telón, Felder estampó una guitarra acústica contra una columna de hormigón y la hizo añicos delante de Frey y de los Cranston. Se montó en su limusina y salió de allí a toda velocidad.

“Pocos días después, me calmé”, escribe Felder. “El teléfono sonó. Era nuestro productor Bill Szymcyk. ‘¿Cuáles son los próximos compromisos de la banda?’ le pregunté. Se hizo un corto silencio. “’En este momento no hay banda’ me dijo. Era 1980, y los Eagles ya eran historia”

El anuncio oficial de la separación nunca llegó. Pero cuando Frey y Henley lanzaron sus álbumes en solitario en 1982, quedó claro que los Eagles habían echado el ancla. La banda no regresó hasta 1994, cuando lanzaron Hell freezes over y emprendieron una gira. Fue una reunión tremendamente lucrativa.

Una ruptura inevitable

Visto en perspectiva, la ruptura del grupo californiano parecía inevitable. Hicieron giras y grabaron discos constantemente desde su debut en 1972 con el homónimo Eagles. Tras el tremendo éxito de Hotel California de 1976, su permanencia se convirtió en una ardua tarea. Don Felder en Ultimate Classic Rock hacía esta reflexión: “Uno cubre sus nervios con gruesas capas. Cuando esas capas se hacen más finas y frágiles, es cuando se dicen y hacen cosas, cuando aflora el mal comportamiento. Especialmente cuando añades gasolina al fuego con drogas y alcohol. Entonces la situación se hace muy volátil”.

Quizá, nunca fue tan volátil como esa memorable noche del 31 de Julio de 1980 en Long Beach.

Alicia Sánchez

Periodista en busca de historias chulas del pop...