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Charlie Watts, uno de los nuestros
Ya no son inmortales, y quizás por ello, el mismo Charlie se retiraba de la banda hace apenas unas semanas. Podíamos intuir que algo pasaba, y vaya si pasaba
La parca es implacable y puede hasta con los que creíamos inmortales. Ayer fallecía Charlie Watts, batería y miembro fundamental de la mejor y más longeva banda de Rock del planeta, The Rolling Stones.
Ya no son inmortales, y quizás por ello, el mismo Charlie se retiraba de la banda hace apenas unas semanas. Podíamos intuir que algo pasaba, y vaya si pasaba.
Amante del Jazz, criador de caballos, y uno de los pilares de la banda más importante del mundo. De él, decían Mick y Richards, que era el jefe de la banda, el líder. Lejos de excentricidades comunes de sus compañeros de banda, Charlie era el más tranquilo, pero con un pronto importante, dicen que en más de una ocasión acarició con sus manos en la cara de Mick...
Fiel marido, aun siendo una de las estrellas más importantes de la historia de la música, entraba en los Stones en 1963 y se casaba en 1964 con su mujer Shirley Ann, hasta el fin de sus días.
Era el que llevaba la paz después de la guerra, quien lidiaba con los egos y fuertes riñas entre Richards y Jagger, el juez árbitro. El pegamento para que la maquinaria siguiera funcionando. Es un secreto a voces que The Rolling Stones no hubieran sido nunca The Rolling Stones sin el bueno de Charlie.
Desgraciadamente no volveremos a escuchar el inicio en directo de Honky Tonk Woman en baquetas de Charlie, nos quedamos sin un plan de década, yo los he visto una vez por década en los últimos 30 años. Y yo soy de los jóvenes del clan. Hoy mucha gente en todo el planeta, siente que lo último que nos quedaba inmortal, ya no lo es.
Mucho se ha escrito sobre la inmortalidad de los Stones, sus ganas de no bajar del escenario y seguir haciendo giras y giras. Pero el final es algo que ya está escrito y ayer se descubría ese final. Nos dejaba uno de los inmortales, uno de los nuestros.
Ojalá en conciertos que se vayan haciendo estas semanas, con todo el esfuerzo del mundo en cada plaza, por la época nefasta para la música en directo. Se oigan los riffs de los Stones, los acordes envenenados y los elegantes golpes de caja de Charlie. Ojalá se versionen sus canciones en homenaje a uno de los nuestros, sería una muestra de respeto a la mejor y más grande banda que hemos visto nunca.
Los que tenemos la suerte de formar parte de LOS40 Classic, sabemos la importancia de esta pérdida, por eso hoy abriremos las horas con una canción de los Stones en forma de homenaje. Y nos quedan sus canciones como el mejor recuerdo.
Larga vida a lo que nos queda de los Stones.
Texto por Mon Tapias.