Manuel Vilas transmite, en su nueva novela, la idea de que el amor es lo que nos salva a cualquier edad
El confinamiento también ha traído historias buenas
¿Hay edad para enamorarse? Manuel Vilas tiene una respuesta clara en su última novela, Los besos. “Miro a esa mujer y su belleza me rompe el corazón, creo que es la mujer de mi vida, es una fe que me estalla en el alma, e incluso puedo ver mi alma al fin”, siente el protagonista de su nueva historia. Tiene 58 años y se ha enamorado, no hay duda.
Vilas nos presenta un amor romántico e idealizado en el que la piel y el amor carnal también cobran protagonismo. El erotismo está presente entre un hombre y una mujer que encuentran juntos el sentido más profundo de la vida.
En esta historia, el virus supone una oportunidad para esta pareja que viven su amor con mucha intensidad y como una auténtica salvación y respuesta a lo que sucede. Y lo hacen entre la naturaleza de Sotopeña, Madrid y la playa de Benicasim.
- la historia de 'los besos'
¿Por qué la pasión amorosa y la ilusión tiene un principio y un final? ¿Por qué no puede durar eternamente esa maravillosa locura? ¿Cómo evitar que el amor no se convierta en algo vulgar? ¿Cómo comienza el amor? Esas son algunas de las preguntas que plantea esta novela donde el amor se escribe con mayúsculas y se descubre como lo imprescindible para dar sentido a nuestras vidas. Distinto en cada etapa de nuestras vidas, eso sí.
Pero el amor no es el único tema que trata Los besos. Hay otros temas universales que cogen fuerza.
La ilusión permanente
La encarna Salvador. Su amor es el motor de esa ilusión que no pierde a lo largo de la historia, a pesar de que el contexto no ayude y de que sepa que toda historia de amor termina por acabarse. El protagonista muestra la ventaja de mantenerse ilusionado y de actuar en consecuencia.
El homenaje a Cervantes y al Quijote
El autor se vale de Cervantes y su obra cumbre para utilizarlos como hilo conductor del relato. Desgrana el mensaje de la obra del célebre autor español, a la vez que aprovecha el valor simbólico de la novela, sus personajes y los temas que trata. Salvador, con un nombre propio lleno de sentido para esta novela, termina por convertirse en un caballero andante capaz de cometer locuras por su amada. Y es que el protagonista las cometerá a su manera. Para Salvador, además, los libros son también un bálsamo.
El sentido de la vida
La filosofía es parte de esta novela y, como no, los profundos pensamientos del protagonista sobre temas como la senectud, la muerte y la soledad de los que fallecen, la enfermedad, la llamada Oscuridad y también el envejecimiento de los cuerpos que se aman.
La cotidianidad
Los besos también son una oda a lo cotidiano. El autor describe el día a día de su estancia en la cabaña, se fija en objetos dándoles un tierno protagonismo, como la bonita taza azul de desayuno que Rafael da a su Altisidora, o describe las sensaciones que le causa ver el Opel Astra de Monserrat.
La maternidad
Amante idealizada, Montserrat también es madre. La angustia por mantenerse distanciada de su hijo y la sensación de fracaso forman parte de su carácter.
El Covid-19 y el mundo que le rodea
A menudo, el reflejo de la pandemia llevará implícita la crítica a los políticos o a la forma de encarar la crisis sanitaria por parte de la humanidad. Con sarcasmo, Rafael llamará narcisos a los gobernantes y dará su opinión sobre el virus, que le trajo el amor de Altisidora como regalo. Como en otras de sus obras, el capitalismo y sus efectos también tienen su reflejo en las páginas. A su vez, la mente de Rafael recorrerá algunos periodos de la historia, como el 23-F.
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Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...