Especial
Una plataforma afín a Hazte Oír pide censurar ‘Benedetta’ de Verhoeven por “blasfema” y “perturbadora”
La cultura de la cancelación sigue su avance, esta vez entre los sectores ultraconservadores
El fervor de la cultura de la cancelación no para de extenderse. Esta vez ha sido la plataforma CitizenGo, que engloba también a la polémica y ultraconservadora Hazte Oír, la que ha puesto el grito en el cielo por culpa de una película de Paul Verhoeven: Benedetta. Estrenada en el Festival de Cannes con críticas bastante positivas por parte de la prensa especializada, esta cinta del director de Desafío Total ha supuesto una auténtica revolución para los más puritanos y puritanas.
La cinta de se basa en una novela de Judith C. Brown llamada Actos Impúdicos, y tanto en el libro como en la película hay varias escenas bastante subidas de tono que la plataforma CitizenGo considera absolutamente «blasfemas» e «híper perturbadoras», lo que ha hecho que inicien una recogida de firmas para que la película se retire de los cines.
Entre esas secuencias «agresivas» que piden censurar se encuentra una secuencia lésbica entre una monja y una de sus compañeras, donde utilizan una estatua de la Virgen María para cometer «actos obscenos», además de «explícitos», que podrían dañar la moral de los más puritanos.
Por eso CitizenGo pide que «no se siga distribuyendo este material altamente ofensivo y que [la productora] se disculpe con la comunidad cristiana a la que ha dañado gravemente». La misiva va dirigida al co-presidente de Pathé Films AG, Jérome Seydoux (puedes leerla aquí)
Bajo el lema «blasfemar no es “libertad creativa” sino mediocridad», la petición asegura que «nunca se habrían atrevido a realizar semejante barbaridad si se tratara del Islam o de Mahoma» y que, en este caso concreto, «ha ofendido a la comunidad de 2000 millones de cristianos del mundo». Ya hay más de 200.000 firmas recogidas.
En España la distribución de esta película, que llegará a los cines el 1 de octubre, corre a cargo de Avalon, quien se ha tomado con bastante cachondeo la propuesta: «No, por el amor de Dios. Que ya tenemos los carteles impresos», tuiteaba desde su cuenta oficial.