Especial
Vivir con un Galaxy Watch 4 en la muñeca es tener un pie en el futuro.
Llevo un entrenador y un médico en la muñeca. ¿Y tú?
Salgo de casa a correr solo con un Galaxy Watch 4 en la muñeca y unos Galaxy Buds 2 en las orejas. Controlo la música con Spotify, hago llamadas sin necesidad de móvil y, si cuando acabo la rutina se me antoja cena para llevar, voy al ‘fast food’ (para deshacer todo lo que he conseguido con la carrera) y pago con el reloj.
Al llegar a casa hago un check completo y veo que todo está en orden: pulsación cardíaca, calorías gastadas. Y, si quiero ir más allá, calculo mi índice de masa corporal, mido la tensión la arterial y me hago un electrocardiograma. Estoy sano, tranquilo, y tengo la sensación de que vivo con un pie en el futuro.
Un servidor, poco habituado a los smartwatch, partía de una posición escéptica antes de probarlo durante unas dos semanas. ¿Necesitaba realmente otro artilugio más en la colección? Quizás antes no, pero ahora puedo decir que sí y es algo que ya no va a cambiar. Cualquier cosa que no tenga este nivel, no me valdrá.
Diría que este Galaxy Watch 4 lo tiene (casi) todo. Es bonito, cómodo y elegante, tiene una pantalla AMOLED fantástica que se activa perfectamente con el giro de la muñeca; brillante en exteriores, con multitud de esferas (algunas clásicas otras más modernas), la navegación es ultra-fluida gracias a Wear OS y tiene multitud de apps, sensores y utilidades.
Temía que aumentara mi dependencia digital y tras estas dos semanas diría que sí y que no. He vivido más ‘conectado’, pero nada me impedía activar el modo ‘No molestar’ para obviar las notificaciones y consultarlas a mi ritmo, en el reloj.
Me doy cuenta de que, con este aparatillo en la muñeca, solo vas al móvil cuando realmente lo necesitas y no como acostumbramos, que solo mirar la hora te hace perder el tiempo con cualquier chorrada al encender el móvil.
Me doy cuenta de que la interacción en el reloj con las apps de mensajería es uno de los puntos críticos a mejorar. Con Galaxy Watch 4 puedes dar respuestas rápidas desde WhatsApp (mensajes cortos predeterminados) o enviar emojis, pero la falta de App hace que no puedas iniciar un chat; sólo puedes leer texto o ver una foto que te envíen, pero no escuchar audios ni enviarlos, cosa que mejoraría mucho la experiencia.
Otro punto de mejora sería la incorporación de Google Assistant, que parece que está en fase beta y llegará (de momento nos imponen a Bixby).
También puedes leer correos electrónicos, escuchar música de tu Spotify mediante auriculares bluetooth, pagar con Google Pay y Samsung Pay, e incluso llamar por teléfono si tienes la versión LTE.
Queda la sensación de tener un mini smartphone ligeramente capado en la muñeca y el sistema operativo es Google Wear OS, con la capita extra de Samsung, se encarga de que todo vaya genial.
Entrenador personal y médico; todo en uno.
Donde sí te da un uso completo es como entrenador y casi hasta como médico personal.
Galaxy Watch 4 tiene unos 100 modos deportivos, medición de las pulsaciones durante la sesión, y ojo, para un seguimiento exhaustivo de tu estado físico: medición de composición corporal.
Esta medición es posible gracias al sensor BIA que, básicamente, envía una pequeña corriente eléctrica y mide el porcentaje de grasa corporal, el IMC, la masa muscular, la masa grasa, el agua corporal y el metabolismo basal. Todo muy PRO.
Si quieres más, puedes calibrar el móvil con un tensiómetro y te medirá la tensión. ¿Más? Puedes hacerte un electrocardiograma y consultarlo en el móvil (hay que decir que determinadas funciones como estas dos ultimas requieren de un móvil Samsung).
Otras mediciones típicas pero que hace muy bien es el sueño, con medición de oxígeno en sangre y hasta detección de ronquidos.
Después de semejante baño de elogios, llega la pregunta del millón: ¿Tiene defectos?
Más allá de la falta de interacción en las apps de mensajería, os diría que uno: la batería. Hablamos de algo menos de dos días si lo usas también para dormir y medir el sueño. Poco, comparado con la competencia. A esto sumamos que dos horas y pico para cargarlo completamente hacen que, sí o sí, tengas que quitarte el reloj de la muñeca un tiempo considerable varias veces por semana.
Por lo demás, si puedes pasar por encima de este inconveniente, cómpralo. Ya. No te arrepentirás.