Natalia Lacunza lanza su nueva canción ochentera ‘Cuestión de suerte’: ¡Mira el vídeo!

Al parecer los ritmos ochenteros están de moda en la música y puede ser porque son perfectos para cualquier género musical. Ya son muchos artistas que innovan dentro del Synth Pop y una de ellas es Natalia Lacunza. La pamplonesa ha anunciado este viernes, 15 de octubre, por redes sociales el lanzamiento de Cuestión de suerte, nuevo adelanto de su esperado disco. Por ahora no tenemos más noticias de la fecha de su álbum, pero sí podemos escuchar este tema y confirmarnos que Lacunza está a tope.

La joven es la viva imagen de libertad y talento en la industria musical. No solo nos lo demostró cuando llegó al pódium de Operación Triunfo 2018, sino con las tantas canciones que ha publicado y que nos han enganchado desde el primer momento. Ahora se avecina nuevo disco, lo que quiere decir nuevas sorpresas. ¡Cómo nos encantan las sorpresas!

Después de sus dos EPs Otras Alas (2019) y EP2 (2020), Natalia nos obsequia con algo diferente. Y con Cuestión de suerte lo ha hecho. Este sencillo contiene un aire nuevo; en él encontramos a una artista más dinámica, más optimista y más alegre. Cuestión de suerte ha sido compuesto por ella misma y ha contado con Pau Ruitort para su producción.

Además de escuchar Cuestión de suerte, podemos disfrutar del videoclip que la acompaña. El vídeo es tan personal y sincero, que Lacunza nos enseña su pilar fundamental: la música como vía de escape.

Las historias contadas a través del videoclip

El vídeo, dirigido por Pablo Perez- Urriti y Jorge Criado, cuenta la historia de un primer amor no olvidado. En la letra, la joven de Pamplona habla de la intensidad que se tiene cuando uno se enamora. Todo es perfecto y más cuando la cosa fluye con naturalidad, sin forzar nada. Pero de repente, algo se tuerce en el camino y ambos corazones se tienen que separar.

Es muy duro aceptar que tu gran amor se tiene que marchar. El dolor ciega las cosas buenas, aparece la tristeza y lo único que queda es la música. Asimismo, hay otra temática en la canción, o al menos es lo que podemos ver en el vídeo. No todo se trata de un amor efímero, sino que retrata también la pesadilla de una niña pequeña al convivir con las peleas constantes de sus padres. Es tan horrible la situación que toma una decisión muy importante en su vida. Así es cómo en escena vemos a la intérprete de Nuestro nombre en un avión con unos auriculares tratando de evadirse de la realidad.

Sin embargo, ocurre un trágico suceso que dispara a la protagonista por los aires. Si nos fijamos bien, es una bonita alegoría hacia la música. Todo se desmorona a su alrededor, pero no importa nada porque quien le hace volar y le protege del mal es la música.

Sin duda, es una canción bonita con un videoclip muy bien trabajado en cuanto a rodaje y caracterización de los años 80, la que Lacunza representa muy bien en el ambiente y en sus protagonistas. Una vez más, queda demostrado que el talento de Natalia no es cuestión de suerte.