Keith Moon: El último redoble del alma de The Who
Fue el alma de The Who y, para muchos, el mejor batería de la historia
“Si Pete Townshend y John John Entwistle fueran dos agujas de punto, Keith Moon sería el ovillo de lana. Él era el nexo de unión”, decía el vocalista Roger Daltrey. Fue el alma de The Who y, para muchos, el mejor batería de la historia. Por eso, el último concierto del mítico integrante de la banda inglesa está marcado como un momento memorable en los anales de rock and roll.
Keith Moon actuó por última vez con The Who el 21 de octubre de 1976 en un estadio de Toronto llamado Maple Leaf Gardens (Jardines de Hoja de Arce). Era el último concierto de una accidentada gira que estuvo a punto de suspenderse más de una vez por culpa de Moon y sus adicciones.
Un gira salpicada de incidentes
Después de los tours de sus mastodónticos trabajos Tommy y Quadrophenia, el de 1976 era más un regreso a lo básico. Realmente era una ronda de conciertos de rock. Se llamó The Who by Numbers Tour y promocionaban su séptimo álbum de estudio, llamado igual que la gira. Sin embargo, tocaron pocas canciones de ese álbum. Fue más bien un repertorio de 'grandes éxitos' con el que la banda británica celebraba su primera década.
I can't explain, Baba O'Riley, Pinball wizard, My generation, Substitute o I’m free fueron algunos de los clásicos que sonaron en esa gira con la que Roger Daltrey, Pete Townshen, John Entwistle y Keith Moon recorrieron Reino Unido y Europa antes de saltar Estados Unidos y terminar en Canadá. Fue una gira accidentada, salpicada de incidentes (algunos graves) provocados por el hoy legendario y mítico batería, que entonces tenía 30 años.
Por ejemplo, en el primer concierto de la etapa americana en Boston, Moon se derrumbó sobre el escenario después de tocar dos temas. Había 15.000 personas viendo aquel concierto y escuchando a Roger Daltrey: "Keith Moon está realmente enfermo. Ha intentado tocar esta noche, pero tiene gripe. No puede". Después se supo que no era gripe: había ingerido mezcla casi letal de brandy y barbitúricos. Al día siguiente terminó en el hospital después de destrozar la habitación del hotel en la que se alojaban tras un episodio en el que se hirió gravemente a sí mismo y estuvo a punto de morir desangrado. No eran los primeros ‘excesos’ en la vida de Moon. Por supuesto.
El redoble final de Won’t get fooled again
El comportamiento errático del batería preocupaba a sus compañeros. Pensaban que no podrían completar la última etapa del tour, que consistía en nueve conciertos en Estados Unidos y Canadá a lo largo de octubre de 1976. Afortunadamente, Moon manejó con su destreza habitual sus baquetas en todos los shows. El último, el que se convertiría en su aparición pública final, fue el del 21 de octubre de 1976 en el escenario del Maple Leaf Gardens de Toronto, Ontario. El bajista, el ya fallecido John Entwistle, diría posteriormente que Moon y los Who alcanzaron el nivel máximo de sus directos durante ese tour.
I can't explain fue el tema con el que el cuarteto abrió ese concierto. La última canción que The Who tocaron con Keith Moon fue Won’t get fooled again (No seré engañado otra vez), tema escrito por Townshend para en el quinto álbum la banda, Who's next (1971). La versión original es de aproximadamente 8’32. Esa noche, alargaron la pieza hasta casi 10 minutos. Y Moon puso el punto final con un genial redoble de baqueta que quedó inmortalizado en el CD Last Stand With Keith Moon.
"Incluso en sus peores momentos, Keith Moon era asombroso”
Hubo un par de actuaciones más de Keith Moon con The Who para el documental The kids are alright, dirigido por Jeff Stein. La primera grabación fue espantosa. La banda no había tocado en 14 meses y su actuación en Londres del 15 de diciembre de 1977 fue tan floja que no se utilizó. Keith era incapaz de mantener el ritmo. Así que hubo un segundo rodaje en los Shepperton Studios (Surrey) el 25 de Mayo de 1978. Tocaron algunos hits ante un público reducido.
Pete Townshend escribe en biografía Who Am I? que en 1978 Moon estaba completamente enganchado a sus adicciones: “Su forma de tocar la batería era tan irregular que grabar era casi imposible. Por eso, su trabajo en el álbum Who are you (el último en el que participó el batería) se tuvo que interrumpir… teníamos suficientes temas para un disco, hizo falta muy poco material adicional extra”. El guitarrista cuenta que cuando se grabaron las imágenes para el documental “me aterraba que Keith no fuera capaz de esconder su estado de deterioro”, pero accedió a intentarlo y ese día “estaba de buen humor, aunque hinchado y en baja forma”.
Según Daltrey "incluso en sus peores momentos, Keith Moon era asombroso”. "Creo que realmente creía que era indestructible. Le he visto caer rodando 30 escalones, levantarse como si no hubiera pasado nada y empezar una conversación”, contaba Entwistle.
El “ovillo de lana”
"Hay mucha, mucha, mucha gente que nunca entendió lo importante que fue el estilo de Keith tocando la batería para los Who”, manifiesta Roger Daltrey en el DVD Classic Albums: Who’s next. “Lo podría describir así: Si Pete Townshend y John John Entwistle fueran dos agujas de punto, Keith Moon sería el ovillo de lana. Él era el nexo de unión”. Para Townshend: “La batería de Keith Moon era una expresión de su personalidad y su ego y su grandiosidad y su ridiculez y su teatralidad y su sentido del humor”. Chris Stam, otrora manager de la banda dijo de él: “Era, en cierto sentido, el alma de la banda”.
Moon falleció el 7 de septiembre de 1978, a los 32 años. El día anterior había tomado 32 pastillas de clometiazol, un sedante que le ayudaba a hacer frente a los efectos de la abstinencia. Roger llamó a Pete y simplemente dijo: “Se ha ido”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop