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Jim Caviezel da un inquietante discurso a fanáticos y conspiranoicos de QAnon
El popular actor de 'La pasión de Cristo', 'La delgada línea roja' y 'Outlander' habló como un auténtico telepredicador ante una masa enfervorecida y citó a 'Braveheart'
Haber sido durante un tiempo una de las estrellas más prometedoras y solicitadas de Hollywood no hace que manejes mejor la información. Por eso el actor Jim Caviezel, que es un fervoroso creyene en Dios y un fanático de las teorías de la conspiración, trabaja bastante poco en la industria. Él lo achacará a que le quieren callar; el resto lo verá como una forma de dejar de dar voz a teorías (las conspiranoicas, no las religiosas) que son tremendamente peligrosas para la convivencia y la democracia.
En cualquier caso, Caviezel, que es un un buen amigo de Mel Gibson, con quien rodó La pasión de Cristo y junto a quien prepara La pasión de Cristo: Resurrección, se las apaña para llenar titulares que den alas a sus excéntricas teorías, entre las que se encuentra que los multimillonarios del mundo se dedican a beben sangre de niños y, por supuesto, todo lo que tenga que ver hoy en día con el mundo antivacunas, en cuyas charlas, organizadas por movimientos ultraderechistas, ha participado.
Una muestra más de cómo ese fanatismo conspiranoico ha eclipsado por completo el buen juicio del actor lo vimos hace unos días durante una charla del peligroso grupo QAnon (si te interesa puedes ver el documental de HBO Q: En el ojo del huracán), uno de los grupos que estuvo detrás del movimiento que inspiró el asalto del Capitolio de Estados Unidos (¿recordáis a aquel tipo vestido de búfalo con la cara pintada de rojo y blanco? Era de QAnon). Además, es uno de los grupúsculos que defienden las más disparatadas teorías de la conspiración en torno al COVID-19 y las vacunas y sostienen que Trump vino a luchar contra una élite pedófila que incluye a nombres como Tom Hanks, George Soros o Barack Obama.
«Por Dios, debemos vivir y utilizar al Espíritu Santo como escudo y a Cristo como espada. Así podremos unirnos a San Miguel y al resto de ángeles que defienden a Dios para mandar a Lucifer y a sus secuaces al infierno, que es donde pertenecen», exclamó, como un telepredicador, Caviezel durante uno de los momentos de la conferencia de QAnon, ante el enérgico aplauso del público y gritos desgañitados de «¡Libertad!».
La respuesta de sus compañeros
«Todo hombre muere, pero no todo hombre vive realmente», dijo, citando una de las frases más famosas de Braveheart, que fue dirigida y protagonizada por Gibson. «Nos adentramos a la tormenta de todas las tormentas. La tormenta está sobre nosotros pero no sin Jesús. En palabras de Reagan: 'El mal no tiene poder si los buenos no tenemos miedo'», concluyó el actor. Tras él había un montón de simbología propagandística del movimiento QAnon.
Algunos compañeros de la industria, como el actor Kirk Acevedo, con quien trabajó en La delgada línea roja de Terrence Malick, han criticado duramente este tipo de mensajes: «¿Podemos ser más diferentes tras todos estos años? Trotamos juntos, jugamos al baloncesto juntos, hemos trabajado juntos en cine y televisión. Y ahora soy un secuaz del Ejército de Lucifer? Tus palabras son peligrosas y están llenas de odio. ¿Qué te ha pasado, amigo mío?», le preguntó el también coprotagonista de Oz.
La humorista Kathy Griffin trató de apostar por el humor: «Y pensar que un día tuve un crush con él cuando le vi en esa peli de JLo en la que hacía de un tipo sin hogar y que resulta ser un ángel».