Los 37 años de ‘Faith’, la respuesta a las oraciones de George Michael
Con su álbum debut, el exmiembro de Wham! se convirtió en el primer cantante blanco en encabezar la lista de soul estadounidense
Corría el año 1987 y tras la disolución de Wham!, dúo formado por él y Andrew Ridgeley, George Michael decidió emprender trayectoria en solitario. Si alguno destacaba en el dúo era él, concentraba el mayor potencial y todo el fenómeno fan que durante cinco años habían estado cosechando a lo largo y ancho del mundo.
Musicalmente hablando, 1987 fue un año de titanes. Solo en esos doce meses, Prince y Michael Jackson lanzaron dos de los álbumes más importantes de su carrera, Sign O 'the Times y Bad. George Michael había llegado a ser venerado como la mitad de la pareja de Wham!, y poco a poco fue destacando y llevando su carrera a su nombre en solitario.
Faith fue la primera aventura en solitario de Michael, lanzada a finales de octubre de 1987, y goza de un recuento de 20 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Con él, se convirtió en el primer caucásico en encabezar la lista de los mejores álbumes R&B de EEUU. Con este disco, y las once canciones que contenía, George Michael impactó la escena musical, en concreto en el pop, convirtiéndose con su debut en uno de los artistas británicos más importantes del momento. Fue entonces cuando se le reconoció como un gran compositor, llegando a ser comparado con Michael Jackson, Elton John o el mismísimo Paul McCartney.
Los videoclips fueron uno de sus puntos fuertes en su presentación al mundo. Sus montajes hicieron que Michael fuera accesible para todos, desde hombres que encontraban un modelo a seguir hasta mujeres que lo deseaban. Había hecho los deberes con todos los grandes, desde Stevie Wonder hasta Aretha Franklin, desde Patrice Rushen hasta Prince, y todo se reflejó en los sonidos of Faith. Michael entró en el exclusivo club de "escrito, arreglado, producido y compuesto por" en su primer trabajo. Sin embargo, lo más notable de Faith fue su éxito en la América negra. Michael una vez se describió a sí mismo como "un músico de soul que escuchó demasiados álbumes de los Beatles".
Al abandonar la seguridad de la música pop más comercial en busca de la aclamación como cantautor, estableció esa plantilla que bebía del pop, del soul y el funk que luego seguirían todos los cantantes de boy-band que se convirtieran en solistas a partir de entonces. Sin él, no habría habido Robbie Williams, Justin Timberlake o Ronan Keating.
George también estaba tratando de cambiar su imagen, para atraer a una audiencia más adulta y ser tomado en serio como artista, superando su Wake Me Up Before You Go-Go con Wham! Sobre la canción que da nombre al disco dijo en su momento: "Representa la forma en que me siento en este momento. Es una palabra que resume mi esperanza y optimismo". Y continúa: "La fe para mí es realmente una palabra muy fuerte y cuanto más me metía en la idea de que la canción fuera el single, más me gustaba la idea de usarla como tema principal".
Faith de George Michael llegó como un álbum catártico de confesionarios de alguien que no quería conseguir un éxito desenfrenado, sino de alguien que aceptaba quién era y a dónde quería llegar. Se lanzó como un trabajo sexy pero también serio, y alcanzó el punto óptimo que pocos álbumes pueden alcanzar en su conjunto. Desde el juguetón I Want Your Sex hasta el guiño al pasado Kissing a Fool, el álbum rozaba la perfección del pop. Hay confesiones traviesas con Monkey y momentos magistrales como One More Try.
Hay una historia muy personal sobre el propio viaje de George Michael hacia su autoaceptación en el corazón de Faith. Esos pasos en su viaje fueron asistidos por su amor por la música pop y R&B como una salida para él. Al lograr un equilibrio entre el pop y el R&B, evitó la vanidad de la afectación y fue impulsado por la admiración. Esto aseguró el atractivo del disco para dos audiencias sin renunciar a la blanca o ser condescendiente a la negra.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic