Los ‘Hijos de la Anarquía’ están de luto: muere el actor William Lucking

El intérprete encarnó a Piney Winston a lo largo de 49 episodios y también participó en las series 'El mentalista' y 'Caso abierto'

(De izq a der) Los actores William Lucking, Theo Rossi y Ryan Hurst durante la presentación en Hollywood de la segunda temporada de 'Hijos de la Anarquía', en noviembre de 2009 / Jason Merritt (Getty Images)

Los Hijos de la Anarquía están de luto tras perder a uno de sus artistas más veteranos. Se trata de William Lucking, el actor que dio vida a Piermont 'Piney' Winston a lo largo de 49 episodios de la ficción, entre 2008 y 2011, un personaje fijo de las temporadas 1 y 4, hasta que al final de la cuarta temporada Clay Morrow (Ron Perlman) lo ejecutó de un escopetazo en el pecho.

El actor encarnó en la ficción de FX al padre de Opie Winston (Ryan Hurst) y figuraba como uno de los fundadores de SAMCRO, la Sons of Anarchy Motorcycle Club, Redwood Original, de la que fue vicepresidente y mentor durante largos años.

William Lucking tenía 80 años y más allá de Sons of Anarchy había aparecido en un buen puñado de series y películas de diversos géneros. Muchos lo recordarán por ser Harrad-Sar en la serie Strar Trek: Enterprise o por haber dado vida a Furel en Star Trek: Espacio Profundo Nueve. También participó en un par de episodios de JAG: Alerta Roja como artista invitado, así como en las series Caso Abierto y El mentalista y en la película El dragón rojo, donde llegó a compartir reparto con Anthony Hopkins.

Piney Winston || Old Man

Aunque aún no se han especificado las causas reales de su muerte, Lucking podría haber fallecido de causas naturales debido a su elevada edad. Pereció en Las Vegas, su ciudad de residencia, tal y como explicó su buen amigo Stephen Macht en su cuenta de Facebook.

Además, su esposa le ha dedicado unas hermosas palabras de despedida en su obituario: «William solía hacer papeles de tipos duros y fuertes, pero en la vida real era un hombre extremadamente elegante con una inteligencia brillante. Le encantaba discutir sobre política y asuntos de actualidad; sobre filosofía y física; hacía valer opiniones bien argumentadas sobre arte y poesía».