Paria, la lectura obligada de la semana

Hace pocos días hablábamos con gusto de Raptor, el último album de Dave McKean. La propuesta es continuar fuera de la vertiente mainstream y mantener olvidados a los super-héroes por unos días más para descubrir material diferente y estimulante.

El título que hoy reseñamos esta asociado a dos nombres VIP; dos de esos que acumulan éxitos y sirven como garantía para tener cierta seguridad a la hora de apostar. 

Outcast (Paria) nace de la mente de Robert Kirkman, uno de los guionistas más importantes de esta industria. Puede que su nombre no os "suene" en una primera leída; pero seguro que si decimos The Walking Dead o Invencible empezamos a cambiar el enfoque con el que vais a leer esta reseña.

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El caso es que los guiones de este hombre funcionan, y no hablamos sólo del argumento; las cosas que Kirkman cuenta funcionan porque las cuenta Kirkman. Su narración es muy particular; maneja los tempos como pocos guionistas, sabe alcanzar ese aroma cinematográfico tan codiciado en el cómic y es un genio con los diálogos.

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Paria cuenta la historia de Kyle Barnes; un hombre atormentado por su pasado que empieza a ver como gente de su círculo íntimo comienza a sufrir posesiones demoníacas. Kyle tuvo una infancia difícil; su madre fue poseída por el demonio y por ello sufrió malos tratos gran parte de su infancia; algo que acabó todavía peor de lo que cualquiera podría esperar.

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Años después, Kyle vive en la sombra de una casa totalmente descuidada y recibe la única visita de su hermana que intenta sacarle de ese agujero en el que se encuentra de forma periódica. En una de esas salidas se reencontrará con el reverendo que exorcizó a su madre y juntos comenzarán a perseguir esa serie de posesiones que parecen esconder un patrón.

Como veis, el argumento no es demasiado común para lo que suele darnos este mundillo. De hecho, diría que es el primer cómic de este "palo" que encontré; al menos el primero que llega a las estanterías frontales de las librerías. Y, por mucho que te disguste la temática (yo no soy especialmente fan de las posesiones demoníacas), te puedo asegurar que Kirkman se encargará de que disfrutes esta lectura como la que más (así lo ha conseguido conmigo).

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El dibujo de Azaceta, por su parte, es excelente, sobrio y "noir", encaja como un guante con las líneas del guión. Personajes cargados de personalidad, con una fuerte base de dibujo al natural que hace que cobren vida, un entintado de pincel aparentemente descuidado y tosco pero tremendamente preciso que, junto a una gama de colores planos cuidadosamente seleccionada, consiguen crear una atmósfera fría y desoladora que se encarga de que las escenas de Kirkman tengan la mejor referencia visual.

Todo junto, funciona como una de esas buenas series de televisión que no te quieres perder (quizás por eso se adaptó el comic a la pequeña pantalla en 2016-2018).

La buena fortuna (y las ganas de que no falten los clásicos de ECC) ha llevado a las tiendas en 2021 una nueva edición de Paria. Esta vez sustituyendo la tapa blanda por una dura y con la anécdota de una cambio de tipografía para los diálogos.

Esta nueva edición cerrará su andadura en el cuarto volumen, por lo que el gasto será contenido.

Dejamos aquí por escrito, pues, nuestra más sincera recomendación de compra.

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