Especial
El desnudo de Meryl Streep en ‘No Mires Arriba’ que incomodó a Leonardo DiCaprio
El actor confiesa que se sintió molesto ante la escena en la que la presidenta Orlean aparece sin ropa y luciendo un gigantesco tatuaje en la parte inferior de la espalda
Leonardo DiCaprio no se sintió nada cómodo con una de las escenas de No mires arriba, la nueva comedia de Adam McKay (El vicio del poder) para Netflix (24 de diciembre en plataformas). Tal y como confesó el cineasta, el popular actor de Titanic y El lobo de Wall Street no vio apropiado que Meryl Streep apareciese completamente desnuda en una de las secuencias de la película.
En concreto, se refiere a aquella secuencia del final (no vamos a revelar demasiados spoilers por si aún no la habéis visto) en la que la presidenta Orlean, que es una caricatura trumpiana en toda regla, se pasea sin ropa y luciendo un gigantesco tatuaje en la espalda rodeada de un grupo de compañeros y compañeras de las élites estadounidenses.
«Ella no le tiene miedo a nada», confesó McKay al diario The Guardian cuando le preguntaron por la secuencia. «Y sí, por supuesto, utilizamos a un doble de cuerpo. ¿Pero sabes quién tuvo un problema con ello? Leo. Leo ve a Meryl como si fuese de la realeza, aunque quizás decir 'realeza' no sea un elogio, pero la observa como una figura muy especial dentro de la historia del cine», continúa el director.
«[A Leo] No le gustó nada verla con aquel tatuaje, caminando desnuda durante unos segundos», dijo, presentimos que entre risas. «Me contestó algo así como: '¿De verdad necesitas mostrar esto?'. Y yo le respondí: '¡Es la presidenta Orlean, no Meryl Streep'. Ella ni pestañeó. Ni lo comentó siquiera». Quizás el problema venga por que DiCaprio y Streep hayan coincidido en varias películas y que hasta ella hiciese de su madre en La habitación de Marvin, y eso le ha generado al actor de El Renacido cierto reparo a lo hora de verla (o imaginársela) en pantalla sin ropa.
En cualquier caso, Meryl Streep nunca ha sido una actriz dada a las escenas subidas de tono y ha mantenido una férrea línea roja en materia de escasez de prendas frente a la cámara. Más allá de una tórrida secuencia de cama con Clint Eastwood en Los puentes de Madison y de haber mostrado un pecho en Silkwood durante medio segundo, nunca ha protagonizado ningún desnudo en sus películas. Para suerte de Leonardo DiCaprio, esta vez tampoco ha roto su promesa de no mostrarse como Dios la trajo al mundo, ya que en todo momento Adam McKay utilizó dobles de cuerpo.