¿Por qué los Gemeliers deben ganar ‘Secret Story’? La esencia del reality

Esta noche es la final de Secret Story en Telecinco y Cristina Porta, Luca Onestini y los Gemeliers son los tres ("cuatro") concursantes que podrían alzarse con el título de ganador de esta primera edición.

Todos ellos merecen llegar donde han llegado porque así lo ha decidido la audiencia. Pero si alguno de ellos ha representado la esencia del reality, esos han sido los Gemeliers.

Desde que aparecieron por la puerta de La casa de los Secretos dejaron atónitos a unos espectadores que no esperaban su presencia ahí. Porque el perfil de dos jóvenes promesas de la música no suelen entrar a estos concursos.

Pero ellos se atrevieron y encarnaron la inocencia de aquellos primeros inquilinos de un reality para quienes aún era todo nuevo y lo disfrutaban y padecían a partes iguales. Ellos nos han hecho recordar lo que queremos en unos concursantes.

Por esa y por otras razones deberían ganar los Gemeliers:

- Tirarse a la piscina sin agua: eso hicieron Jesús y Dani al aceptr concursar en este reality. Nunca habían estado en algo parecido y había pocos referentes a los que imitar. Por lo que se han limitado a dejarse llevar, vivirlo sin un papel aprendido y marcar precedente.

- Un ejemplo a seguir: en muchos realities se ha premiado al polémico, al protagonista a costa de todo. Pero si ganaran ellos, se estaría reivindicando abogar por la buena convivencia. Dar el brazo a torcer para no ganar uno, sino todos. El esfuerzo por crear una buena sintonía, más allá de la música.

- Entrar juntos, salir juntos: hay quienes creen que entrar los dos facilita la convivencia porque siempre cuentas con un apoyo, y es probable. Pero también se sufre el doble. Lo que le hagan, digan o reprochen a uno le duele al otro. En peleas que quizá uno no se metería, lo hace por defender al otro. Y eso, es un obstáculo con el que el resto no ha cargado.

- Verles concursar desde el principio ha sido recordar la esencia del reality. Ellos casi no sabían dónde se habían metido. Ni cómo funcionaba la mecánica de muchas pruebas o incluso de la propia convivencia. Esa ternura nos ha recordado que la vida en directo es aún mejor cuando ves a gente de verdad.