Teruel y LOS40 Dance, unidos para emocionar y hacer historia con un ingrediente clave: la música
En este documental, nos trasladamos hasta la ciudad de La Vaquilla para emocionarnos con su cultura y protagonizar una actuación única
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La música tiene un poder incontrolable. Es capaz de unir a personas que viven en distintos puntos del globo terráqueo. También es capaz de derribar sus diferencias para unir las almas de todo el que la escuche. El sentimiento de unión que aporta la música es indescriptible y solo aquellos que lo han experimentado saben que casi no puede asemejarse a nada.
En LOS40 Dance hemos sido testigos de esto. Nos trasladamos hasta Teruel, una preciosa ciudad de España que conserva una cultura que a muchos nos ha conquistado por completo. Allí, nuestros DJs llevaron eso que siempre los acompaña y con lo que reparten sonrisas allá donde van: la música. Pero no lo hicieron solos.
Arturo Grao y Jose M Duro se aliaron con la gran Orquesta Santa Cecilia de Teruel y sus más de 50 músicos para dar vida a una fusión histórica y emotiva. Uniendo lo mejor de la música electrónica y lo mejor de la música clásica, interpretaron Children de Robert Miles, una canción que, sin duda, eriza la piel a cualquier amante de la EDM. "Cuando estábamos terminando el primer ensayo, a mí se me saltaron las lágrimas. No lo pude evitar, no soy de lágrima fácil, pero escuchar en directo un tema que es uno de los más importantes de la música electrónica, un tema que hemos pinchado mil veces en la radio, acabé llorando como una magdalena. El poder de la música en directo, y en este caso siendo música clásica, fue demoledor", asegura nuestro DJ Duro.
Pero de esta grata y bonita experiencia también se llevan otro tesoro: conocer la ciudad y, sobre todo, su gran fiesta: La Vaquilla. Emma Buj, la alcaldesa de Teruel, nos habla de primera mano de esta fecha que reúne a los turolenses cada año (y también a personas de distintos lugares del mundo).
El Ayuntamiento de Teruel nos abrió las puertas de su maravillosa ciudad para poder degustar sus ricos platos, observar su arquitectura mudéjar y vivir una actuación única e inolvidable. Volveremos, y de eso no nos cabe ninguna duda, para seguir conociendo su cultura y, sobre todo, vivirla. Porque allí donde hay música, hay ilusión, esperanza y felicidad.
¡Que viva la música!