Lost Ark arrasa en occidente y obliga a la gente a hacer cola para jugar.
El esperado MMORPG coreano por fin a este lado del charco.
Ya lo tenemos por aquí. Tras haber estado en desarrollo durante un buen número de años, y de haber salido en Corea en 2019, ya lo podemos disfrutar por nosotros mismos. Habrá gente que ya lo probó durante la beta en Rusia mediante truquitos de VPN y demás, pero oficialmente esta es su llegada a Europa y América.
Tenemos entre manos un MMORPG creado por Smilegate y Tripod Studio y lo publica Amazon Games, que Jeff Bezos está metido en todo últimamente. Lost Ark se puede jugar desde el pasado día 8 de febrero (para los fundadores con alguno de los packs comprados) y de forma gratuita desde el día 11.
El juego no ha estado exento de problemas de lanzamiento, como todo gran juego de estas características que se precie, y a las largas colas de entrada se le ha unido el desborde en los servidores disponibles.
Esto ha forzado a la compañía a crear alguno más, y a bloquear unos cuantos de los iniciales para que no se pudieran crear nuevos personajes en ellos. Tampoco era cosa de que las colas de entrada te obligaran a poner el juego el día antes de querer jugarlo, aunque el tiempo de espera es de varias horas en los momentos auge del día.
No ha ayudado a algunos servidores que streamers de éxito españoles como Knekro, elxokas o Evangelion eligieran el mismo servidor, lo que hizo que mucha gente les siguiera, esperando no se sabe qué.
Esta primera semana está siendo bastante dura si no pillas sitio bien pronto, con gente encontrándose colas de más de 20.000 personas durante el fin de semana. Lo de sentarse, arrancar el juego y jugar no se cumple en casos como este.
¿Pero como es Lost Ark una vez estamos dentro? Pues nos encontramos un juego de perspectiva isométrica ambientado en el mundo de Arkasia, que está librando una guerra contra demonios, en un mundo de estructura pseudo medieval, aunque en cierto punto la cosa cambia bastante.
Las legiones demoniacas están intentando devolver el mundo a un estado de caos, y aquí entramos nosotros como el personaje principal. Tendremos la misión de encontrar el Arca, un objeto creado por dioses de gran poder, que devolverá el mundo a la paz. Como suele suceder, la historia en estos juegos es una excusa, y no inventa la rueda precisamente.
Al empezar, crearemos nuestro personaje entre 5 clases, Guerrero, Artillero, Mago, Asesino y Artista marcial. Cada una de ellas tiene varias sub clases, la Maga puede elegir entre Barda o Hechicera, y el Guerrero puede elegir entre Berserker, Artillero de lanza o Paladín, por ejemplo.
Cada una de ellas tiene un género (masculino o femenino) predefinido, no se puede cambiar, y con el tiempo irán saliendo más, de igual forma que lo hicieron en Corea.
Una vez elegida nuestra clase podremos personalizar su cara de manera bastante amplia. Peinados, ojos, tono de piel, forma de la boca, cicatrices, nariz, etc. Todo es personalizable, para que nos sintamos lo más identificados posible. Tras esto, podremos probar un poco el personaje con sus habilidades desbloqueadas antes de empezar la historia.
A partir de ahí empezaremos en nivel 10, yendo de ciudad en ciudad, derrotando monstruos y completando misiones. Las que nos mandan a explorar mapa mientras matamos todo lo que se mueva son las que nos mantendrán enganchado, pero también hay otras bastante tediosas, como las que podemos encontrar en MMOs como World of Warcraft.
Muchas nos las darán los NPCs de los pueblos y ciudades, y nos mandarán a llevar un objeto a cierto personaje (muchas veces otro NPC que se encuentra literalmente a dos metros) o a matar a X número de enemigos para que suelten cierto objeto. Los tiempos de “resucitado” de los jefes de misión son muy llevaderos, en caso de que nos encontremos con gente en el mapa que no los quite antes de que lleguemos.
Cuando subamos de nivel iremos desbloqueando puntos de habilidad para mejorar nuestros ataques. Estos puntos se pueden resetear en cualquier momento, alentando al usuario a probar toda clases de “builds”, ya sea para subir de nivel, hacer Raids, mazmorras o conseguir recursos.
Subir al nivel 50 y acabar la historia principal es meramente un prólogo, y ahí se desbloquearán toda clases de contenidos, como misiones diarias, mazmorras del caos o mazmorras abisales, con la necesidad imperiosa de mejorar nuestro nivel de objetos para poder completar el (cada vez más difícil) contenido del juego. Tras acabar el argumento principal rondaremos el nivel de objeto 302, y para que os hagáis una idea en Corea el límite actual es 1.620.
La historia, que parece producirse en una única isla, se amplia en gran manera al acabar el hilo principal, obteniendo nuestro propio barco. En ese momento el mundo se abre, dejándonos explorar gran cantidad de islas y zonas nuevas.
El juego nos da mucha libertad, y podemos gastar nuestro tiempo alejados del objetivo final, ya sea explorando, mejorando nuestra propia fortaleza, dedicándonos a la pesca, recolecta de flores, tala de árboles y demás. Todo eso nos ayuda a conseguir materiales que nos servirán para crear objetos y mejoras.
Lost Ark es un juego al que puedes dedicarle miles de horas y aún faltarte por ver una gran parte. Afortunadamente, y dada la magnitud del mundo, durante la historia principal vamos desbloqueando portales que nos permiten viajar de manera rápida a lugares donde ya hayamos estado.
Aunque el grueso del juego se encuentra en el PvE, también disponemos de Arenas para PvP, donde demostrar a otros jugadores quien se ha equipado mejor dándoles una buena tunda. También hay gremios si queremos socializar y encontrar amigos con los que jugar y colaborar en las misiones.
Esto es a grandes rasgos Lost Ark, si queréis probarlo no tenéis nada más que comprobar si vuestro ordenador puede con él. Está bastante bien optimizado, pudiendo correr en PCs con bastante tiempo, aunque igual tenéis que bajar un poco la calidad a ciertos detalles.
Siendo un juego “free to play”, el que quiera jugar no tiene excusa ninguna para no hacerlo, pero cuidado, que engancha.