Gervasio Deferr confesó quién filtró su positivo en doping y cómo bajó a los infiernos tras su retirada

El medallista olímpico se sinceró con Jordi Évole sobre sus triunfos pero también sobre sus fracasos

Gervasio Deferr, en 'Lo de Évole' / Atresmedia

Gervasio Deferr es, para muchos, uno de los mejores deportistas de gimnasia españoles de todos los tiempos. Ganó la medalla de oro olímpica en potro en Sidney 2000 y Atenas 2004, y la plata en suelo en Pekín 2008.

Paloma del Río lo definió como el Maradona de la gimnasia y aseguró que no cree que "vaya a haber otro Gervasio, no creo que vaya a haber otro bicampeón olímpico. Era un superdotado con la gimnasia. En tres meses se ponía a tono y parecía que había estado entrenando los 9 meses del año".

Y eso mismo explicó él en su entrevista con Jordi Évole esta semana, 22 años después de su primera medalla olímpica y 9 años más tarde de su retirada. Ahora que publica su autobiografía, Deferr se abrió en canal en laSexta:

Desde que supe lo que eran los Juegos Olímpicos, gracias a Barcelona 92, mi objetivo en la vida era ganar unas Olimpiadas. (...) antes de cada salto pensaba: 'Os van a doler las manos de tanto aplaudir, nunca habréis visto saltar a alguien así'", explicaba al presentador al recordar sus grandes hazañas.

Sin embargo, una primera lesión le llevó a fumar sus primeros porros que le dieron el positivo en dopaje que le provocó el primer trauma: "Lo filtró alguien de la Federación a traición y todo el mundo se me tiró al cuello. No fue justo. Mi imagen quedó manchadísima. Jamás he conseguido un patrocinio. Las dos Olimpiadas de después no sirvieron para nada. Entiendo que me lo merezco por gilipollas pero fue una putada para mí".

Después se limpió, volvió a ganar y al llegar a Pekín, logrando una plata, pensó que era el momento de la retirada: "Me retiré, pensé que si no había podido ganar ya no podría". Y fue entonces su decadencia absoluta: "Me quedo sin objetivo y sin dirección, no sé qué hacer con mi vida. Tampoco podía jubilarme como Messi y vuelvo a fumar, salgo, bebo, pierdo el tiempo".

Perdió por completo las riendas: "Me harté de mí, de la vida, no me aguntaba a mí mismo. Era autodestructivo totalmente, sabía que me podía matar y me iba de cabeza. Varios momentos he pensado que mañana no me levanto y me daba igual. Alguna mañana despertarme en la calle, con sangre y no saber qué ha pasado".

Un susto con la salud de su madre, a la que pudo perder y él ni estaba a su lado por sus adicciones, le hizo reaccionar y poco a poco fue encontrando su lugar. Ahora es entrenador de gimnasia en su propio centro en el Barrio de La Mina en Barcelona: "Encontrar la persona que soy me ha costado años. He vuelto a ser Gervi, hacía mucho que no lo era, era Gervasio Deferr. No quiero que la gente se quede con el triple medallista olímpico, se acabó Gervasio Deferr"

Paula Hergar

Periodista, redactora de LOS40 y mocatriz. Crecí...