Isabel Rábago en ‘La cortesana fiel’: Infidelidad, puñaladas políticas y empoderamiento femenino
Dos vidas entrecruzadas en dos épocas muy distintas: Venecia en el siglo XVI y la actualidad
Estamos acostumbrados a ver a Isabel Rábago en distintos programas de Mediaset tratando temas del corazón o, incluso, participando en algún reality como Secret Story donde confesó que había sido mujer de la limpieza, como descubrió su compañero de concurso, Julen Guerra.
Pero además de periodista, Rábago es también escritora y ya tiene primera novela: La cortesana fiel. No se trata de su primera publicación ya que conocíamos La Pantoja, Julián & Cía: asalto a Marbella y Las últimas cortesanas. En esta ocasión cambia de formato.
Verónica Franco fue la mujer más importante de la Venecia de la segunda mitad del siglo XVI. Era ‘cortesana honesta’ y poeta, una mujer bella y fascinante, y con una cultura tan extensa que sus reflexiones u opiniones ponían en apuros a los varones que no estaban acostumbrados a debatir con damas.
“Madre, no nacimos para ser sumisas. Somos histriónicas, altivas, soberbias, descaradas, provocadoras. Ese es nuestro poder. Soy Veronica Franco y soy, y siempre seré, la dueña de mi propio destino”. Con estas palabras tenemos claro el empoderamiento de una mujer que se tenía en mucha estima.
Dos vidas con paralelismos
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Ella es el punto de conexión de dos épocas distintas, la Venecia del siglo XVI y la actualidad, en la que se entrelazan dos tramas, una historia de amor clandestino y otra sobre la lucha descarnada —con zancadillas, chantajes y filtraciones interesadas— por hacerse con la presidencia de un partido político. La primera tiene como protagonistas a personajes reales, mientras que la segunda trama es totalmente fruto de la imaginación con inspiración en la realidad.
Sara tiene treinta y nueve años. Asesora del político Pelayo Arjona. Esbelta y atractiva, se ha convertido, también, en su amante. La presencia de Sara ha vuelto del revés la ‘perfecta’ vida de Pelayo. Se desean a cada instante y eso les hace tomar excesivos riesgos. Cuando Sara descubre la figura de Verónica Franco en el Prado, decide investigar sobre ella. Siente que su vida, en algunos aspectos, es muy cercana a la de aquella famosa ‘cortesana honrada’ del siglo XVI.
Las dos tramas se entrecruzan y nos dejan temas de interés que hacen tan atractiva esta lectura.
- sinopsis de 'la cortesana fiel'
LA INFIDELIDAD
“La infidelidad, algo presente en su vida desde hacía tan solo unos meses y que había descolocado por completo su existencia”, se dice de Sara. En un juego de mundos paralelos, casi todos los personajes masculinos de La cortesana fiel son infieles, en el siglo XVI y en la actualidad. Prácticamente todos los clientes de Verónica, excepto los eclesiásticos, estaban casados. Y Pelayo y Santi tienen parejas oficiales, el primero por vínculo matrimonial, a las que ponen los cuernos de forma habitual. Las mujeres de la novela, en ese sentido, son más honestas —como proclaman las cortigiane— y toman las riendas de su sexualidad desde la independencia, como la misma Verónica o Sara.
Las secretarias del partido, que se reúnen al mediodía en la sala del café para cotillear, bromean con que, cualquier día, se sentarán en algún plató de televisión dedicado a la crónica del corazón para desvelar los idilios, rollos y alguna que otra longeva aventura extramatrimonial, que hará temblar los cimientos de los matrimonios perfectos de los políticos de una de las formaciones más importantes y tradicionales de España.
PUÑALADAS POLÍTICAS
La fidelidad tiene, en la novela, otra vertiente: la política. La ambición de los supuestos delfines llamados a suceder a un presidente con fecha de caducidad se manifiesta en unas maniobras sucias que Isabel Rábago describe de una forma descarnada. Reuniones para estudiar estrategias contra los rivales dentro del partido, las filtraciones interesadas, la manipulación de las redes sociales, los favores pagados de algunos medios de comunicación... desfilan por las páginas de La cortesana fiel.
CONNIVENCIA ENTRE MEDIOS Y POLÍTICOS
La autora se muestra crítica con algunas de las prácticas habituales en nuestros medios de comunicación. Denuncia, por ejemplo, la actitud de algunos colaboradores radiofónicos que “se afanaban en repetir y en hacer suyos los argumentarios que minutos antes les habían proporcionado los partidos políticos afines, esperando quizás un mensaje de reconocimiento o, quién sabe, la oferta de un trabajo bien regado con dinero público en cualquiera de las formaciones”.
El director de Patria, por otro lado, encarga a Santi Rodríguez una entrevista-masaje a Elena Sánchez, inmersa en la lucha interna para suceder al presidente del partido.
DAMAS, “CORTESANAS HONESTAS”... MUJERES
Isabel Rábago denuncia también el ninguneo que las mujeres soportan en el campo de la política y en el profesional, también. Lo hace tanto en la narración situada en la Venecia del siglo XVI como en la que discurre en la España del XXI. Podemos citar la consideración de las esposas como simples complementos de sus maridos ante la opinión pública, o las dificultades de las profesionales para ser valoradas de una forma justa y equitativa. Y más, cuando la inteligencia va acompañada de la belleza, como en el caso de Marta.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...